Gran Error (Wolvesilver / X-men / Parentwolvesilver)

Últimos meses

Logan despertó de un sobresalto al escuchar como Peter se quejaba entre sueños y se removía angustiado, era claro que el muchacho tenía pesadillas, pero cuando escuchó su nombre de los labios del menor, su corazón se detuvo.

Con un suave golpeteo en el hombro le hizo reaccionar, ocasionando que Peter se despertara de golpe. De inmediato le regalo una mirada llena de miedo y se contrajo al otro lado de cama, cerrando los ojos de forma le comenzó a gritar.

- Lárgate, no me hagas sufrir. ¡Vete ahora! - al decirlo sus ojos estaban aguados y su cuerpo temblaba, Logan como pudo abandonó lo más rápido que pudo la habitación.

Quicksilver se acurrucó e intentó calmar entre sollozos, ya era parte de sus días despertar en medio de pesadillas, por lo general se trataban de Logan siendo aún más cruel, una que otra vez Erik se cruzaba en sus malos sueños.

Entre sollozos volvió a dormirse, mientras Logan sin hacer ruido entró a la habitación, tapando al chiquillo que ya estaba más que frío, con cuidado limpio un par de lágrimas.

Se fue al patio de la mansión sintiendo el gélido clima de finales de diciembre, apenas tenía una camisa, pero necesitaba sentir el frío en su cuerpo. Le dolía lo que acaba de pasar, nunca pensó lo dañado que estaba su chico, y pensar que él era el culpable de todo, no pudo evitar derramar algunas lágrimas de frustración mientras no parada de desordenar su cabello de forma furiosa.

A lo lejos se venía caminando lentamente a los dueños de la mansión, tenían las manos tomadas y no dejaban de darse miradas cargadas de pasión, a Logan le tranquilizaba que si sus futuros suegros lo habían logrado, aún habían esperanzas para él. Aunque Peter no era tan laxo como Charles, ni Erik había sido tan cruel como él.

Rápidamente chequearon que Peter se encontrara bien, al verlo durmiendo tranquilamente se fueron a su habitación. Apenas cruzaron la puerta, Erik arrinconó a Charles contra la muralla, besando su cuello de forma apresurada, su lengua recorría desde la mandíbula hasta la clavícula, rápidamente sintió como la erección de su esposo se estaba activando al igual que la suya, no pudo evitar chupar el cuello de amor al sentir como este gemía bajito.

Sin aviso lo llevó hasta la cama, mientras Charles se enrollaba a su cintura, cayendo juntos en el lecho. Rápidamente, ambos hombres quedaron sin ropa dándose cuenta como sus cuerpos tenían secuelas de la noche acalorada que habían tenido en el hotel, pues Charles tenía un cardenal en la cadera y la espalda de Erik estaba llena de rasguños.

- Señor Lehnsherr no cree que ha sido suficiente.

- Contigo cariño, nunca es suficiente, eres mi heroína.

- Te amo metalitos.

- Oh Dios, este culo va a pagar ese estúpido apodo - al decirlo le dio unas fuertes nalgadas, provocando que Charles se calentara aún más, enroscándose en su cuerpo y tomando sus labios de forma posesiva, no dejaba de morder su labio inferior.

Se besaron hasta quedar sin aire, en algún momento decidieron que pronto comenzaría la vida en la mansión, así que lo más sensato era tomar una ducha y por qué no hacerlo juntos.

Charles gemía mientras con todas sus fuerzas intentaba mantenerse de pie, Erik le daba estocadas de forma rápida y profunda, sentía todo su cuerpo quemarse y sus piernas se sentían fatigadas, Erik por su lado no podía creer que siempre el sexo con su esposo era una de las mejores sensaciones.

Cuando estaban pronto a tener un orgasmo, Erik se acercó y mientras Charles se giraba, lograron alcanzar sus labios, juntos lo tuvieron mientras se besaban de forma obscena. Rápidamente Charles cayó en los brazos de su esposo, quien suavemente lo sostuvo dando suaves besos en su hombro, Erik terminó de enjuagarlos a ambos y al estilo princesa lo cargo hasta la cama desordenada.