–¿Pero qué demonios estás contándome? –Protestó Naruto, levantándose de su asiento. –¿Cómo puedes siquiera creer en eso?
–En ningún momento dije que lo creyera, solo estoy hablándote de lo que Ino me ha comentado hace un rato. No deberías dejarte llevar por los comentarios ajenos, debe haber una explicación lógica para esto.
–Y eso es lo que estoy por averiguar. –Sacando dinero de su bolsillo, lo dejó sobre la mesa para pagar su comida. –Ya me voy, te veré más tarde.
Aquello había tenido lugar en el Ichiraku hace tan solo un par de horas atrás, cuando Sai sin privarse de nada le soltó unas palabras que lo hicieron perder la compostura. Aparentemente, entre las chicas corría un rumor que giraba en torno a Sakura Haruno y el origen de una curiosa marca en su cuerpo, una rojiza marca situada en la zona de su cuello y el problema era muy claro... no fue él quien se la hizo.
Ahora se encontraba en la soledad de su departamento caminando de un lado a otro por la habitación con la furia surgiendo de él y todo por unas palabras que a vista de los demás parecía ser muy chistoso, pero no le causaba ninguna gracia, lo fastidiaba.
No creería en nada hasta comprobarlo con sus propios ojos y por lo mismo no iba a calmarse hasta poder hablar con Sakura. Quería verla, con urgencia necesitaba verla e incluso había ido a buscarla al hospital, pero al preguntar por ella le notificaron que era imposible verla en esos momentos, pues se hallaba sumamente ocupada, ¡excelente!, estaba a punto de darle una cólera y ahora debía esperar.
Los constantes golpeteos a su puerta lograron llamar su atención y mientras se dirigía a ver quién venía a verlo intentó calmar su molestia. Al abrir, Sakura aguardaba por él.
–¿Qué haces aquí?, creí que tenías mucho trabajo por hacer.
–¿Qué manera es esa de saludarme?, no recuerdo que fueses tan seco para recibirme. –Comentó Sakura, acercándose para darle un corto beso en la mejilla. –¿Y bien? ¿Me dejarás pasar o acaso vamos a quedarnos aquí en la entrada?
–Eh, lo siento. Pasa. –Titubeó Naruto, haciéndose a un lado para dejarle el paso libre a la joven kunoichi.
Sus intentos por esconder la molestia que momentos atrás estaba tomando control de él resultó ser más complicado de lo que pensó, ahora ambos se hallaban en su habitación.
–Me contaron que estuviste preguntando por mí en el hospital, ¿qué es tan urgente que quieres hablar conmigo?
–Sakura-chan... ¿Tienes algo que quieras contarme?
–Si es eso lo que querías preguntarme, pues no, no estoy ocultando nada que tú no sepas. –Contestó, confundida por el comportamiento del rubio.
–Ya veo...
–Estás actuando muy extraño, ¿algo no anda bien?
Naruto no respondió, permitiendo que el silencio tomara posesión del ambiente durante unos instantes y antes de que Sakura pudiese decir algo, caminó hasta ella y teniéndola en frente con delicadeza apartó su cabello, dejando así su cuello expuesto.
–¿Qué es esto?
Los ojos de Uzumaki se vieron atraídos por la presencia de una roja marca en la piel de su novia, no era muy notoria pero allí estaba, las palabras de su pálido amigo no eran mentira.
–Ah ¿esto?, es una picadura que un mosquito me hizo la otra noche, la comezón que tengo me ha hecho pasar un infierno.
–Sí, muy molesto será ese condenado mosquito ¿no? –Soltó Naruto con desagrado guardando unos pasos de distancia de Sakura, dándole la espalda.
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¿Qué tienes allí?
RomanceSakura parecía traer algo diferente, los comentarios que iban de boca en boca entre la gente lo demostraban y el contenido de estos era lo que más estaba desconcertando a Naruto.