CAPÍTULO 28
Estaba en shock, pero mi miembro parecía no estarlo. De hecho estaba disfrutando el toque del otro chico que al mismo tiempo me estaba besando.
Intenté separarme pero mis piernas no reaccionaban, estaban tan duras como mi pene debajo del pantalón. Contuve la respiración por instinto y solté un gemido, el chico bebió de mi repentino suspiro y empezó a tocarme con mayor intensidad, rápidamente y como mi cuerpo me lo permitió lo empujé con la mano.
Empecé a acomodarme el antifaz para poder ver de quién se trataba pero sorprendentemente, al abrir los ojos me di cuenta de que el chico había desaparecido entre la muchedumbre.
Miré para todas partes, la erección fue disminuyendo conforme me mezclaba entre la gente. Necesitaba encontrar a Sam, necesitaba contarle lo que me acababa de suceder. Estuve dando vueltas por todas partes pero no la encontraba por ningún lado.
— ¡¿Qué rayos te pasa?! —escuché seguido de una fuerte palmada. Miré de dónde venía y me di cuenta de que Sam estaba allí de pie frente a Grayson alerta.
El chico se sostenía la mejilla. Me acerqué con lentitud hasta donde estaban.
— ¿Sam? ¿Qué sucedió?
—Nada. —dijo ella sin dejar de mirar a Grayson directamente—. Creo que fue mala idea haber venido ¿nos vamos? —le di una mirada extrañado a Grayson.
Miré metros más allá, Ben y Cris estaban más allá hablando tan animadamente que no sólo sentí una punzada atravesar mi pecho, sino que enseguida unas incontrolables ganas de ir hasta allá y enfrentarme a ella me invadieron.
—Sí, creo que lo mejor es que nos vallamos —le dije mientras agachaba la cabeza—. Vamos a buscar a Bryan y nos largamos de aquí.
Había desprecio en el tono de voz que estaba usando, incluso se podría hacer pasar por repudio. A dar ese momento ya no quería absolutamente nada, sólo llegar a casa y tratar de descansar aunque fuera un poco.
Sam tampoco se veía muy feliz que digamos, pero tampoco quería preguntarle qué había sucedido. Es decir, me daba miedo que se enojara conmigo por tratar de sucumbir en su vida, pero, a la mierda, soy su amigo, de alguna forma debo saber lo que le ha sucedido.
—Sam ¿qué sucedió? —le pregunté.
Sam tensó la mandíbula sin apartar la mirada de en frente. Segundos después abrió la boca para decir algo pero la cerró rápidamente. Suspiró y entonces lo dijo:
—Grayson intentó besarme.
Abrí los ojos como platos viéndola — ¿¡Qué?!
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Mamá, Soy Gay [MSG #1] ✔
Teen FictionPublicado en físico en Amazon y en formato electrónico para Kindle (más información en la primera parte del contenido) "Las maricas no juegan fútbol" Tomas tenía una vida digamos que perfecta, sin embargo, las situaciones en el amor no eran su fuert...