29. Por fin.

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Nathaniel estaba en la azotea, la noche caía y el rubio seguía sin saber que decirle a sus amigos. La puerta sonó y el rubio volteó.

Armin le sonrió sin ganas.

-Así que...- El azabache se acercó.- Una mierda todo esto...

Nathaniel suspiró.

-Si... Me siento el más estúpido, fácil de burlar... ridículo.

-¿Tú? - Armin se cruzó de brazos.- Yo me enamoré de ella...- el azabache suspiró y bajó la mirada.

Nathaniel asintió.

-Lo siento mucho... yo los junté... yo hice que se hablaran...

-No es tu culpa.- Armin observó a su amigo.

-Claro que si, si la hubiera dejado aparte... solo me hubiera lastimado a mi.

El azabache colocó su mano en el hombro de su amigo.

-En serio, no te culpes, son cosas que pasan... y ya acabó.

-Si...- Los dos amigos se quedaron en silencio.

-¿Así se siente el desamor?- Armin habló con la voz cortada mientras caminaba un poco más al frente.

Nathaniel suspiró.

-Si...

La puerta se abrió. Los amigos no voltearon, solo observaron como Castiel se colocaba a lado del rubio.

-Lo siento.- Lo observaron sorprendidos.- Lo jodí todo, me porté como... como Lizeth... Pero no quería hacerle daño a nadie, soy un imbécil y se que gracias a mi todo se jodió como lo hizo, pero no me meteré más en ninguna relación, no intentaré nada con Sucrette, estando contigo o no... Y si me cuentan algo de ti, te preguntaré antes de partirnos la cara.

Nathaniel sonrió.

-Gracias.

-Deberían bajar, todos están preocupados, Sucrette cree que no la quieres ver y está por darle un ataque.

Armin rió.

-Vamos.

Los tres amigos bajaron al departamento. Todos los observaron en silencio.

Nathaniel y Armin se vieron, voltearon a ver a sus amigos apenados.

-Perdón.-Habló el ex delegado.- Yo... no sé como fui tan estúpido.

-Fuimos...- Armin siguió.- Lizeth... era muy importante para nosotros y nos utilizó como quiso... No es pretexto para dudar de ustedes como lo hicimos pero...

-Callense.- Alexy habló.- Nos utilizó a todos hasta cierto punto, pero ahora todo está mejor ¿No? se han de sentir pésimo y lo sentimos mucho.

Armin y Nathaniel sonrieron.

-Supongo...- Armin desvió la mirada a unas cajas de pizza.-¿Cenamos?- Quería cerrar el tema.

Todos asintieron y abrieron las pizzas. Sucrette se acercó al ex delegado.

-Así que... ¿Pizza?- Habló el rubio nervioso.

-No... yo quiero ex delegadito baterista para la cena.

Nathaniel rió y enseguida se puso triste.

-¿Cómo se supone que tendremos algo sin confianza?

Sucrette tomó de la mano al rubio y caminaron hasta la recamara de él. Cerraron la puerta y se observaron.

La azabache se acercó al rubio, tomó su cara entre sus manos.

-Creo que esto nos tuvo que enseñar a confiar, a hablar... te prometo ser más segura... entendí que no puedo ir por la vida esperando que tu hagas todo por los dos, mi actitud fue mala, pero entendí. Si aun quieres seguir... Esta vez haremos las cosas bien. Formaremos confianza, la cuidaremos, hablaremos todo claro y nos apoyaremos

Juntos Contra Todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora