Eco Y Su Familia

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Capítulo 1. Eco y su familia

Hola, soy Eco. Sí, es un nombre raro, lo sé, pero os estaréis preguntando quién soy yo y qué os vengo a contar. Pues bien, soy el protagonista de esta historia y estoy a punto de sufrir una herida mortal de la que seguramente no saldré vivo, pues con la mala suerte que he tenido últimamente no creo que hoy vaya a ser el día que cambie eso.

Mi historia se traslada al pasado, a aquel fatídico día de invierno del año 2005. Mi padre era un borracho que aunque nos tratase mal nos quería mucho, y mi madre  era una más como cualquier otra: se preocupaba por mí y por mis hermanos y siempre tenía tiempo para nosotros. Es la mejor… Quiero decir lo era. No os preocupéis, ella está en un lugar mejor velando por nosotros, fue lo que les tuve que decir a mis hermanos, no quería verlos sufrir tanto, porque mi hermano mayor  le daba igual herir sus sentimientos y hacerles llorar, según él sólo les había dado un toque de advertencia sobre cómo es el mundo y la vida en general. En mi familia siempre hemos pensado que somos como los lobos, que van en manada y se protegen mutuamente y cuando hay pérdida de algún integrante de la manada continuamos hacia adelante.

Y aunque no nos guste recibir nuevos integrantes, es lo que hay. Bueno, creo que es hora de que comience a contar todo lo que ha pasado hasta este momento.

Capítulo 2. Dos nuevos cachorros

Me acuerdo perfectamente de aquel día, tenía aún 6 años y aunque no sabía mucho sobre la vida sabía que aquello iba a cambiar mi estatus dentro de la “manada”, puesto que ya no sería el más pequeño y ya no iba a tener tantos mimos como antes. Recuerdo que mi padre llevó a mi madre al hospital y me dijo que me daría una sorpresa, de haber sabido que la sorpresa era esa le hubiera dicho que no la quería, yo ya sabía que mi madre estaba embarazada. Había empezado a dar ese tema en el colegio, pero no sabía que iba a llegar tan pronto. Pasadas las horas, mi hermano mayor llamó a mi tío para que nos llevase al hospital, me acuerdo que le dijo con angustia:
Tío, mi madre ya está en el hospital. Ha roto aguas y tienes que llevarnos han pasado ya 7 horas y me han avisado que vaya ya.
Luego mi hermano entró en la habitación de mis padres buscando algo y lo perdí de vista un momento, no sabía qué buscaba, pensaba que iba a por una chaqueta o algo para mi madre, pues habían salido deprisa de casa.
Cuando llegamos al hospital, nuestro padre nos dijo:
-  ¡Sorpresa! Tenéis dos nuevos hermanitos.
En aquel momento yo pensé que sería bueno para mí, pues cuando hiciera alguna trastada o rompiese algo les podría echar la culpa a ellos.
Durante los días que mi madre pasó en el hospital mis compañeros del colegio se reían de mí, decían que mi madre se había puesto gorda porque yo era la desgracia que  ella tenía que aguantar y se alivia comiendo sin parar. Yo hacía caso omiso a sus insultos, pues la vida es una de cal y una de arena, a veces se gana a veces se pierde. Aunque no lo mostrase cada vez me sentía peor cada vez, pensaba más en sí era cierto lo que decían, si era verdad y no era por el embarazo. Cuando mi madre por fin llegó a casa del hospital no me hacía caso, se quedaba con mis hermanos pequeños dándoles mimos, jugando con ellos. Llegué a pensar que yo había nacido sin ser planificado o siquiera amado alguna vez por mis padres. Recuerdo haber estado con mis hermanos horas jugando, porque aunque me hubiesen quitado mi lugar en el estatus de la casa eran mis hermanos y les quería mucho. Sin embargo en el colegio cada vez eran menos los que se metían conmigo incluso me apoyaban  cuando estaba mal. Aunque había un grupo de 4 chicos que yo sabía que nunca pararían, que no estaba seguro ni aunque la policía estuviera delante, pero no podía decírselo a nadie y si iban más lejos del maltrato psicológico y me hacían algo más eso era lo de menos, realmente lo que más temía es que fueran a por mí familia, a por mis padres o a por mis hermanos. Yo siempre que me hacían algo me lo tomaba a risa y les hacía alguna broma.¡Dios!, ese fue el peor método que pude haber elegido, pues se enfadaban más, pero no lo mostraban. Los años siguientes vi crecer a mis hermanos mientras yo sufría de bullying: me tiraban piedras en el patio, me metían arena en los calzones, me escondían la mochila…  Y muchas cosas más que es mejor no recordar.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2018 ⏰

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