Treceava Parte
- Holden, tienes que comer algo.
Oigo a Hope hablar, pero no la veo no he podido despegar mi vista del suelo desde que llegamos aquí, ya he vomitado tres veces, no he podido levantar la vista sin que me entren unas inmensas ganas de vomitar. No he parado de pensar en ella desde el momento en que la separaron de mí, por ahora lo único que tengo de ella es Koda.
- Holden...
- Hope... Ríndete, no pienso comer nada para en pocos minutos comenzar a vomitarlo, ya dejalo.
- Solo no quiero que te enfermes después - por un momento quiero reír, pero las ganas mueren a penas llegan.
- Creeme Hope, no me pasará nada por no comer por unas horas, además no tengo hambre.
- Eso es mentira...
No le contesto porque los dos sabemos que tiene razón, pero es que no puedo con mi preocupación, nadie nos dice nada, miles de doctores pasan frente a nosotros y nada, ni una mirada siquiera. No pueedo creer que esto esté pasando, ni siquiera entiendo cómo sucedió.
- ¡Holden!
Por primera vez decido firmemente levantar mi vista ante el claro grito de mi madre, que ahora corre hacia mi y apenas me paro frente a ella me abraza de esa manera consoladora que solo ella puede hacer. Y por primera vez dejo que el nudo en mi garganta explote, lloro en su hombre como no hacía desde mi infancia, ella me sostiene mientras acaricia mi espalda y creo que también llora conmigo. Cuando me separo de ella ya un poco más recompuesto, noto que con ella vinieron Jack y Jared, quienes ahora se acercan a abrazarme también con un rostro tan descompuesto como el mío.
- Hola, hermano, ¿Cómo estás?
- Pues, creo que eso es muy obvio - Jack hace una mueca estando de acuerdo conmigo.
- Holden, no te preocupes, estoy muy seguro de que todo estará bien - sé que Jared intenta sonar seguro y hacerme sentir mejor, pero sé que ni él mismo se cree sus palabras.
- ¿Pero qué fue lo que pasó? - mi mamá está sentada junto a Hope que la consuela.
- Ni siquiera yo lo sé - suspiro recordandolo y el nudo en mi garganta vuelve a aparecer más fuerte que antes - Solo sé que en un momento Hope y yo estábamos en mi despacho hablando y derrepente corríamos detrás de Sky que huía de la casa antes de que un auto la... - Mierda, las ganas de vomitar están regresando - ...la atropellara.
Detrás de mí escucho como mamá ahoga un grito mientras veo a mis hermanos perder por completo el color de su piel. En ese momento un doctor algo avanzado de edad entra en la sala de espera viendos a todos los presentes con una cara demasiado seria haciendo que inmediatamente contenga la respiración.
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Fugaces
Короткий рассказHolden Lowell: un hombre importante, un magnate, dueño una de las empresas más grandes e importantes de Inglaterra, dinero de sobra, mujeres de sobra. Un trabajo fabuloso, un hombre fabuloso, una vida fabulosa y blah, blah, blah... La verdad es que...