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-Renjun, ¿puedes llamar a Jeno y a Jaemin? La cena está servida. –Dijo aquella persona al cuidado de nosotros. Todos los miembros se encontraban en la mesa de aquel gran edificio preparados para finalmente cenar después de un largo día a excepción de dos personas. Todos sabíamos que Jeno y Jaemin eran mejores amigos, nadie lo dudaba, nadie lo criticaba, generalmente todos éramos así de unidos, aunque ellos eran genuinamente inseparables.

Asentí levemente con la cabeza, no me gustaba ser irrespetuoso hacia aquellas personas por el simple hecho de que me están ayudando a cumplir mi sueño, siempre me gustaba ayudar, a veces limpiando, a veces hablando con ellos (y aquello servía para improvisar mi coreano) o con la tarea que fuese. Comencé a caminar hacia el elevador hasta adentrarme en él y seleccioné el decimotercer piso, dónde se encontraba nuestro salón de expresión y dónde ellos normalmente iban a jugar alguna aplicación de guerra en sus teléfonos celulares.

-¿Chicos? Me han enviado a decir qué.... –Abrí la puerta sin aviso, encontrando a un Jaemin sentado en las piernas de Jeno, besándolo.

-¡Renjun! –Jaemin brincó de sus piernas y miró a Jeno con dolor, con preocupación.

-Lo siento, lo siento mucho...-comencé a tartamudear, me encontraba demasiado nervioso y arrepentido sin incluir el hecho de que el coreano no era mi lengua materna. –Yo solo quería decirles que la cena está lista, perdón. –Mi voz falló antes de que cerrara la puerta recargándome sobre ella, dejando mi peso guiarme hasta el piso. Cerré los ojos con fuerza, estaba demasiado confundido.

-¡Renjun nos vio, Jeno! –La voz de Jaemin sonaba enojada, frustrada y debo admitir que me dolió escuchar aquello en su voz, después de todo, éramos amigos.

-Estará bien, en serio, debemos confiar en él y hablarlo cuando sea momento NaNa. –Respondió Jeno con voz calmada.

-¡No! ¡No me llames así! ¡No ahora Lee JaeNo! –Dijo Jaemin antes de abrir la puerta dónde me encontraba recargado haciendo que me cayera hacia atrás. Al verme, éste dio un pequeño respingo y sus ojos cambiaron completamente a una expresión que jamás había visto, creí que me diría algo pero simplemente siguió su camino hacia el elevador, el cuál subió en un abrir y cerrar de ojos.

-Venga... -Jeno me ayudo a levantarme, sin embargo, no me sentía con las fuerzas para poder mirarle a los ojos, estaba muy apenado por la situación en la que había puesto a ambos chicos.

-Bien, si no vas a hablarme más porque me gustan los chicos, entonces Renjun...-antes de que pudiera decir una palabra más, negué con la cabeza varias veces.

-No es eso, Jeno. Lo siento muchísimo, no quería causarles problemas, es mi culpa, soy un malagradecido, me duele que peleen, debí haber tocado la puerta, y ahora Jaemin está enojado, él se ha ido y yo...-En aquel momento escuché una pequeña risa que hizo que lo mirara, él estaba sonriendo hacia mí.

-Ése no es problema, hyung, ambos sabemos que tan dramático puede ser NaNa a veces. –Su sonrisa se ensanchó y me abrazó. –Gracias por entenderlo. –murmuró.

-No le diré a nadie. –dije de igual manera y él alborotó mi cabello.

-Sé que no, venga, vamos a cenar, chino. –me sonrió con aquellos pequeños ojos por última vez y fuimos a cenar.

Luego de algunos días de aquel incidente, finalmente pude hablar con ambos, me dijeron que no eran pareja cómo tal, tenían miedo de formalizarlo puesto a que apenas acabábamos de tener nuestro debut con "Chewing gum", cosa que entendí perfectamente. El tiempo pasaba relativamente mientras hacíamos las promociones y sentí como la relación entre todos los miembros de NCT Dream comenzó a ser más fuerte, lo cual me hacía demasiado feliz, éramos una familia perfecta, hasta aquel día. Jaemin había practicado demasiado ésos días y también había estado haciendo ejercicio, se estaba esforzando demasiado, incluso más de lo que podía. Teníamos una práctica de danza, él estaba listo para hacer una vuelta, pero sus pies se enredaron con uno de los cables que Jisung y Haechan habían dejado a mitad del salón por jugar haciendo que cayera y golpeara con una de las bocinas. Jeno corrió hacia él y Mark fue a toda velocidad a llamar a nuestros profesores o mánager. Los gritos de dolor de Jaemin sólo cesaron cuando de sus ojos comenzaron a brotar lágrimas por el dolor hasta que finalmente llegó uno de nuestros profesores de danza y lo llevó al médico que se encontraba en el edificio.

你很漂亮。Where stories live. Discover now