A ver la verdad no sé cómo comenzar esta historia porque no tiene un principio...
Ya sé comenzaré desde aquí...
Prepárense para adentrarse en las memorias de la agonía en persona la encarnación de todo lo bueno pero también de todo lo malo el ser más extraño, fascinante y posiblemente caótico que conocerás...
Ian era un chico que acaba de entrar en la secundaria, había pasado por una etapa difícil en su vida porque su padre se había separado de su madre y había dejado la casa. Su madre tenía muchos problemas económicos y estaba en juego la custodia de Ian. Ian no tenía muchos amigos ya que desde pequeño era alguien "raro" y los demás no le tomaban importancia a menos que sea para molestarlo o sacarle dinero.
Al cumplir los 16 años entro a la preparatoria, tenía pocos problemas a la hora de realizar los trabajos escolares ya que Ian era un chico que siempre había sido aplicado en sus estudios. Ian tenía en su salón eso que todos conocemos como "amigos por conveniencia" ya que solo estaban con él si les ayudaba con sus deberes.
Al realizar sus demandas Ian se hacía de "amistades" ademas de "guardaespaldas" que en el menor problema iban a ayudarlo. Todo era perfecto ya que para él, el nivel educativo era bastante mediocre.
Dentro de esa "felicidad" se percató de que no estaba completo se sentía vacío y esa falsa felicidad no llenaba ni la mitad de lo que el necesitaba, hasta el día que decidió mirar hacia a la fila de la derecha y ahi estaba la persona mas hermosa que habia visto en toda su condenada vida una belleza que hacia que las musas griegas parecieran desagradables. Ella tenia delicados cabellos rojizos como fuego y unos ojos ámbar tan bellos como una pintura del mismísimo Van Gogh. Su delicada figura y sus delineadas caderas eran lo que hacia a Ian perderse en clase.
Para Ian ella era la chica más hermosa que había visto, y sin darse cuenta empezó a perderse horas y horas viéndola (discretamente) y dejó de enfocarse tanto en los estudios haciendo que sus aclamados "amigos" se alejaran, eso no importó a Ian ya que él era feliz sólo con ver a su amada sonriendo.Un día decidió armarse de valor e ir a platicar con esa dulce y delicada doncella con la que tantas noches soñó.
Continuará...