Entonces, ahí estaba él, el presidente de la compañía Akatsuki llamado Obito Uchiha, apuesto y demasiado llamativo para mi. Había sido entrevistado por éste hombre y sería entrevistado ahora por quién parecía ser su padre, ambos son apuestos, obviamente adinerados y posiblemente tengan una buena vida. La verdad no me interesa sólo estaré aquí como su guarda espaldas así que da igual. Espero que no sea tan insoportable, de todas formas quiero que ésta entrevista acabe quién parece ser su padre me está teniendo aquí sentado por largo rato.
•Entonces estas cualificado. Otra cosa... -Detuvo su hablar y me observó de una manera autoritaria- ¿Estás dispuesto a perder tu vida por la de mi hijo?
Esa pregunta me tomó por sorpresa, ¿Tan arriesgado era cuidar de ése mocoso? pero me daba igual, ya estaba bastante cansado y aburrido y ciertamente esto era un reto para mi. Tal y como el me preguntó, le respondí de la misma manera: "Sí eso será divertido, entonces no importa. De todas formas nadie espera por mi en casa."
Ambos se observarón mutuamente por largo rato, Madara ciertamente desconfiaba de ésa persona frente a sus ojos. ¿Debería aceptarle o no? Claramente se debatía mentalmente no podía correr el riesgo de entregarle la vida de su hijo a cualquiera, se levantó de su asiento y acarició su escritorio con la yema de sus dedos hasta estar frente a él. El pelirrojo aún sin cambiar su mirada levantó su rostro para apreciar el rostro de aquel Uchiha, quién con una vos gruesa y mostrando su obvia autoridad le respondió:
•No sería divertido si pusiera una bala sobre tu cabeza. Tomó su arma de la parte trasera de su espalda apuntando así el rostro del joven. No vió ninguna reacción de el contrario por lo qué eso le llamó la atención. Guardó su arma y volteó dándole la espalda a estos para entonces firmar aquellos documentos y nuevamente dándoles la cara se los entrega a su hijo. Contrato, llevátelo y has tu trabajo.
El menor de los Uchihas lo tomó casi arrebatandocelos de las manos, el de cabellos naranja sin reacción alguna siguió los pasos de su ahora jefe, no sin antes despedirse formalmente de su jefe general. (La educación ante todo....) Pensaba, ahora se dirigía a arriesgar su vida por la de ése inútil, o así el lo consideraba.
Le seguía los pasos con mi rostro serio, hace rato tenía ganas de polpear a aquel idiota, pero debo controlarme todo por mi trabajo. Bueno aunque era cierto que nadie me esperaba en casa, pero ya no importa no se donde nos dirigimos pero parece un lugar extraño. Aunque desde el principió a sido extraño, este lugar es decorado al estilo era edo podías ver demasiadas antigüedades por todas partes. (¿Enserio debo reportar todo esto? ¿Incluso aquella figura de ese chino desnudo? Que asco), bueno debo concentrarme. Inesperadamente este tipo tiene buen trasero. Pero enserio este pasillo parece que nunca va a acabar.
• No hablas mucho. ¿Cierto?
Preguntó, por lo que le respondí en tono frío, sinceramente si pudiera escuchar mis pensamientos no sé qué pensará de mi entonces.
• ¿Me esta permitido?
Observé el gesto de el mocoso, eso me sorprendió, había acercado su rostro demasiado cerca pero no caí en eso, o eso muestra mi cara de poker.
• Exacto, para serte claro, no te necesito pero el estúpido de mi viejo es insistente, sólo finge que haces tu trabajo.
• (Este idiota, es lindo hasta cuando habla de ésa forma) Supongo que eso aré. (Ahí tenés joder molestate... )
• Hum... Estúpido. Se voltea continuando su camino, para el esos fuerón los 5 minutos más desperdiciados de su vida, no le conocía y ya no le soportaba. (Todo por capricho de un viejo) Pensó.
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¡Es una orden! (Yaoi-ObitoxPain)
Fanfiction•°Prólogo°• Era una tarde de verano en la qué Yahiko paseaba por el parque luego de haber salido a la tienda de conveniencia cerca de su casa. Había tenido una charla con sus compañeros de trabajo, claro, una charla en la que los puños eran los que...