El Golpe Que Recibió Orestes

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CAPÍTULO 7:

Anteriormente había mencionado que Samantha era la hija mayor de Afrodita, claro después de su tesoro más grande Orestes, Sam era novia del hijo del estafador más famoso del país, Roman Fonseca, o como ella le decía su "papirruki", tenían una relación desde hace más de cinco años, la cual Afrodita no aprobaba, porque como es posible que una hija como la suya andara de amores con el hijo de un criminal?, totalmente inaceptable.

Roman era un individuo repulsivo, tenía facciones atractivas y un buen cuerpo, pero de personalidad era lo peor, Sam sin embargo no veía eso, solo lo amaba porque él le decía palabras bonitas y tocaba su cuerpo justo de la manera que ell lo deseaba, ambos vivían en mundo rodeado de frivolidad, donde tener dinero y ser delgado era la clave del éxito.

Eran como las dos de la tarde cuando a una pícara Sam se le ocurrió idea

-Roman, baby tengo una idea que seguro te puede gustar mucho -dijo con una sonrisa de punta, mientras pasaba uno de sus dedos por el pecho desnudo de su novio- involucra mi cama y nosotros, ¿qué tal suena eso? 

Con un movimiento rápido monto a Sam a horcajadas de él y le dijo al oído, haciendo que ella se estremeciera estas palabras .

-Suena perfecto, al igual que tu 

Más rápido que inmediatamente agarraron sus cosas y se fueron del club directo para la casa de ella, cuando llegaron, Roman la agarro de la cintura y le pegó la espalda contra la pared para poder besarla apasionadamente, ella envolvió sus brazo en el cuello de él mientras que a la par enrollaba sus piernas en la cintura del mismo, sin mucho esfuerzo la cargó por las escaleras directo hasta su habitación, sin despegar los labios de ella  la posó en su cama y se quitó la camisa, ella lo imitó y continuaron profundizando el beso, seguido de eso le beso el cuello mientras -como podía- ahogaba un gemido, él le puso la mano sobre la boca, porque si por alguna razón alguien los descubria ambos serían personas muertas.

Ella asintió con la cabeza entendiendo la indirecta y siguieron besándose, ella llevó una de sus manos a la hebilla del pantalón de él y se lo quitó, él por el contrario deslizó su falda y recorrió -por su marcado abdomen- sus manos acariciándola de arriba abajo, esto hizo que ella arqueara la espalda y Roman se volvió loco -figurativamente-

-Mamirruki me vuelves loco, ese cuerpo tuyo, todo mió

-Este cuerpo es para ti, mi papirruki, soy tuya 

Todo iba de mejor a excelente para estos dos cuando una inoportuna sirvienta los interrumpió 

Tocaron la puerta tres veces y se separaron de golpe, molesta Samantha gritó

-¿QUIÉN ES? 

-Soy yo señorita Samantha, Ninfa 

-Ninfa, ¿qué demonios quieres?

-Vengo a recoger la ropa sucia, su madre me dijo que lavara toda la ropa hoy 

-Ven más tarde, no entres 

-Señorita , ¿se encuentra bien?

Mirando a Roman dijo

-Mejor que nunca

-Perdóneme Señorita pero voy a entrar, necesito lavar, y no quiero ser despedida 

-¡NO!, bueno, dame un segundo

Entre susurros Roman molesto le dijo

-¿Qué rayos te pasa Samantha, porque no la despediste?

-Estas loco Romi, si mi mamá se entera, eres hombre muerto, así vete, vete rápido sal por la ventana

Mi Gorda BellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora