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La dulce revancha

Era el 14 de Febrero. Día de San Valentín. Día en donde las parejas disfrutaban del amor compartiendo salidas, canciones o simplemente besos bajo las estrellas. Otra vez llego esa fatídica fecha y para el joven portador del miraculous de la mala suerte era un día triste, amargo. Hacia un año que él fue besado por su adorada Ladybug y no tenía recuerdos de ese suceso. Estaba bajo el control de Cupido Negro.

Adrien dejo de dar vueltas en la cama recordando todo esto y se levantó de golpe para ir hasta su gran ventanal, dejando salir un gran suspiro cargado de frustración. Plagg que lo observaba atentamente, se aproximó hasta su portador.

-Oye muchacho ¿Qué te sucede?-

-Nada Plagg- volvió a suspirar- Es solo que hace un año que yo... Aggg ¡Plagg saca tu apestoso queso! Esta demasiado fuerte y no estoy de ánimos para soportar su hedor-

-Primero, ¡Mi camembert no es apestoso! Tus pies huelen peor. Y segundo – se comió el trozo de queso de una sola mordida- Si te pregunto qué te sucede es que me preocupas. Llevas todo el día así. Hasta en la escuela estabas distraído.-

-Ya lo sé... es que hoy hace un año ya-

-¿De qué hace un año? No te entiendo-

-Hoy es 14 de febrero...-

-¿Qué tiene de especial? Es un día como cualquier otro- Plagg levanto sus manos y movió su cabecita negando hacia su portador- No te entiendo.-

-No lo entiendes porque tú estabas dentro del anillo, estaba transformado en Chat Noir-

-Pues explícame mejor porque ya me tienes cansado... y deja de moverte que me pones nervioso- grito exaltado el pequeño Kwami ya que Adrien caminaba de lado a lado tomándose de la cabeza.

El de hebras dorada no fue consiente de cuando había comenzado a moverse. Paro en seco y se dirigió hasta el sofá. Tomo asiento dejando salir un nuevo suspiro. Estaba cansado detodo esto pero su atormentada memoria le recordaba ese hecho a cada momento y lo hacía ponerse tan mal.

Tomo una gran bocanada de aire y soltó todo de golpe, - Hace un año atrás, un akuma llamado Cupido Negro me controlo haciendo que quisiera lastimar a Mi Lady-

-Eso ya lo sé- floto hasta quedar cara a cara con su portador- lo que no entiendo es porque tanto melodrama-

-Lo que no te dije es que ella para salvarme del control de ese akuma me beso...-

-¿Y el problema es...?-

-¡Que no me acuerdo lo que se siente besarla!- grito ofuscado- No me acuerdo que sabor tiene su boca, que textura tienen sus labios o la calidez de los mismo. Y lo peor de todo, no sé qué sintió ella cuando me beso. Mi Lady me dijo que solo lo hizo para salvarme pero sé que si no hay un sentimiento de por medio ese beso no hubiera funcionado.-

-Bueno en parte tienes un punto por el cual estar enojado.-

-¿Lo entiendes de verdad Plagg?-

-Claro que sí. Yo estaría igual si no me acordara lo que se siente besar a mi galletita...- cruzó sus bracitos recordando los besos que se daba cuando podía con la bella kwami moteada.

-¿Galletita? ¿Quién es ella?-

- No tiene importancia eso ahora- contesto Plagg dándole la espalda para que no notara el pequeño sonrojo que tenía- Solo bésala hoy cuando se encuentren para patrullar y listo. No veo cual sea el problema.

-El problema es ese Plagg. No puedo solamente besarla y ya, como si nada. Ella ya me dejo en claro que me quiere solo como un amigo- miro al suelo decepcionado- Solo accedería a besarme si mi vida dependiera de ello...- en su mente una idea alocada tomo lugar: ¿ y si fingía estar bajo el control de un nuevo akuma? Eso le daría una oportunidad de saborear los labios de su lady. Aunque ella lo matara luego. Debía arriesgarse. Todo sea por ella.