Limpiador de Penas.
Colin Creevey no era una persona inteligente. Si lo hubiera sido habría acabado en Ravenclaw y no en Gryffindor, desgraciadamente tenía tanto de valor como Draco Malfoy de agradable…
Oh, Draco…
¿Ves? No podía pensar en él sin suspirar internamente.
Porque si Colin hubiera sido una persona inteligente tomaría un poco de autocontrol y dejará a un lado sus pequeñas obsesiones. Pero como no lo era, no pensaba dejar de hacerlo.
Es una persona que por lo general se obsesiona fácilmente con las cosas, con determinadas cosas, su más duradera obsesión fue Harry Potter, oh Potter era magnífico, increíble e inigualable, pero hubo un problema, más bien una sospecha que lo puso terriblemente paranoico. Colin pensó, que tal vez, sólo tal vez estaba un poco (un poquitito nomas) enamorado del Niño-Que-Vivió.
Y eso le sentó tan bien, como cuando un día alguien se sentó arriba de su cámara fotográfica, en resumen: nada bien. Entró en pánico, a él no podía gustarle Harry Potter, porque en primera no era gay (¡no lo era!), en segunda eso garantizaría un corazón roto y muchas lágrimas, porque: a) sufriría mucho pensando si este año lo matan de una vez por todas, o si realmente está vivo, y b) ni en sus mayores sueños sería correspondido.
Asique empezó a desesperar, pero puso mucha más atención a Harry, y se dio cuenta de un par de cosas que se le escapaban.
Principalmente que Draco Malfoy es un factor imprescindible cuando de Harry Potter hablamos.
Siempre está ahí, siempre. Se buscaban ambos, el rubio mucho más, pero Harry siempre terminaba metido en su juego, y Colin se dio cuenta rápidamente de la alta tensión sexual que emitían cuando estaban "juntos".
Ambos necesitaban follar desesperadamente.
Pero lo que más le llamó la atención a Colin, es que pasó desapercibido de Malfoy completamente. Obviamente todos conocían al Príncipe de Slytherin, pero sólo necesitaba saber lo básico: mantente alejado de él, te cruzas en su camino, te apartas, lo ves, te apartas, se chocan, te apartas y rogas que Merlín que sea piadoso, logres salir vivo y con todos tus miembros completos.
Pero observándolo detenidamente, eso era algo muy diferente. Asique empezó a observar a Malfoy, observar sus expresiones (que no eran muchas, ya decir), su rostro, su cabello, su cuerpo…
Y así es como Colin Creevey terminó por volverse loco de una vez por todas.
Obsesionarse con Potter era una cosa, obsesionarse con Malfoy era una completamente distinta.
Era peligroso, era insano, y le enfermaba, pero le encantaba. Era, sobretodo, adictivo. Colin técnicamente se bebía a Malfoy cuando sus ojos se posaban en él. No era bueno, no era bueno, pero no podía dejar de hacerlo.
Y Colin no sabía qué era peor, haber terminado obsesionado con Malfoy, o creer que estaba enamorado de Potter.
¿Por qué era tan estúpido?
¿Por qué no se encontraba a alguien que lo quisiera? Tal vez, ese era el problema, nadie parecía realmente quererlo.
Ya no sabía si sus obsesiones eran lo que lo mantenían de pie, o lo que lo terminaba de matar realmente.
No importaba, el punto es que no podía dejar de hacerlo. Al menos no estaba enamorado de ninguno de los dos, sería como si se enamorara de una celebridad, y eso sería caer demasiado bajo, sería un amor superficial, y Colin no era superficial.
¡Pero, dios bendito, su trasero! Su pálida piel, esos ojos grises, el rostro inexpresivo, que sólo cambiaba cuando estaba Potter de por medio, ese cabello tan sedoso y rubio-alvino, su porte tan aristocrático y arrogante, a Colin le encantaba, lo fascinaba, ahora lograba entender por qué era uno de los tíos más guapos de Hogwarts. Y no podía evitar fotografiarlo. Todo el tiempo, con su máxima discreción (aunque sabía que se jugaba el pellejo), le sacaba fotos, continuamente, buscaba el momento perfecto, pero Draco era tan malditamente fotogénico que dónde o qué estuviera haciendo no importaba, salía como un jodido dios griego.
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Limpiador de penas
FanfictionRESUMEN: Él tenía un enamoramiento con Draco Malfoy. Draco Malfoy tenía un enamoramiento con Harry Potter. Y Harry Potter...bueno, a Potter le gustaban los rubios… AUTOR: Vulnera Sanentum. DISCLAIMER: Harry Potter y todos sus personajes pertenecen a...