Volví a abrir mis ojos pesadamente, el techo blanco de la habitación era lo único que estaba observando. No pensaba voltear sabiendo que no estabas ahí, golpeé mi cara con la almohada que estaba donde dormías tú. Tu aroma inundado mis fosas nasales, ese olor único que tenías, era aquel perfume que te regale en tu cumpleaños, por cierto ya será pronto, tengo un regalo para ti pero seguramente no quieras aceptarlo, ni siquiera sé si quieres verme la cara.Me levante quedando sentado a la orilla de la cama, sacudí mi cabeza y me miré en el espejo que se encontraba frente a mi en aquella pared donde había muchos polaroids tuyos, algunos inservibles con frases que me ponías cuando no me encontraba en casa.
Hace días Kenta me dio un libro de poesía y me encantaría dedicarte unas cortas palabras.Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.Tal vez no tenga ningún sentido en todo lo que está pasando, me gusto para ti. Me puse algo de ropa cómoda y salí de la habitación con pocas ganas, no tenía energía y decidí comer algo; Recuerdo cuando tú solías preparar comida para mi cuando salía, regresaba y te miraba poniendo la mesa mientras sonreías al verme, creo que ahora me doy cuenta de lo tonto que soy, porque ahora no estás.
Me encontraba de pie frente el perchero, colocando mi chaqueta, no tenía ganas de comer en casa, si no es contigo no tengo ganas de nada. A ti te gustaba mucho el café, me contabas de un lugar muy lindo en Seúl al cual deseabas ir, cuando estabas conmigo nunca te lleve y me estoy sintiendo mal por eso.
Me faltaba una cuadra para llegar a el lugar, antes de entrar, vi fuera a un lindo gato con un parecido al tuyo, no puedo olvidar cuando me hacías levantarme para darles comida, o para simplemente subirlos a la cama con nosotros. Entre al lugar, no había mucha gente, me fue fácil pedir mi orden, solo pedí un café y un postre de moras, el cual dijiste que querías probar. Me senté en una mesa pegada en la pared un poco alejada de las ventanas, pensando en porque hice aquello, por eso te perdí y te extraño demasiado Yongguk.
︿
la cena estaba lista, comencé a servirla en los platos. Pasaron 30 minutos y Hyunbin aún no llegaba, tuvimos una pequeña discusión antes de que se fuera según el fue a visitar a su madre, deje de hacer lo que estaba haciendo al escuchar la puerta abrirse, en mi cara apareció una sonrisa tratando de olvidar la discusión anterior.
– Hyunbin y- — no dejó que contestara ya que provocó un fuerte sonido en la mesa que me hizo sobresaltar. El seguía molesto o eso creía.
– Por que mejor no sacas a tus animales de mi casa y de paso te vas tú, ¿crees que te amo realmente? eres un idiota. – lo último lo grito, podría jurar que mis lagrimas caían por si solas, lo mire y me retire rápidamente de la cocina sin decir nada, el seguía sentado sin hablar, con sus manos cubriendo su rostro.
Cerré la puerta de la habitación con seguro, busque mi maleta debajo de la cama, empecé a guardar mis cosas rápidamente, seguía llorando. Ese día desaparecí de su vida con ganas de no encontrarlo jamás.
﹀
Mi ángel, por favor solo quiero volver a verte sonreír como siempre lo hacías. Me encontraba mirando la ventana podría jurar escuchar tu risa y tu voz angelical, te busque con la mirada y no te encontré, tal vez solo fue mi imaginación. El sonido de tu voz sonaba más cerca, una figura se levantó del suelo y te ví, jugando con aquel gato que se encontraba fuera del local, volví a ver aquel rostro del cual me enamoré, con esa camisa color blanco que deja ver tus clavículas y tú lindo tatuaje, tu cabello algo alborotado, eras perfecto.
Entraste al lugar, no te diste cuenta que yo me encontraba ahí, me partía el corazón ver tu sonrisa mientras saludabas a aquel chico sentado algo lejos de mi mesa, te sentaste ahí, el tocaba tus manos, parecía que salía algo de humo por mis ojeras, estaba realmente celoso, y lo estaba admitiendo. El chico se despidió de ti con un beso en tus manos y salió del lugar, quería sentarme contigo y limpiar la saliva que dejo aquel tipo en tus delicadas manos, pero mi corazón sentía que tú me mirarías con odio y te irías, así que no lo hice. Trate de ignorarte un rato pero tu voz me lo impedía, estabas a un lado de mi pidiendo algo para llevar, deje caer mi cabeza sin cuidado alguno en la mesa, ocasionando que la gente volteara a verme, estaba llorando de impotencia al no poder besarte, al no abrazarte.
Una mano sobaba mi hombro con delicadeza, limpie mi cara y levante la vista agradeciendo, me estabas mirando con preocupación, dejaste tus cosas en la mesa y te sentaste conmigo.
— Bin, ¿estás bien? — no podía pensar en nada, mis ojos se perdieron mirando tus facciones, sonreíste, solo para mi.
— no sé, no que que me está pasando últimamente. — suspiraste y sacaste lo que habías pedido de la bolsa.
— este era para ti. — no comprendía.— te gusta en pie de limón, te lo dejaría en casa, quería saber cómo estabas Hyunbin.
sonreía como un adolescente enamorado en secundaria, mi corazón latía demasiado, te amo mucho.
— gracias, no merezco esto, ¿porque lo haces? — tu sonrisa seguía, bajaste la mirada y volviste a suspirar.
— al parecer extraño estar contigo, pero pensar en que harías eso nuevamente me impedía hablar contigo. —
Lagrimas salían de tus ojos, no me gustaba mirarte de esta manera, usé mis pulgas para limpiar tu llanto, acune tu rostro en mis manos y bese tus ojitos, y otra vez, me sonreíste.
— Hyunbin, quiero volver contigo. — Abrí mis ojos con sorpresa, yo no quería hacerle daño nuevamente.
— Longguo, eres jodidamente precioso. — mis labios se juntaron con los tuyos, correspondiste al beso, era lento y tierno, como todos aquellos que hemos tenido. — no quiero pelear contigo jamás, quiero que nuestro amor sea eterno, quiero despertar con el olor de tu excelente comida, o contigo al lado.
— te amo Hyunbin.
— te amo más, Yongguk.
ESTÁS LEYENDO
everyday; kygk ⁺ khbn
Poetry"Todos los días, para ser honesto, todos los días te llamo."