~"Probablemente aún me adores con mis manos alrededor de tu cuello. ¿Puedes sentir el calor?"- Hotter than Hell- Dua Lipa.~
Dejé que Harry decidiera el menú y nos sentamos en la barra del camión de comidas. Había pedido toda una degustación, con diferentes platos y sabores.
-Creo que este desafío tendría que tener algunas reglas.- Comentó mirandome como un gran niño.
-¿Cómo cúales?- ¿Qué tramaba?
-Primera regla, nada de temas como el trabajo o tú...- Aunque no pudo terminar su oración, sabía muy bien a qué se refería, asentí en acuerdo. -Segunda regla, seamos realmentes sinceros. Con lo que digamos y con lo que sentimos. ¿Entiendes a qué me refiero?- Asentí otra vez, intrigada respecto a sú última petición.- Tercera regla, el juego termina cuando uno de los dos se pase de la raya.- Se refería al toque más allá del necesario, besos, por ejemplo. Como los que nos habíamos dado anteriormente, por ejemplo.
-¿Algo más, señor juez?- Pregunté, mirándo la comida que tenía frente a mí.
-Una última regla, sé libre.- Aquella voz ronca sonó con una seriedad absoluta.
De todas las reglas que había impuesto esa era la más grave e importante. Sus palabras fueron como una pequeña cerilla en el medio del abismo, esperanza. Cuántas veces había querido escuchar esa frase, su significado era tanto para mí pero había sido dicha por el ser incorrecto. Claro que no dejaba de ser lo que era, libertad, aunque fuera por una noche. ¿Qué podría pasar? Podrían ocurrir las peores tragedías pero esperaba que el entrenamiento que tenía para controlarme fuera suficiente. Me arriesgaría, que más daba.
-¿Le gusta este restaurante de lujo, mi lady?- Bromeó continuando con nuestra charla.
-Es mejor que muchos de ellos.- Admití.
-¿Encerio?- Sostuvo la cerveza a milímetros de sus labios con sorpresa.
- Sí, esos lugares son... Cómo describirlos... Aburridos.- Pensar en adjetivos mirando algo tentador era realmente difícil.
- Es la palabra exacta. Puro lujo y no son nada interesantes. Tienes que ser tan correcto en ellos, tan estructurado.- Harry arrugó la nariz, maldición, se veía adorable.
-Si...- Un silencio comenzaba a instalarse entre nosotros pero nuestras miradas aún seguían conectadas. -Pero no puedes traer a un grupo de accionistas a un lugar como este. ¿Imaginas eso?- Bromeé, cumpliendo con su última regla, sería yo misma. Esa chica que estaba escondida debajo del peso de mi pasado y mi presente.
-Sería algo loco.- Dijo riéndose. -Incluso es loco esto.- Nos señaló y levanté las cejas esperando una explicación. - Pensé que me ibas a decir que no.-
- Al principio sí pero luego pensé, tienes 24 años, salir un poco de tu rutina no estaría mal y aquí estoy.-
- Hubiese jurado que eras mayor.- ¿Qué? De seguro, mi cara tenía una mueca extraña. - Era broma, Ciara.- Me relajé un poco. -
Suspiré, me había molestado ese comentario. Parecer mayor a mí edad era algo que no me agradaba, soy una mujer joven, que se comportaba como tal. Pero, tal vez, no era errada sú declaración. Mis responsabilidades necesitan de alguien más grande y yo envejecí. Mi forma de caminar, mi forma de vestir comparadas con una chica de mí edad resultaban maduros.
Nos quedamos callados por un momento, degustando la comida aunque sus ojos no me soltaban por ninguna razón. Le devolvía la mirada, era imposible no hacerlo si se trataba de esos grandes y selváticos ojos. Tantos tonos de verde mezclados, tantos mátices juntos, paz y salvajismo en un mismo paisaje. Resultaban tan ficticios. Debía parecer patética al no decir ni una sola palabra pero me encontraba en una especie de trance. Pero no duró mucho, o tal vez sí, no podría decirlo.
-Realmente, eres... peculiar.- Entrecerró sus ojos, penetrando aún más en los míos y se acercó.
