Stockholm syndrome | Cornelio Vega Jr.

Capítulo 18

Narra ________.

Abrí mis ojos poco a poco, me pesaban y me ardían demasiado.

Lo primero que sentí fue una mano tomando la mía. Voltee a mi derecha y vi a Cornelio dormido en una silla tomándome de la mano.

Sonreí inconscientemente. Se mira tan tierno.

Me quedé admirandolo por varios minutos hasta que comenzó a abrir poco a poco sus ojos.

—Despertaste— se acercó a mí rápidamente tomándome la mano con sus dos manos.— ¿Cómo estás?

—Bien, creo...— susurré la última palabra. Él suspiro.

—¿Por qué lo hiciste?— preguntó y yo voltee mi mirada hacia otro lado.

—Ya estaba arta de sufrir, del dolor, de las humillaciones...

—¿Qué te hizo ese pendejo?— me interrumpió tensando la mandíbula.

—Me golpeó y me tocaba...

—¿Solo te tocaba?— yo asentí.— ¿No te hizo algo más?— negué.— Perdón...— bufó y yo lo mire con el ceño fruncido.

—¿Por qué?

—Por dejarte sola.

—Eso ya lo habías hecho desde que llegó Camila.

Se levantó de la silla, rodeó la cama y se acostó a mi lado. De repente sentí que me abrazó y depositó un corto beso en mi mejilla.

—Queria darte celos— confesó.

—¿Por qué?

—No quería lastimarte e ilusionarte.

—Me lastimaste más cuando te alejaste. Solo me hubieras dicho eso antes y ya.

—Esque no entiendes— suspiró.— Te irás en unos días y yo no quiero que te ilusiones.

—No me iba a ilusionar, sé que esto es un secuestro, lo tengo más que claro.

—Igual lo siento, nunca debí dejarte sola en esta casa llena de matones.

(...)

Estuvimos varias horas platicando de cualquier cosa y abrazados el uno al otro. Amaba esto.

La puerta se abrió y entró Catalina.

—Hola tortolitos— dijo ella y sonrió.

—Hola— dijimos Cornelio y yo al unísono.

—Les traje algo de cenar— nos enseñó una bandeja donde traía comida.

—Gracias— dije sentándome en la cama seguido de Cornelio. Ella se acercó hasta nosotros y nos entrego la bandeja.

—Espero les guste— se sentó a la orilla de la cama.— ¿Cómo sigues ________?