Onceava Parte
Cuando llegamos a mi oficina Sky enseguida corre buscando a Hope y cuando la encuentra ella se lanza a sus brazos sin dudar ni un segundo en si ella podrá atraparla, lo cual Hope hace, y enseguida comienza a escuchar a la pequeña mientras habla de su nuevo colegio, su nuevo amigo y el gran día que tuvo.
La verdad es que en cuanto la deje en el colegio estuve algo nervioso, ¿Y si no hacía amigos? ¿Y si no lograba aprender la s cosas que le enseñaran? ¿Y si los demás niños la molestaban? La verdad es que el último de mis miedos si se había cumplido a medias, ese trío de niñas malcriadas, admito que me causó mucha risa cuando Sky de forma inocente la llamó brujas. Por otro lado, mi primer miedo y el más importante no se cumplió del todo, me alegré de verte a Sky con su amigo del parque, lo que me deja un revoltijo en el estómago es el que precisamente sea un amigo, y uno muy cariñoso con ella.
No sé si mi segundo miedo se cumplió o no, Saludos no tuvo la oportunidad de terminar el día, ya que al final pidieron que los alumnos involucrados se retiraran de las instalaciones hasta el día siguiente.
Comienzo a hacer mi trabajo mientras de vez en cuando observo a Hope y Sky que hablan, a través de las puertas de cristal de mi oficina. Comienzo a ver algunas formas que me ha mandado una de nuestras nuevas empleadas, y me preocupo al ver sus grandes fallas en ella, deberé hablar de esto más tarde con Hope, mientras tanto me tendré que concentrar en arreglarlo.
Mi tarde finalmente se resume en formas y más formas con errores cada vez más grandes, y de vez en cuando lanzando pequeñas miradas hacia donde se encuentran Hope y Sky. Desde aquella noche en que dejamos a Hope en su casa, desde aquel beso, no he podido dejar de verla. Es decir sí, siempre la veo, pero no con los ojos con los que la veo hoy, recuerdo cuando comenzó a trabajar en la empresa tan solo siendo una joven en su primer trabajo, mis ojos no podían verla de otra manera que no fuera como mi secretaria, pero fue en el tiempo en que la joven tímida del primer trabajo fue desapareciendo en que mis ojos la vieron diferente por primera vez: la vi como una hermosa chica, y bastante risueña, pero finalmente una chica como cualquier otra con la que podría pasar una noche, y así fue. Hoy es diferente, hoy no la veo como la simple chica tímida, hoy no la veo como la chica de una noche, hoy... creo que comienzo a verla con unos ojos especiales, y no sé cómo no pude darme cuenta antes: una chica hermosa, tímida pero con carácter, risueña pero seria en los momentos serios, una amiga, una amante, y creo que a partir de ahora una chica que me ha atrapado lentamente y en silencio.
Luego de varias reuniones en las que la verdad no presto mucha atención llega una en la que la verdad por poco olvido mi papel de jefe ante la entrada de una pequeña cabellera oscura junto a unas largas y bronceadas piernas a la sala de juntas.
- Señor Lowell perdone la interrupción pero llevaré a Sky a almorzar, y ella quería...
- ¿Puedes venir con nosotras gigante? - Sky entra corriendo hasta llegar a donde estoy, algunos de los presentes ríen ante la inocencia de Sky.
- Lo siento pequeña, pero es que tengo trabajo - sé que eso la pone triste, y eso me hace sentir mal aunque esa no sea su intención - Pero si me esperan, puedo alcanzarlas.
- Sí, sí, nosotras te esperamos, ¿Verdad princesa Hope? - la hermosa risa de Hope llega a mis oídos mientras yo sigo observando la emoción en el rostro de Sky - Te guardaremos un lugar.
Finalmente Sky corre de regreso a la puerta y tomando la mano de Hope la arrastra como puede con su pequeño cuerpo hacia el exterior. Finalmente reanudo la reunión y terminarla es como un peso menos en mi espalda.
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Fugaces
Short StoryHolden Lowell: un hombre importante, un magnate, dueño una de las empresas más grandes e importantes de Inglaterra, dinero de sobra, mujeres de sobra. Un trabajo fabuloso, un hombre fabuloso, una vida fabulosa y blah, blah, blah... La verdad es que...