Hoy tendremos un enfoque más... ¡romántico!
Hostia, sí que hay de todo en esta novela. A veces yo mismo me sorprendo.
¡Espero que les guste!A pesar de que la -excesivamente- llamativa pareja de la princesa zorruna y el ángel oscuro trataran de salir antes del anochecer, la luna Hope ya se alzaba en el cielo para el momento en que llegaron a sus destinos.
Tras un rato de pasear alrededor, Katherine se quedó ensimismada por un segundo mirando un vestido expuesto en las vitrinas de una tienda, y Joshua se detuvo junto a ella.
Como era de esperar de uno de los sub-reinos más poderosos del Reino de las Once Estrellas -diez reinos con sus respectivas atribuciones elementales de Fuego, Metal, Tierra, Planta, Agua, Hielo, Viento, Rayo, Luz y Sombra; subordinados a la capital del primer Reino mencionado, que los engloba a todos bajo la dirección del Reino de la Undécima Estrella-, el Reino del Bosque tenía grandes zonas comerciales gracias a un profundo régimen feudal-capitalista, las cuales eran el sueño de cualquier persona que sufriese de la incurable adicción a gastar dinero en comprar cosas inútiles.
Sin embargo, el hecho de que Katherine no tenía casi ropa que ponerse-algo inaceptable para toda mujer que se respete- era completamente cierto, y un problema serio. ¿Qué podría llamar más la atención que una hermosa y sensual princesa pelirroja en un kimono rojo fresa estampado con flores, además de contar con la -imposible de ignorar- compañía de un joven peliplateado de dos metros y cuarto de altura, con el rostro de un actor y el físico de un guerrero de élite, vestido con ropas diseñadas por y para humanos, mientras abre una de sus alas negras para "sentir el viento"? Nada. Nada excepto un unicornio azul, pero esos están casi extintos.
-¿Te gusta?-preguntó él, dándole una palmadita en la cabeza-Creo que te quedaría bien.
-¿Cierto?-respondió ella, alegremente-¡Vamos adentro!-Sus orejas de zorro emergieron de su pelo, y se apresuró dentro meneando la cola mientras caminaba, emocionada.
Joshua se apoyó las manos en la cintura, suspirando. Envuelto por una extraña sensación de calma, sonrió y la siguió al interior de la tienda. Una campanilla sonó cuando la puerta se cerró tras él, y la cajera les dio la bienvenida.
Katherine le esperó frente a la puerta, entonces se abrazó a su brazo izquierdo y comenzó a arrastrarle alrededor.
Pensando en lo contenta que la princesa pelirroja se veía, el último ángel oscuro sentía como su dolor y su odio lentamente se aliviaban. En cierto momento, comenzó a pensar que una vez todo terminara, quizás junto a ella tendría un hogar al que volver.En los ojos de Katherine se veía que una gran parte de su felicidad actual se debía a que ahora tenía a alguien con quien compartir el momento. Incluso si apenas se conocían, una relación de confianza había nacido entre los dos en pocos días; como si estuviesen destinados a encontrarse desde el principio de todo, cada vez que se miraban, sentían una extraña atracción mutua que no podían comprender, ni mucho menos ignorar.
Incluso Joshua, un hombre solitario, nacido y entrenado para vivir en la guerra y matar a sangre fría, de un día para otro se derretía por Katherine, y no solo por su atractivo -la princesa pelirroja estaba, sinceramente, para comérsela-, sino porque además sentía que se parecían mucho de cierta forma.
Más allá de constantemente intentar conquistarla, Joshua había comenzado a sentirse alegre cuando ella también era feliz. Como un idiota, el vengador que juró destruir a la humanidad cayó rendido ante la inocente sonrisa de la bella Princesa del Bosque... Pero POR SUPUESTO, todavía quería destruir a la humanidad. Solo que ahora tenía planeado venir a visitarla de vez en cuando mientras arrasaba con los malditos humanos, traerle unas flores y quizás pasar una "buena noche", quien sabe...
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Shooting Star Chronicles
Fantasy¿Te ha llamado la atención esta historia? ¡Tienes buen gusto! Prepárate para una emocionante novela sobre el conflicto entre los mundos de fantasía y ciencia ficción, cuyos habitantes harán todo lo posible para aniquilarse unos a otros. Únete a la a...