Thomas. - Incompleto

Seis años y medio antes

- ¡Ya voy!. Gritó Thomas mientras terminaba de preparar los platos en el comedor, se acomodó el cuello de la camiseta y metió algo en el bolsillo de esta. Caminó hacia la puerta y al llegar a esta soltó aliento el cual con su mano tapó, notó que su aliento olía bien y abrió la puerta.

Al abrirla vio a Mélani enfrente de él con un vestido rojo elegante, de esos que no se sujetan en los hombros, sino que quedan un poco más abajo, tenía unos aretes diminutos con una imitación de diamante, sus ojos miel con pestañas enchinadas se veían deslumbrantes detrás de sus lentes y su cabello que seguía igual de largo como la primera vez que se conocieron caía de por sus hombros como rizos flameantes en una mar lleno de pecas que era su piel.

- Wow. Dijo Thomas perplejo.

- ¿Qué? ¿Es demasiado?. Preguntó Mélani preocupada.

- No, es solo -. Thomas tardó en completar la oración.- te ves hermosa.

Mélani sonrió y se ruborizó.

- Pasa, la cena está hecha, la preparé yo.

- Vaya, veamos si te puedes casar o no. Repuso ella mientras pasaba por la puerta.

- ¿casar?. Preguntó Thomas nervioso mientras cerraba la puerta detrás de él.

- Sí, es un dicho tonto, así se dice cuando cocinas rico o no-. Mélani río.- ¿nunca lo habías escuchado?

- No, nunca.

- Pues bueno es la primera vez que lo escuchas-. Contestó la mujer mientras sonreía.- Bueno comamos muero de hambre.

- Si claro, perdón, vamos al comedor.

Los dos caminaron hacia el comedor y Mélani notó que la pintura de la casa de Thomas se estaba cayendo.

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Llegaron al comedor el cual tenía solo dos sillas. En la mesa había una vela blanca encendida , dos copas de cristal hondos, un vino blanco, una canasta con pedazos cortados de pan y dos platos de metal con los cubiertos envueltos en una servilleta de tela. Mélani al ver esto pensó por unos instantes que estaba en un restaurant de lujo.

- Tome asiento mi lady. Dijo Thomas mientras retraía la silla de la mesa.

- Gracias mi querido caballero. Mélani hizo un ademan de sujetarse un vestido largo y se inclinó un poco, después de esto se sentó y Thomas acercó la silla hacia la mesa.

- Deja voy por la comida. Dijo Thomas mientras tomaba los platos.

- Si está bien, y no tardes tengo hambre. Contestó la mujer.

Thomas se retiró y fue a la cocina. Mientras que Thomas servía los platillos Mélani observaba la casa de Thomas, que aunque no había sido la primera vez que entraba a la casa, nunca se había puesto a verla detenidamente y se dio cuenta que el lugar parecía viejo y descuidado, al igual que la pintura verde pastel que antes habría sido deslumbrante ahora estaba opaco y mugriento, dando el parentesco a una manzana echándose a perder. Sin duda le comentaría a Thomas de eso.

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Mientras Mélani observaba la casa Thomas en la cocina servía los platos con espagueti a la boloñesa dejando en cada uno de los platos dos albóndigas que se rodeaba de la pasta.

"a ver si ya te puedes casar" . Ese pensamiento no salía de su cabeza y por algún motivo lo ponía súper nervioso. "¿Acaso ella se quiere casar?¿estará lista?¿debería de hacerlo?". La mente de Thomas fue bombardeada con muchos pensamientos.