Tiempo Presente
18 de diciembre del 2017
Toco la puerta de la habitación de Natalia con mi celular en mano. Ella al verme sonríe confundida mientras que con sus ojos me dice: ¿Qué demonios quieres?
Ya habían pasado dos semanas desde que mi equipo de trabajo había viajado a la capital para un trabajo de categoría A donde yo estaba a cargo. Era una gran oportunidad así que no dudé en aceptar. El viaje fue largo. Cada uno de los 4 miembros tuvo su suite personal. Mi habitación era modesta y estaba cerca de la cocina.
Para mi suerte, la habitación de Natalia estaba literalmente al frente de la mía. Y ninguno de los dos lo había notado hasta ahora. Era obvio ambos no queríamos cruzar miradas desde aquel incidente de la carta...
Ella había tomado su rumbo como camarógrafa en un horario para no verme, yo por mi parte fui como editor audiovisual y manager de una modelo amateur por la tarde.
A pesar de tanto esfuerzo de ambos, igual terminamos teniendo contacto...
Yo era el encargado de facilitarle y recibir su carnet de trabajo cada vez que ella salía del edificio. Lo podía ver en sus ojos, en su cabello, en su caminar, en sus gestos...Algo no andaba bien con ella. Sus silencios al estar frente mío no decían "...te odio..." era más bien una mezcla de tristeza incertidumbre disfrazada de prepotencia...
Es como si tratara de esconder a toda cosa mi existencia. Borrar nuestro pasado...
Todas las noches mientras yo trabajaba jamás la escuché hacer un ruido o siquiera usar la TV. Era como si viviera alado de un muerto. Es por eso, que pensé que ella vivía en otra parte.
La noche del 17 por fin supe de ella, escuché esa risa escandalosa de cuando éramos adolescentes. Natalia por fin estaba feliz... Y yo también.
Como si yo fuese su padre me sentí aliviado al escucharla. Además, ahora yo sabía que ella estaba viviendo alado mío.
Acto seguido la escucho alagar por telefono a un viejo colega de trabajo: Alexander.
Siento un nudo en el pecho. Ahora que lo pienso ese par son idénticos. Actitud arrogante, un pasado familiar trágico y un amor por el arte que supera estilos de vida.
"Oye, te extraño mucho..." Son las palabras que pronuncia Natalia con un tono cursi jamás escuchado por mí en años. Segundos más tarde la llamada terminó y silencio volvió...
Muchas cosas pasaron por mi cabeza.
¿Acaso dejó a TK por Alexander?
¿Es esta la verdadera cara de Nami?
¿Es ella tan solo una "imagen" como todos dicen?
Me di un respiro.
Ella podrá ser todo lo que quiera, pero ella no es tan tonta y mucho menos negligente para este tipo de detalles que hay que ocultar. Al contrario, todas las relaciones que ella ha tenido dentro del trabajo las ha ocultado del ojo público, como si de un secreto muy peligroso se tratase.
¿Es ella la Nami que conocí?
En fin, dejo descansar mi paranoia por unos segundos, para apagar el pc y echarme en la cama.
Las luces están apagadas y solo logro escuchar el pasar de los coches...
Mi celular vibra.
Lo tomo, es un mensaje de Serena.
Una sonrisa se me forma y la calma vuelve a mi pecho. Ella era una de las pocas personas con un corazón puro y sincero con las que me había topado.
El tiempo paso en el chat, fantaseamos y bromeamos de varias cosas de nuestro futuro. Un futuro en el cual me sentía muy a gusto...
"Oye, te extraño..." La frase se repitió. Serena me lo había dicho a mí, pero esta vez era más gratificante, más llena de amor. Simplemente más vivo.
...Mas Real...
"Imbecilo"
Aquel agregado era su marca de agua, era una especie de medida para disuadir cualquier toque demás de dulzura en su mensaje.
Aun así, me llenaba de dulzura y paz mi pecho. Haciéndome sentir un pseudo héroe de telenovela.
A la mañana siguiente (es decir hoy) me levanté con buenos ánimos. La noche anterior había pasado pensado en todo lo que habíamos pasado Nami y yo. Ya habían pasado 5 años desde que nos hablábamos, y simplemente eso no iba conmigo. Quería arreglar las cosas, además me sentía responsable en parte...Yo también fui orgulloso, pero extrañaba reírme a su lado. Después de todo.
Nami es Natalia. Una buena amiga...
Esperé ansioso hasta que llegara. No quiero que estemos más alejados nunca más. No la quiero perder. Toqué su puerta.
"Ella al verme sonríe confundida mientras que con sus ojos me dice: ¿Qué demonios quieres?"
—¿Puedo pasar? Necesito hablar contigo. —adjunte una sonrisa lo más real posible.
Quería ser lo más honesto y real posible. Entrar con la bandera blanca. Ceder ante el orgullo.
—Claro, pasa. —Nami, me abrió le puerta como si no le importara.
Ambos nos sentamos al borde de su cama. Su cuarto estaba muy bien ambientado. Digno de una artista excéntrica.
—Y. ¿De qué quieres que hablemos?... —me cuestionó con la mirada impaciente
— Mira es solo que...He venido a disculparme, no sé qué he hecho, ni lo que tu hayas visto después de aquel incidente, pero sinceramente... ¿Sabes? Lo que paso antes no me importa... Lo que me importa ahora es recuperar a mi mejor amiga. El amor que tuvimos fue pasajero y eso no debe dañarnos...Solo me preocupa tu felicidad y la de los demás...
— No has cambiado desde que te conocí. Siempre dices lo mismo...— Ella dejo salir una pequeña risilla
—Es cierto—sonreí y continúe—Quiero recuperar aquella chica la cual me influyó en ser una mejor persona, la que me llamaba "echii" por tomar de la mano a otra chica.
La que me ayudó a conseguir el papel de Romeo. La que me ayudo cuando me echaron de casa y me dio las fuerzas para tocar piano otra vez...
La chica que me emborracho a base de leche para después reírnos de lo estúpido que fue al otro día.
La chica que me hizo madurar...
La que me hizo sentir vivo y darme cuenta de que puedo ser alguien más...
Así que. ¿Qué dices...? —le extendí mi mano temblando de la emoción.
Jamás había abierto tanto mi corazón a alguien como ella. Estaba lleno de incertidumbre y quería que todo acabara ya.
—Feles, lo siento. Agradezco tus palabras. Pero ni siquiera puedo considerarte mi amigo...Es mas no quiero que te acerques. Ni siquiera entiendo mi ser. Vete por favor...—ella bajó la mirada y señaló la salida.
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Huellas de un Zorro
Teen FictionFeles, un joven cualquiera se ve envuelto en varios enredos al no recordar su pasado amoroso... Se encuentra con Natalia uno de sus tantos pasados ¿Acaso sera el único que tuvo?