Love Hotel

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―Hmm... ―Jadeó por esa exquisita sensación de ambos pares de labios juntos, mientras soltaba aquellos cabellos y entrecerraba los ojos.

Pero no pasó mucho tiempo, cuando ambas personas, comenzaron a despojarse de las prendas que llevaban y así, una de ellas, se sentó sobre aquel colchón, con sábanas de un color rojo, rojo sangre. Llevaba una venda color negro tapándole los ojos, y le gustaba. Llevaba minutos así, y le había gustado de sobremanera la idea, apenas era el comienzo.

―Ven. ―Susurró su amante en un tono de lo más sensual, viendo la figura de Jinhwan enderezarse de la cama y gatear hacia donde había escuchado la voz, que provenía del lado de un borde de la cama.

Quedó con sus rodillas apoyadas sobre la cama al igual que sus palmas de la mano, a cuatro, y tan pronto se posicionó, sintió una punta húmeda sobre sus labios, los que abrió gustosamente para lo que vendría y claro, conocía. Pero no pudo evitar, sentir sus mejillas arder y que éstas, tomasen un tono carmín

Enseguida, las manos de Junhoe se posaron en los cabellos del pequeño pero no ejerció a nada, simplemente, sintió como éste pasaba su lengua por la extensión de su entrepierna y la detenía en su glande, donde jugueteó con él al mover su lengua en círculos; lo engulló completamente, mandándole pinchazos de placer al pelinegro, quien en ningún momento, quitó la vista de encima de aquel divino cuerpo.

―Ahh mm... ―Jadeó por la increíble boquita que se cargaba su novio, dejando que por el momento llevara su ritmo. Pero sólo le torturaba, ya que el ritmo, era lento. Lento y tortuoso.

Así que al cabo de unos minutos, comenzó a marcar un ritmo al tomar los cabellos de aquel niño, viendo su miembro salir y entrar de aquella cálida y húmeda boca que en esos momentos, tanto placer le brindaba y mucho más, con el ritmo que mantenía: uno rápido, constante.

―Mmm...así, pequeño. ―Sintió como su miembro tocaba la garganta del rubio y éste, aguantaba las arcadas que le provocaba. "Ah, qué sensual se ve..."pensó.

Jinan, por su parte, ahogaba pequeños gemidos en el rebosante miembro de su amante, mientras succionaba cada vez que sus labios envolvían el glande y éste chocaba contra su mejilla. Él mismo sentía su parte baja doler. Estaba excitado, completamente duro. Pero el tener aquel pedazo de carne en su boca, le encantaba. Aunque se vio interrumpido al sentir cómo el pelinegro dejaba de ejercer fuerza y sólo, recorría su labio superior con la punta húmeda de su entrepierna. Acto que copió en su labio inferior de la misma manera, mientras quedaba en ellos, el líquido pre-seminal del moreno, quien quedó completamente embobado por aquella imagen:

Jinhwan en esa enloquecedora posición, con sus labios entreabiertos y rojizos, mientras recorría con su propia lengua aquellos pequeños restos de la sustancia blanquecina, soltando suspiros y suaves jadeos, y esa banda prohibiéndole la vista...simplemente el cerebro de Koo se fundió en segundos.

―Acomódate. ―Susurró con su vista en el rostro de Kim, que inmediatamente obedeció aquellas palabras y, como si sólo la voz de June lo manejasen, se tumbó boca abajo con su rostro y pecho contra el colchón, aunque sus caderas quedaron alzadas. Quedando expuesto totalmente. Y se sintió bastante avergonzado, sumiso, a pesar de la excitación que se cargaba, sabía qué estaba haciendo y cómo acabaría. Pero eso sólo acrecentaba su deseo, amaba cuando cambiaban la temática y le dominaba de aquella manera como la veía venir.

En esos momentos, el frote del glande en su estrecha y rosada entrada lo sacaron de sus pensamientos.

―Ahmm...ya...yah. ―Jadeó Jinhwan, al seguir sintiendo aquel frote. Pero éste desapareció al sentir como la erección del moreno hacía presión e iba entrando. Ambos gimieron por tal sensación, volviéndose única y sumamente excitante. El mayor cerró sus ojos con fuerza, le dolió, ¡claro que le estaba doliendo! No había sido preparado pero eso no era excusa para detenerse; le encantaba, quería seguir, quería sentir.

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