Capítulo 1: Abby

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Definitivamente el mundo me odia, ¿es que ahora no puedo tomar ni un simple café tranquila?

Bueno se preguntaran ¿De que rayos nos está hablando esta loca?, tranquilos, numero uno: no estoy loca, aunque... bueno quizas si pero solo un poco, mas bien lo normal de locura que puede tener una adolecente de 15 años.

Dejando mi ¨locura¨ de lado me presento, mi nombre es Abby Baker, nací el 1 de Abril del 2002 en una familia corriente de Manhattan. Tengo un hermano mayor llamado Toby Baker, que no se parece nada a mi, yo tengo el pelo castaño rojizo y el negro, yo tengo los ojos grises y el café oscuro, soy palida con unas pecas en los cachetes, mis amigos dicen que soy tan blanca que hasta la leche se ve negra al lado mio y mi hermano en cambio tiene un bronceado de comercial por andar mucho en la playa con sus amigos, y finalmente, básicamente yo soy mujer y el hombre. Saquen las conclusiones que quieran pero el es mi hermano.

Hablando de padres, bueno tengo un padre, supongo, pero nunca lo he visto y una madre, dejenme decirles que no es en absoluto como las típicas madres comunes y corrientes, tuvo que pasar muchos obstáculos para poder darnos una vida noble y digna, como sabrán criar a 2 hijos es muy difícil en especial si no tienes a alguien que te apoye. Mi mama se llama Susan es una copia exacta de mi hermano, no ella no es la copia, mas bien Toby es la copia barata de mi mama.

Ya, mucho de mi vida, volvamos en donde nos habiamos quedado: Mi cafe.

Como todos los dias de mi vida, hoy fui a la escuela y después de un largo dia escribiendo y escuchando al profesor Frederick hablar de la segunda guerra mundial. No se ni porque nos enseñan estas cosas, ya pasaron y a mi no me interesa nada que haya ocurrido ¨A.A¨ osea,antes de Abby. Bueno dónde estaba... ah sí el instituto, el instituto ¨Le Rosey¨, un colegio común sin nada en especial aparte de los estudiantes que lo unico que saben es causar problemas y profesores que les importa un ibuprofeno lo que hagamos, ya se habran dado cuenta de que este colegio en particular no es de esos colegios de película y de clase alta con niños engreídos que botan dinero, pero que podemos hacer.

En medio de la lección de hitler vi a una criatura en la ventana, era tan horrible que me asuste y grite en medio de la clase. El señor Frederick me quedo mirando molesto

-Señorita Baker ¿Se podría saber a que se debe aquel grito?-

-Profesor Frederick hay un monstruo en la ventana- Le respondí con toda mi sinceridad, pero como temía nadie creyó que era verdad mas bien todos se burlaron de mi.

-Silencio por favor. Señorita Baker, basta de bromas, en la ventana no hay nada. Estoy harto de sus bromas señorita

-Pero señor no es mentira le juro que vi algo ahí- El señor Frederick se dirigió a la ventana.

-Señorita Abby ahi no hay absolutamente nada- En efecto el monstruo que vi hace unos minutos afuera de la ventana había desaparecido.

- Perdón Profesor- me senté en mi silla avergonzada

Ya cuando me había calmado y el profesor seguía con su lección, sentí un escalofrío como el que había sentido hace un momento y juraría haber vuelto a ver al monstruo, no se ni porque lo hice pero grite otra vez y estaba vez el señor frederick me miro muy enojado.

-SEÑORITA BAKER ya me canse de sus bromitas, esta es una sala de clase no su casa, basta de estar creando cosas.- Me miro con el seño fruncido y con unos ojos llenos de furia- Está castigada, la vere en detención después de clases-

Juraría por mis remedios que había visto algo, solo no se exactamente lo que era, se que sueno como una loca pero es verdad.

AGH ¿es que acaso este día no puede estar peor?

No tenía idea lo mucho que iba a empeorar.

Al finalizar la clase, me dirigí a mi lugar favorito de todo el mundo, la cafetería Salvatore un lugar en el que podía escuchar todo tipo de musica y disfrutar de un delicioso café. Pero justo cuando iba saliendo el profesor Frederick me detuvo.

- A donde cree que va señorita Baker, déjeme recordarle que usted está castigada-. OH mis Propóleos, dos horas extras en el salon sin desear nada mas que mi preciado café ¿pero que entretenido no? hágase notar mi sarcasmo por favor.

Terminando mi castigo me dirigi a la cafetería, pedí mi Espresso Mocha Blanco de siempre y me fui a sentar a mi asiento favorito, el que está al lado de la ventana y los parlantes, a esperar que la mesera me traiga mi pedido, al parecer es nueva porque nunca antes la había visto, era alta, un poco vieja y tenía el pelo negro, juraria que me miraba con una mirada asesina como la de un animal que mira a su presa antes de atacar, al verla los escalofríos volvieron, sentí como si de algún modo ya la hubiese visto en alguna parte lo cual es imposible, ya que supuestamente la señora venía de México y yo queridos lectores en mi vida he siquiera probado un simple taco, y menos he ido a México, sea lo que sea la señora no me daba buena pinta, pero después me convencí de que no era nada y solo estaba pasándome el rollo, por que ¿Qué me puede hacer una señora vieja y mal pagada?, ¿Echarle sal a mi café?, además nunca antes la habia visto por lo cual ella no debería tener ninguna razón para hacerme daño ¿o sí?.

Esperé mi orden, pero esta vez la señora se tardó más de lo usual. Después de un milenio por fin llego mi café, pero adivinen ese no era mi pedido, los muy ibuprofenos me dieron un capuccino, llamé a la mesera

- Disculpa este no es mi pedido-

-Y a mi que niña engreída tómate lo que te traje ya que va a ser tu ultima bebida.

-¿Disculpe?- la mire desconcertada.

-Le dije que me perdonara señorita ahora le traigo su pedido- No se porque pero juraría que eso no fue lo que me dijo, debo estar imaginando cosas.

Que día mas raro, después de que me trajo mi amado Espresso, y me lo estaba apunto de tomar cuando ocurrió lo peor que me podía imaginar..........

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⏰ Last updated: Feb 08, 2018 ⏰

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AbbyWhere stories live. Discover now