Sentimientos encontrados florecieron en el pecho del azabache al poner un pie sobre su antiguo hogar, el nerviosismo se apoderó de su cuerpo pero en su semblante parecía que todo salía a la perfección. Su mente se martirizaba una y otra vez con las palabras que debían salir de su boca al momento de encarar a su padre, aunque contaba con Elena, Raven y Bhufir que le seguirían hasta la muerte con devoción él no los tomaba en cuenta para sus planes. No eran más que peones en un tablero donde él era el Rey. La recepción de la guardia real llegó con armas para recibir a los extraños, sin embargo cuando encararon al príncipe Loki sus armas se bajaron y la expresión de regocijo nació en sus rostros, uno de los príncipes había vuelto sano y salvo a casa después de ocho largos años.
—Quiero una audiencia con Odín. —No lo llamaría padre. —He regresado a Asgard tras cumplir con la tarea que me fue encomendada, requiero, no, más bien exijo que me lleven a donde él ahora mismo. —La voz de Loki era imperiosa, denotaba porte, elegancia y poder. Nadie fue quién para detener a su comando y recibiendo a su séquito junto a él fueron encaminados todos por los jardines imperiales hasta llegar a la cámara del Dios de Todo. Al ingresar a la cámara Odín esperaba frívolo e incrédulo ¿Su hijo había sobrevivido? Eso era lo que más le sorprendía, pero fuera de su papel como Dios, su lado paterno salió a flote con un ojo lloroso y una sonrisa radiante que escupió un vozarrón tremendo a penas vio la figura de su niño, niño que ya no existía más, vuelto un hombre.
—¡Mi hijo ha regresado! —Alzó sus brazos y aquellos que hacían de consejo en su cámara real se alzaron entre vítores y canturreos de bárbaros.
—Hola, Dios de Todo. —Su mirada aguda y penetrante se posó en la de su padre, los viajes del muchacho se veían reflejados en su pupila, Loki había perdido el nerviosismo que se apoderó de él en el "puerto" de naves para ser reemplazado con un cálido sentimiento de felicidad, en el fondo ansiaba ver a su madre Frigga. Ni siquiera pasó por su cabeza el ver a Thor o a Fandral. —He terminado con mi misión y he vuelto a casa con mis colegas para descansar como es debido antes de partir nuevamente.
Loki ni siquiera tuvo la decencia de hacerlos llamar "amigos" Elena contemplaba todo con expresión aniñada mientras que Raven miraba astuta a cada indicio de peligro que pudiese existir, era precavida y analítica mientras que Elena era todo lo contrario, se dejaba llevar muy rápido. Bhufir por otro lado miraba con expresión perezosa y aburrida, los palacios le cansaban y las guardias imperiales le hacían fruncir el ceño con desprecio. Odín se sorprendió de la forma de hablar del menor pero no dijo nada al respecto, hasta cierto punto se mostraba comprensivo de la forma en la que se dirigía a él, tan robótica y frívola que llegó a calar sus viejos huesos, iba a prepararse para hablar cuando escuchó la mención del azabache. ¿Partir de nuevo? ¿A dónde iría? ¿No se quedaría en casa? Esas preguntas que no esperarían a salir tuvieron que esperar a hacerlo, los pasos imponentes de una mujer apurada resonaron en el recinto, preciosa de figura, hermoso rostro y delicado cuerpo. Cruzó la cámara del Rey como si se tratase de una calle cualquiera de la ciudadela y en medio del recibimiento abrazó a su pecho Loki. En medio de una voz quebrada, un cuerpo tembloroso y delicado aferró a su niño, que era ahora un hombre a ella con apego maternal y habló.
—Bienvenido a casa... Hijo mío. —Su voz era dulce, amena y demostraba alivio. Loki no esperó encontrarse con su madre en un momento tan importante como ese, su mente cayó en la cuenta de cuánto había crecido, su madre quien antes era grande para él ahora era muy pequeña y muy delicada, la voz de su madre le hizo estremecer y casi derramar lágrimas de aquél niño escondido en su interior de forma temerosa. Pero no fue así, sus brazos la rodearon y la abrazaron conmovido, su madre podía lograr que esa fría expresión desapareciera de su rostro en menos de un segundo. —Has crecido tanto... Eres todo un hombre ya.
—Madre... —La escena conmovió a más de uno en aquella sala, en especial a Raven quién nunca había visto esa dócil expresión en el rostro de Loki. El azabache se separó de ella unos momentos para verla y una dulce sonrisa se dibujó en sus labios. —Regresé. —Comentó un poco entusiasmado llevando una de sus manos hacia la mejilla de su madre en una dulce caricia. —¿Tú te has encogido? —Bromeó limpiando las lágrimas de su hermosa madre, sin duda alguna esa relación que Odín no tenía con su hijo, y que jamás tendría, le conmovió lo suficiente para no hacer mención de la pronta despedida del menor de sus hijos.
—Avisen a los hombres y mujeres que Loki ha regresado. Esta noche celebraremos su llegada y agradeceremos a sus compañeros por haber velado por nuestro príncipe en nuestro lugar. —Sentenció y la acalorada cámara gritó al unísono. Al parecer no se habían perdido las buenas costumbres de festejar por cada cosa que pasaba en ese lugar, Elena no podía estar más encantada al igual que Bhufir, pues significaba comida, baile y bebida, Raven no parecía entusiasmada por la idea pero sin más aceptaría. Así fue que los acompañaron a sus aposentos Raven y Elena compartirían habitación de así quererlo, Bhufir dormiría solo y Loki visitaría la habitación que había dejado en el olvido sin indicio de duda. Todo marcharía de acuerdo a su plan para esa noche, nadie más que su madre tenía el poder de contrarrestar su malicia o eso era lo que el azabache creía pues aún no se había encontrado con Thor o Fandral.
Mensaje a los lectores:
Quiero darles a todos las gracias por sus comentarios, no les contesto a tiempo pero por cuestiones personales ya que tomo la escritura como un hobby y no como una obligación. Francamente si me retraso en escribir es porque la cabeza no me da para mucho más. Aún así quiero que sepan que leo todo lo que comentan, veo sus reacciones y llego a encariñarme con mucho fervor de ustedes. ¡Gracias por seguir esta historia! ¡Los veo en el próximo capítulo!
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Más que hermanos (ThorXLoki) Yaoi
FanfictionUna historia que describe lo cruel y ambicioso que puede ser el destino tratandose de la persona que se ama, una vez que se ama es imposible salvarse.