-¿Eso es un cumplido?-
-Sí.- Sonrió descaradamente. -Un muy buen cumplido.-
-No sé si estás llamándome rara o realmente siguiendo con el desafío.- Jugué también.
-Estoy coqueteando contigo.- Nuestro espacio se redujo un poco más.
-¡Por dios! ¡Harry Styles me está coqueteando!- Fingí emoción y me abaniqué exageradamente.
-Cumplí tus sueños, lo sé.- Guiñó uno de sus ojos y rió estridente.
-¡Ahora puedo morir en paz!- Su risa me contagió instantáneamente.
-Todavía no.- Se puso serio por un momento.- O eres inmortal. ¿Lo eres?-
Reí negando, él era muy elocuente y sus preguntas resultaban algo graciosas. -Rompiste una regla, Styles. Punto para mí.-
- Rayos, creo que no podré contra ti.- Se burló.
-Ríndete.- Me acerqué desafiante, sabía que podía forzarlo a equivocarse.
Se acercó a mi lo suficiente para sentir su cálido aliento chocar contra mis labios. Mi vista pasó de sus labios provocadores a sus salvajes ojos. Estaba atrapada allí dentro y no tenía ni las más remotas ganas de escapar. Su mano tomó mi mentón dejándo toques que me sacaban toda la cordura. Buscaba que yo cometiera el error y, maldita sea, claro que quería equivocarme. Había dado vuelta la situación dejándola completamente a su favor. Mi contrincante era hábil pero yo tenía mis trucos también. Miré un momento hacia abajo, moridéndo mi labio inferior y volví a conectar con sus ojos sin soltar mi labio. Llevé mis manos hacia su nuca, con una de mis manos tomé su cabello y con la otra recorrí su nuca, viajando por su cuello y subiendo hacia su mandíbula. Sus ojos brillaron aún más y parecía realmente afectado. Sonrió mostrando sus hoyuelos y con su pulgar presionó mi labio inferior.
La atmósfera estaba estática. Mi corazón daba brincos salvajes y sabía que tenía que controlarme, cualquier indicio que diera de una falla en mi control sería un punto para él. Una señal de que me había afectado realmente. Le sonreí y me alejé de él lentamente. No dejaría que triunfara, nadie iba a ganarme.
-Juegas sucio, Styles.- Tomé un largo trago de cerveza, calmando cada hórmona de mi cuerpo.
-En el amor y en la guerra todo vale.- Respondió soberbio.
-¿Y cúal de las dos sería en este caso?- Pregunté curiosa.
-Un poco de las dos, ¿No crees?-
-No lo sé, para mí es más guerra.- Quería convencerme a mí misma de que no estaban involucrados los sentimientos realmente.
-¿Qué tipo de guerra exactamente?- ¿A qué se refería? Lo miré algo confundida. -Hay diferentes guerras. Por ejemplo, algunas se disputan en la calle, armados con insultos y rencor; y hay otras que se disputan entre sábanas, armados de besos y pasión.-
Pensamientos sucios cruzaron por mi cabeza y me sentí acalorada. Las luces parpadearon y mis mejillas se tiñeron de rojo. Imaginarme junto a él, unidos por la lujuria. Esos ojos salvajes sobre mí, su calor, sus toques, sus besos, sentía que me hundía en nuevas sensaciones. Mi vientre se movía inquieto, mi boca se secó por un momento y su mirada inquisitiva e intensa solo aumentaba la gravedad de mi estado. Harry seguramente había notado mi estado respecto a su explicación. Bien jugado, Styles. Pero la noche es larga y no te dejaré ganar. O quizás, no se lo deje tan fácil por que no veía con mala cara perder en esta ocación.
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Dorchadas Álainn ||H.S|| a.u (Wattys 2019)
Fanfiction>>>>>EN CORRECCIÓN <<<<La muerte de su familia la marcó, le obligó a cerrar el corazón. Un poder nuevo, sombrío y peligroso, la alejó de todos. Una nueva responsabilidad la hizo madurar de golpe. Ciara aprendió a controlar...