A pasado mucho tiempo desde que esa mañana de abril me tuviste que decir adiós. No te culpo, las cosas no volvieron a ser las mismas desde esa fatídica tarde de una joven primavera, una que con ansias queríamos fuera más larga para poder disfrutar de nuestro tercer año de amor tonto y adolescente, ese que tanto decías odiar pero estabas viviendo hipócritamente conmigo.
Ahora sólo míranos, lejos el uno del otro: Tú, allá todo provinciano en el D.F., haciendo esas críticas que tanto desprecio pero también amo al ver nuevamente tu pululante y rocoso rostro que me atrapó en un mar de besos las múltiples noches que me hacías tuya ; yo, acá en lo más norte de Cánada escapando de todo lo que mi México lindo y querido me había ofrecido estos años de mi prieta y precoz vida de niña malcriada, esa que creció con un sin fin de novelas de Televisa y jugó sus con sus muñecas compradas en El Tianguis, esa nena que sólo quería disfrutar de cada placer que el futuro pudiera otorgarle, pero tú; ¡sí!, tú, hizo que mis sueños y esperanzas simplemente se derrumbaran ese día que te conocí en el centro de la capital, dirigiendo con tus amigos de 5 centavos un film pretencioso y falto de presupuesto en donde yo, por cosas de la desinformación, no sabía que ser extra de una escena de 5 segundos se convertiría en una era de cariño y frustración a tu lado ...
(Algún día acabaré, por ahora vivan sus vidas vagos desperdicia-oxígeno).
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Woshingo y Tú (Memorias Perdidas)
Random¿Qué es lo que se siente tener una relación con un pinche amargado que odia TODO? ¿Acaso está mal vivir enamorada de alguien que sólo quiere ver al mundo arder? ¿Por qué no sólo me dedico a buscar una cura para el cáncer en vez de seguir pensando en...