El legado de un alfa adulto e inexperiencia de un omega joven.

Rencuentro parte III

Vicktor estaba más que frustrado pero no podía hacer más que lo que hizo en su momento era fácil el por qué, su hermoso rubio lo había calentado como hace años no pasaba o mejor dicho desde que escapo por ser un pederasta de su amada Rusia. –Esto es muy desesperante- soltó el mayor al recordar como su glande penetraba casualmente al rubio por los roces y como le ocasionó un orgasmo con un oral y en preciso momento en que se levantó por un condón y volvió a la cama con este puesto el menor dormía de forma nada sensual ocupando toda la cama y sin más tuvo que dormir en el sofá de la habitación y ahora estaba en la cocina del restaurante bebiendo café solo, celoso, muy celoso por que escucho los gemidos de Yuuri y gruñidos del tal Minami toda la noche y su omega no despertó nada ni a darle los buenos días.

-Viejo no debes de hacer tantas caras o tu rostro revelara los años que te cargas. – escucho una voz algo ruda y alzo la vista vio como el pequeño omega parado frente a la mesa donde estaba viendo a otro lado con las mejillas rojas acomodándose la camisa que por cierto le quedaba grande era una propia, eso se le hacía demasiado sensual junto a esas largas hebras de cabello rubio húmedas y no solo a él le llamo la atención si no a los demás alfas presentes y ¿Cómo no voltear a ver a semejante hembra más hermosa?, jovial y sin marca. -¿Qué esperas a ponerme la silla?- .

-lo siento Gatito- soltó el mayor y se levantó para hacer lo dicho le ayudo a sentarse y la acomodo la silla, inclinándose para besar su coronilla besando sus rubios cabellos después. –Hueles delicioso aunque deduzco que lo de ayer entonces fue un pre celo... ¡ahí!- el alfa soltó un suspiro de dolor al sentir tremenda patada en la espinilla.

-¡eres despreciable, me dejaste solo hace años y ahora también desperté solo y luego sueltas esas palabras tan vergonzosas!- menciono el rubio con las mejillas aun rojas viendo con los ojos cristalinos, eso era malo si estaba en pre celo estaría sentimental y él era el epicentro de todos aquellos cambios hormonales así como ayer era muy apasionado en sus besos y toques hoy de seguro era el día de llorar. –no veas como si fuera algo raro estúpido viejo, no creas que dejare que me vuelv... - sin más el peligris había acercado la silla a donde estaba el menor y lo tomo de las mejillas para silenciarle con un beso, logrando rápidamente su cometido. – Eres un completo egoísta Vicktor Nikiforov... -

-Uno que quieres y más porque no quiero compartirte. – vio que el menor iba a contestarle pero volvió a besarlo y desde ese momento se la paso mimando al menor, importándole poco si les conocían que el mundo supiera que próximamente ese hermoso omega llevaría su marca y cargaría con sus cachorros. – De ahora en delante no podrás deshacerte de mí, tienes la edad para hacer el lazo alfa – omega y nadie podrá separarnos nunca mucho menos mis estupideces.- "si tan solo Yura supiera que su dolor recién comenzaría". –

DONDE MINAMI Y YUURI.

*Flas back*

El nipón no sabía cómo es que se había levantado y ahora estaba aferrado a los cabellos rosas jalándolos con fuerza y siendo sujetado por el alfa moreno intentando separarlos pues la otra igual le jalaba sus cabellos azabaches y la muy maldita era muy fuerte aun así él no iba a dejarse y menos ahora que más gente se acercaba a verlos pelear.

-¿! QUE RAYOS TE PASA ¡?- pregunto la omega ofuscada después de recibir una cacheta del nipón que se estiraba a ella para volver a pegarle e iba a regresarle el golpe pero el gran cuerpo de Minami se puso en medio. –QUITATE DEL MEDIO MINAMI.- le gruño la menor pero negó. –!QUE TE QUIETES¡-el alfa no se iba a quedar viendo como le pegaban a su cerdito por lo que termino siendo abofeteado por la mujer y eso encendió mas a Yuuri quien le brinco encima tirando en el camino al alfa quien ahora pensaba nunca, en verdad nunca volver a hacer enojar a un omega en su vida, cuando estuvo más lúcido tomo con firmeza al japonés por la cintura sorprendiéndose que esta fuera más exquisita y aun así se lo hecho al hombro y escapo.

-¿! A dónde me llevas ¡?- pregunto el mayor aferrándose a la camisa del alfa muy resentido pero con voz distinta a la normal, esta se escuchaba más dulce y ahí supo el menor el por qué junto a los ligeros cambios en su cuerpo había liberado a su omega ella había sido quien golpe a la peli rosa.

-No sé pero debemos irnos lejos antes que a alguien se le ocurriera llamar a la policía. – el menor siguió corriendo hasta que sintió que le jalaban los cabellos. -¿Qué pasa?-

-a la izquierda Minami-san, mi hotel está a la izquierda.- el alfa asintió cambiando la dirección y paro ya estando lo suficiente lejos de aquel local donde dejo a la prospecto de pareja que tenía y bajo al omega. -¿me arrugaras la ropa y ya no me veré bien para ti? . –en efecto era Haruka la omega dentro de yuuri el nipon por mas celoso que estuviera nunca se habría dado a los golpes con nadie era muy pacifista todo lo contrario a su omega. –

-Haruka, ¿Por qué hiciste eso? Sabes que Yuuri y yo somos figura pu...blica.- esto no podría ser peor, ¿cierto? Ahora la omega iba a llorar si que con eso no podría y menos si se veía tan hermosa avaniquiando el aire esas preciosas y largas pestañas intentando evitar que salieran sus lágrimas.