Camila nunca había sido del tipo de chicas que asistían a fiestas con frecuencia. Ser una cantante famosa no era sinónimo de ser la persona más social del universo y ella era el claro ejemplo de ello. Aunque ante los medios tenía que fingir ser imponente, segura y fuerte. Realmente era frágil, pequeña y tímida. Se desmoronaba con tanta facilidad que parecía hecha de papel. Y justo así se sentía en ese momento. Entre el humo de hierba, envases de cerveza y vomito de súper estrellas sobre los muebles. Se sentía mal, como si no perteneciera. Y es que no lo hacía.
Era un poco curioso ver a Lady Gaga ebria, a Bruno Mars drogado y a Harry Styles entretenido con algunos stripers. Todo ese mundo que el público desconocía acerca de las celebridades. Pero que no era precisamente el ambiente que a Camila le gustaba. Siempre se sentía muy transparente respecto a su vida, lo que le decía a sus fans era lo que pasaba de verdad. Nunca mentía. Y estando en fiestas como aquella se daba cuenta que casi todos los famosos lo hacían. Recordaba solo una vez en la que había mentido y se arrepentía porque esa mentira le costó demasiadas cosas. Su felicidad, por ejemplo.
Caminaba tranquila por la enorme mansión con la música aturdiéndola y de vez en cuando deteniéndose a saludar a viejos amigos de la industria. Se entretuvo un poco con Ariana Grande, a quien tuvo que negarle un poco de cocaina. Era una lástima que Ari siendo tan joven consumiera aquello. La cubana siguió explorando en busca de alguna habitación que estuviese vacía y alejada de todo el bullicio. Estaba a punto de subir por las escaleras, el piso de arriba parecía ajeno a aquella fiesta. Tranquilo y lejano al escándalo. Cuando vio en la barra a Ty. Y todos los recuerdos comenzaron a llegarle de golpe. Le sorprendió un poco ver al rapero solo, pero a la vez se alegraba de no tener que ver a Lauren. Tenían varios años sin verse porque Camila se la pasaba evitándola en todas las premiaciones y eventos.
Ty platicaba amenamente con una mujer y parecía coquetearle, estaba casado con Lauren y aún así estaba haciendo aquello. Lo que Camila sintió en ese momento fueron náuseas. Intentó ignorarlo y continuó su camino hacia el piso superior. Como lo sospechó, a penas llegando arriba el ruido pareció desaparecer. Todo era tan relajado allí. Abrió algunas puertas pero todas parecían ser habitaciones ocupadas por actores liándose con cantantes, guitarristas con conductores de televisión. Todos los secretos que había detrás del mundo de las cámaras no dejaban de sorprender a Camila a pesar de llevar ya varios años en la industria. Creció dentro de todo eso, pues tenia solo 16 cuando la introdujeron a aquello y ahora con 29 seguía asombrándose cada vez que se enteraba de algo oscuro que aquellas estrellas guardaban.
Llegó a un cuarto que tenía la luz apagada. Pero algunos muebles podían distinguirse por la luz de la luna que se colaba por la ventana. Se introdujo ahí y suspiró. Al fin estaba sola. Vio de nuevo por la ventana y miró esta vez la luna. Tan hermosa, tan brillante. No se equivocó cuando dijo que Lauren era su luna. Pues sí que lo era, o lo fue. La luna y ella eran igual de hermosas y resplandecientes. De pronto una respiración le puso los pelos de punta y volteó en todas direcciones intentando visualizar alguna silueta pero no lo logró. Corrió palpando la pared para encontrar el interruptor y cuando lo hizo, lo elevó para que así la luz encendiera y el cuerpo de Lauren recostado en un sillón de aquella enorme habitación, se volviera visible. Estaba recostada con una copa de vino en la mano y un vestido del mismo color de la bebida contorneaba sus curvas. Llevaba el cabello largo en tono negro, el color que Camila siempre pensó le quedaba mejor. Tenía la mirada perdida pero sabía que la cubana estaba ahí. Sus labios tenían restos de labial rojo y la orilla de su copa también. Al fin sucedió lo inevitable, Camila no podía huir de quién fue el amor de su vida siempre, tenía que afrontarla algún día y ese parecía ser el día . Por fin Lauren le regaló una mirada. Y la castaña tuvo la oportunidad de ver como los ojos verdes que alguna vez la vieron con tanto brillo, se encontraban apagados, tristes, sin vida. Se preguntaba quién pudo dañar tanto a su Lauren para que ahora se viera tan deprimida. Aunque su figura y su rostro seguían conservándose como si aún tuviera 19, había algo en ella que denotaba tristeza.
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Reencuentro | Camren | oneshot hot
FanfictionAlguna vez alguien le dijo a Camila que el destino siempre se encargaba de reunir a las almas gemelas aunque algún día se hayan despedido pensando no volver a verse. Fue hasta ese día, en esa fiesta, cuando descubrió que quien le dijo aquello, tenía...