"ADVERTENCIA: en este capítulo se tratan temas delicados. Puede llegar a ser fuerte..."
______ pov
Hay momentos en la vida en las que de verdad reflexionas sobre lo que tenías, pero obviamente no te das cuenta hasta que lo pierdes. Hay momentos en la vida en los que te pones a pensar ¿Por qué a mí, por qué solo a mí...?
Simplemente no lo entendía, no podía tan siquiera pensar bien. Estaba sentada en una sala, todos vestían de negro, se acercaban para decirme que lo sentían por mi perdida. Estabas allí, dentro de una maldita caja, dormías plácidamente, me acerqué, me di cuenta que te habían puesto tu collar favorito, collar que creí habías perdido. La cruz de mamá, el último recuerdo que tenía de ellos se estaba desvaneciendo frente a mis ojos.
Me desplomé, pero no salían las lágrimas, solo miraba a un punto fijo, las imágenes de tu muerte no dejaban de estar en mi cabeza. Miré nuevamente tu rostro, una pequeña esperanza emanó de mí, esperaba con ansias a que te despertaras y gritaras que era una simple broma. Pero sabía que no sucedería.
Shi no paraba de llorar, abrazaba con desespero tu camiseta, la cual aún tenía tu dulce olor. Mis padres estaban devastados, ya no sonreían, todos perdieron una luz ese día.
Y yo... Yo no quería seguir viviendo, me sentía inútil, pude haberlo evitado, pude haberte salvado. Estallé, solo estallé, mis mejillas se mojaron nuevamente, todos se callaron al darse cuenta de mi llanto. Gritaba nuevamente, estaba incada frente al cajón en donde te quedarías para siempre. No podía parar de llorar.
- Y te fuiste sin dejar una marca, hermanito - susurré, mi garganta dolía, estaba ronca.
Me separaron de ti, cerraron el cajón, y mientras lo cerraban sentía que simplemente mi corazón moría lentamente. Seguí llorando a mares. Y ahora estoy aquí, sintiendo que mi mundo se acabó.
No creí que fuera posible, esos clichés que te encantaban se hicieron realidad, estaba sola, con un paraguas en mano ya que el cielo lloraba por tu perdida. Mi ropa y cabello se mojaron con las gotas, mientras mis lágrimas desaparecían entre el agua. Solté el paraguas, miré hacia las nubes grises, tú amabas estos días desde que eras un niño. Jugábamos en los charcos, aunque mamá nos regañaba por enfermarnos después.
Ya nada era igual, pasaron semanas, no me dignaba a salir de mi habitación, comía muy poco, muchas personas intentaron entrar, pero no abría la puerta, estaba encerrada evitando la realidad, en mi mente tu estabas junto a mí, riendo como siempre. Una pequeña voz me hizo reaccionar, voz que no paraba de decirme que vengara tu alma.
Era de noche, no tenía otra opción, estaba frente al espejo del baño, pensando si era lo correcto. Te prometí no hacer ninguna locura, pero estaba desesperada. Saqué algunas velas, las puse alrededor del espejo, y finalmente murmuré su nombre.
- Damien, Damien, Damien... -
Apareció junto a mí esa pequeña luz de esperanza, al verme sus ojos reflejaron lastima, estaba obvio que me veía muy mal. Pero no me importaba.
- Necesito tu ayuda - dije con una voz firme.
- ¿Quieres vengar a tu hermano? - preguntó, tragué saliva, mis manos comenzaron a temblar, pero aún así respondí claramente con un firme "Sí".
- No será fácil, y lo sabes. Tendrás que entrenar para ocupar tus poderes cuando quieras. Pero no lo lograrás en la tierra, tendrás que venir al infierno - respondió. Me sorprendí por lo último.
- Eh - exclamé - ¿Te refieres a...? - ni siquiera podía pronunciarlo.
- Tendrás que venir al infierno...-
- ¡Eso es imposible! - grité.
- ¿Quieres venganza? Podrías seguir en ese mundo, viendo como esos dos regresan y acaban con todo lo que amas ¿Acaso quieres eso? ¿Acaso quieres ver morir a todos tus seres amados? - preguntó, bajé la mirada, me apoyé en la pared. Tomé todo el aire que podía.
- Tu hermano ya vivió su historia, es momento que tu empieces la tuya. Llevarás el legado de Luke en tus manos con orgullo, te convertirás en la reina de todos esos que desearon tu muerte ¿No crees que es bueno? - preguntó.
- Necesito pensarlo... - susurré, salí del baño. Me acosté en mi cama, no podía hacerlo, era demasiado pero no quería quedarme con los brazos cruzados. Miré mi escritorio, me senté en la silla, tomé un lápiz y papel para escribir mi despedida. Pero no salían las palabras.
Mi celular sonó, tenía millones de llamadas perdidas y mensajes de mis amigos. El último era de Kyle, abrí sus mensajes, en todos me daban palabras para animarme. Era el único que sabía todo sobre mi familia, sobre mí, sobre Luke...
Mis lágrimas comenzaron a salir nuevamente, estaba mandándole mensaje tras mensaje diciéndole todo lo que sentía en mi corazón, y sin querer mencioné lo de Damien. Kyle inmediatamente respondió.
"No te atrevas a hacer una locura. Iré inmediatamente a tu casa" fue lo último que leí, no quería hacer que se sintiera mal. Solo quería vengar a mi hermano.
Tomé nuevamente el lápiz, acerqué el cuaderno, me despedí de todos, todos los que estuvieron conmigo antes y después de esto. Les agradecí por darme todos esos hermosos momentos, momentos que nunca olvidaría.
Dejé el cuaderno en mi cama y entré en el baño, Damien apareció nuevamente, acepté su trato. Y comencé con la última locura que haría. Caminé hasta el cuarto de mis padres, me despedí de ellos y volví a mi cuarto.
Sentía que me miraban, una mirada incesante que me juzgaba, sentí la presión en mi pecho, un nudo en el estómago que no paraba de crecer, la adrenalina aumentaba.
Mi respiración se agitó de una manera horrible, estaba a punto de hacer una completa locura.
Kyle Pov
Les mandé un mensaje a Stan, Kenny y Cartman. Estábamos corriendo hasta la casa de ______, suplicaba que al dar la vuelta a la esquina pudiera verla nuevamente, que no se haya ido de mi lado. Sin embargo, frente a su casa la policía y sus padres llorando, Shi estaba sentado en la acera abrazando la camisa de Luke viendo al vacío.
Ella había desaparecido...
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The lost twins (South park y tu)
Fanfiction¿Alguna vez has sentido el deseo de desaparecer de este mundo? ¿Dejar todo y salir corriendo? ¿Sentir la culpa de las tragedias de los demás? ¿Te has sentido como una basura? ¿Cómo si no merecieras vivir? Yo sé que sí, no te engañes más. ¿Qué quién...