¿Le temes a la muerte?
Sentir como el corazón se detiene, la sangre helarse, la piel erizarse, el hueco en el pecho que te consume en un abismo de desesperación, así como la forma en que tu alma abandona tu cuerpo, son cosas que ocurren cuando se le menciona al ser humano la presencia de dicha desgracia. Es natural para una persona el tenerle pavor a la muerte, la mera idea de abandonar el mundo terrenal y dejar atrás todo por lo que ha trabajado toda su vida; puede que aún peor, el terror de perder a un ser querido ya sea un padre, hermano o incluso la persona con la que compartes tu vida, está en la naturaleza humana tener miedo de perder a alguien que amas.
¿Qué pasaría si un humano no le tuviera miedo a la muerte? ¿Sería incluso considerado como uno? ¿O sería una bestia más?
En los tiempos cuando los hombres surcaban las aguas en busca de riquezas y aventuras, en la época donde los piratas trataban de domar los mares, una leyenda surgió, se cuenta que, en una noche de tempestad, en medio de nubes azabache, truenos, rayos, olas que sacudían con fuerza tanto los océanos como las costas, en medio de la fuerte lluvia, fue donde nació Yuta, el bastardo de un pirata y una esclava japonesa.
Los años pasaron en un parpadeo y aquel bebé creció sano y fuerte lejos del mar, a pesar de su corta edad el adolescente entendía a la perfección su situación, estaba acostumbrado a el constante maltrato y la explotación a la que estaba siendo sometido por el simple hecho de ser hijo de una esclava, era normal en su vida el escuchar insultos, la sobrecarga de tareas y los azotes que recibía cuando le faltaba al respeto a sus amos por defender a su madre, esa era su forma de vida, pero estaba harto de eso, odiaba la estúpida jerarquía que existía entre los humanos, detestaba todas las injusticias a las que eran sometidos todas las personas con las que había compartido toda su vida, quería simplemente salir de ese lugar y ser libre; solo su madre sabía que Yuta estaba completamente enamorado del mar, por más que trataron de alejarlo su vida no estaba en tierra firme, los océanos lo llamaban fervientemente, ese era el lugar al que realmente pertenecía. Ella sabía que a pesar de todo él sería como su padre, su bebé estaba destinado a ser un pirata y aún que le aterraba, no había nada que pudiera hacer para evitarlo.
Fue cuando ella dejó este mundo que aquel jovencillo decidió abandonar todo y huir a la costa, no fue fácil, casi murió en el intento, pero logró escapar de sus amos y en un suspiro él ya se encontraba surcando los mares en un barco pirata. Mantuvo un bajo perfil por meses, aprendió todo lo que tenía que saber sobre barcos, navegación, lucha con espada, entre muchas otras cosas más. Con forme mejoraba comenzó a forjarse fama de asesino despiadado, un jovencito astuto y de sangre fría al que no le tiembla la mano al momento de deshacerse de los que le estorban.
En su estadía entre piratas el escucho miles de historias sobre seres mitológicos que habitaban los mares donde ellos navegaban, el entendió cuando le dijeron que el mar no era de los hombres, y como algunos cuántos tripulantes más él estaba perdidamente enamorado de la diosa del mar, la bella Calypso. Todos sabían que era una mujer indomable que no le pertenecía a nadie y que no temería demostrar quién es la que manda, ella era el mar y ella era la que decidía que ocurría sobre todos esos humanos que buscaban refugio entre sus brazos. Yuta que siempre había profesado su amor incondicional al mar ahora tenía un nombre por el cual llamar a su amor.
Fue un par de años después de unirse a la tripulación cuando la desgracia atacó al navío, una tormenta los tomo desprevenidos destruyendo el barco y dejando a la deriva a algunos cuántos tripulantes que no murieron en medio de la destrucción. Yuta recuerda la lucha que hizo por sobrevivir en medio de las violetas olas del mar, fueron interminables las horas en las que estuvo en medio de tanto caos, sus músculos estaban entumecidos por la helada agua, el aire quemaba con fuerza sus pulmones que parecían nunca tener suficiente oxígeno, estaba agotado, más no se quejaba, pensaba que su vida había sido buena y que al menos por un tiempo pudo sentir la libertad que tanto anhelo.
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Timeless (YuTae/TaeYu)
FantasyAl borde de la inconsciencia Yuta recuerda una voz, un suave murmullo sobre su oído, una suave melodía que apaciguaba los sonidos del desastre y relajaba su agotado cuerpo. "Pirata, ¿le temes a la muerte?" "No" respondió él en un último suspiro ante...