Una vida de euforia.

Hola, primero que todo quiero agradecer a todos los que leerán este pequeño libro y quiero que sepan que seré lo más sincera y realista posible para que puedan captar cada detalle de lo que he vivido.

Todo empezó un 15 de Junio del 2006. Era un día soleado y yo contaba con tan sólo 9 años. Aunque era pequeña, mi cara ya había visto pasar muchas veces mis lágrimas gracias a todo lo que había sufrido. Hasta mis cuatro años puedo decir que tuve una vida normal, no recuerdo mucho pero lo que se es que era feliz.

Una noche mi padre regresó totalmente ebrio a casa y apestando a licor. Yo estaba en mi cuarto con mi hermana pequeña y lo único que escuchábamos eran los gritos de mi mamá seguidos por los de papá. Yo abrazaba afectuosamente a mi hermanita para tranquilizarla aunque seguíamos escuchando mamá que decía: -"¡Vete de aquí, no mereces esta familia, no mereces mi amor ni el amor de nuestras hijas!"- Papá se quedó unos minutos en silencio y luego dijo: "Si eso es lo que quieren, pues lo haré. ¡Me iré de esta casa vacía de amor.!

Escuchamos el sonido ensordecedor y triste del portazo dado por papá y nos quedamos atónitas mi mamá y yo. Mi hermanita era todavía muy pequeña para entender lo que estaba pasando así que la dejamos que jugase con sus muñecas y cascabeles un poco.

Pero al cabo de un rato escucho la puerta que se abre, esa puerta que antes me había hecho sentir abandonada y triste y veo a mi padre.

No recuerdo muy bien lo que pasó pero lo que si me marcó a la perfección fueron los días pasados con mi padre en casas de personas desconocidas. No sabía nada de mi madre, absolutamente nada; lo único que me consolaba era su recuerdo y las canciones que nos cantaba a mi hermanita a mi antes de dormir.

Después de varios años viviendo de casa en casa, con familiares que hasta ese periodo no había conocido, mi madre encuentra un "trabajo" en Alemania. Viene contactada por una cierta empresa que quería ayudarla a realizarse como persona en el exterior. La verdad es que estas empresas quieren sólo explotarte y lamentablemente eso fue lo que le pasó a mi madre.

Estuvo varios días encerrada en un apartamento sin agua y sin comida. Pero gracias a su entonces novio, o amigo italiano,( la verdad no se que tipo de relación había entre ellos) mi mamá pudo salir de ese infierno y al final decidió casarse con el. Y ésta es la razón por la que ahora me encuentro en el otro lado del mundo, en Italia.

La verdad es que nunca me habría imaginado que habría salido de mi país algún día, y todavía me parece increíble estar en este país; pero aquí todo es diferente y armonioso. Al principio fue muy difícil acostumbrarme a la cultura, a la comida, a la manera de hablar, al idioma, a la gente, a todo. Lo peor fue que tres días después de haber llegado, tenía que ir a estudiar. Genial, nueva escuela, nueva gente, otro idioma. En cualquier parte del mundo es normal que seas nuevo en la escuela pero si no sabes ni siquiera como comunicarte con los demás, todo se vuelve mil veces peor.

Recuerdo perfectamente ese día. Era un día de invierno, y yo estaba muy nerviosa. Cuando llegue a mi salón, todos me miraron sonrientes y yo pensé: "ok, todo bien hasta ahora." Lo único que dije fue un : "ciao." Y por supuesto con una sonrisa de oreja a oreja para que pareciera un poquito simpática. No fue una experiencia tan traumática como pensé pero si fue muy difícil. Al inicio todos me parecían tan inmaduros y lo que más me sorprendió es que las niñas acá, desde que tienen como 12 se maquillan, me parecían ridículas, aunque luego lo empecé a hacer yo también jajaja.

Pasaron varios meses y todo iba mejorando poco a poco, empecé a hablar con todos los chicos de mi salón y entendía todas las clases. Pero, desde el último día de escuela, cambió todo. Yo estaba hablando con unas amigas en mi salón y de repente sentí un flash en mi cara. Lo primero que hice fue voltearme para mirar quien había tomado la foto, pero no vi a nadie.