Narra Caleb
Luego de la practica especial con Dana, recogí mis cosas del equipo y me fui a casa. Al llegar, me encontré con una enorme sorpresa... mi padre estaba aquí ¡yupi! Odio cuando se encontraba en casa, todo era tan incómodo,el era tan frío y distante. A veces también me pegaba por cualquier estupidez suya. Si alguien debe recibir el premio al peor padre del año, ese es el mío, definitiavmente.
-Hola hijo- dijo mirándome de arriba a abajo. Mi padre estaba vestido con su típico uniforme de empresario, cosa que odiaba. Su mirada no transmitía ninguna emocion...nada.
-¿Que haces aquí?- le pregunté sin moverme de mi lugar.
-¿Acaso no puedo ver a mi hijo?- caminó hacia mi y me abrazó. Me tensé por completo al sentirlo. Únicamente cuando me tocaba era para darme, pero nunca para "cariño". No le devolví el abrazo, solo deje mis brazos a mis costados y alzé mi barbilla para no tocar su hombro. Ambos éramos de la misma estatura.
-¿Cuanto tiempo estaras?- le pregunté ya lejos de él.
-Hasta septiembre- dije sonriendo de lado.
"¡Maldita sea con este viejo de mierda!" Grité para mis adentros. Ahora tendría que atender además de mis cosas, las suyas tambien. Si quería desayuno, tenía que hacerselo, lavarle la ropa y todas las mierdas que pidiera. Ahora, si me oponía, me pegaba. Así de bueno era...
-Excelente- murmuré y subí a mi habitación echo una furia. Tan pronto entré me tiré en la cama mirando el techo. Esto era tan frustrante, no era justo. Se supone que un padre sea bueno, comprensible y no se que mas. Sinceramente ya no me acuerdo como era mi padre antes de que mi madre muriera. Ah pasado tanto tiempo desde que fue un verdadero padre que ya ahora no me importa nada. Sentí que algo se acurrucaba a mi lado y al mirar era Locked. Busqué mi ipod en la mesita de noche con sus audífonos. Me los puse y escogí la canción Do or Die de 30 seconds to mars mientras acariciaba a mi mejor amiga. Puede que en algún momento me haya quedado dormido, ya que la oscuridad me consumió.
Me levanté por unos golpes fuertes en mi puerta. Me levanté un poco dormido todavía y al abrir la puerta me encontré con James. ¿Que hacía él aquí? Le hice una señal con la mano para que pasara, cerré la puerta y otra vez me tiré en la cama.
-¿Por qué coños tu padre está aquí Caleb?- me preguntó James enojado. Sí, el también lo odiaba tanto como yo ya que había visto como mi maldito padre me dejaba luego de las peleas.
-Quiso venir a ver a su "hijo" y se quedará hasta septiembre aquí- le dije pasándome una mano por la cara.
-Oh mierda hermano, eso apesta- comentó.
-Lo sé- dije y por unos minutos hubo silencio absoluto.
- ¿Y como salió el beso de la victoria?- me preguntó sonriendome.
Bufé y le conté todo. Pero como el desgraciado que es comenzó a reírse sin parar....hasta pensé que moriría riendose.
-¿Que tal si damos una vuelta?- comentó James. Dudé por unos minutos pero al final, decidí hacerle caso. Si el viejo tenía hambre que pidiera algo, dinero tenía demás. Me cambié por unos jeans oscuros, camisa blanca con el cuello en V y mis vans grises. Ambos bajamos en silencio y nos fuimos en nuestras hermosas y adoradas motos.
Llegamos a "Locos" y estuve a punto de morir por un paro cardiaco. ¿Que hacía Juana aquí? ¿Como sabía de este lugar? Y lo mas inportante, ¿como sabía que estaría aquí? Miré por instinto a James y este estaba igual de atónito que yo. Supongo que por su reacción no debió ser él, ¿pero entonces? Caminé hacia ella y me sonrió algo nerviosa.
-¿Que haces aquí?- le pregunté curioso.
Ella bajó la mirada y se acomodó los lentes- quería venir a ver a mi novio correr- dijo batiendo sus pestañas.
Nada de lo que ella hiciera despertaba el zoológico en mis estómago, por mas que lo intentara no ocurría nada. Pero si se trataba de Dana, entonces era otra cosa. Mi cerebro se ponía lento, me gustaba observarla, estar con ella, ver como la hacía enojar, cuando se hacía la loca, esos momentos en que decía tremendos disparates pero te hacían reír, eran muchas las cosas increíbles que tenia una chica como ella.
-¡Caleb!- chilló alguien cerca.
-¿Eh?- dije saliendo de mis pensamientos y mirando a Juana. Estaba cruzada de brazos y enojada.
-¿Podemos salir de aquí e ir a un lugar tranquilo?
-Esta bien- dije de mala gana. La lleve en mi moto y paramos en una heladería.
La heladería en la que había traído a mi Dana en nuestra primera cita. Nos bajamos y al entrar miré el lugar. Encontré al hermano de Dana con Alex, hermana de Tony. Es una buena chica y aunque suene cursi, se veían bien juntos. Cuando fui a pedir, escuché un "Oye Tony" de una voz muy peculiar. Giré la cabeza en busca de esa voz y me encontré al mal nacido de Tony con... Dana. Mi Dana. Para colmo ambos estaban cerca, muy cerca. Sabía cuales eran las intenciones de él, por eso agarré la mano de Juana y la llevé hasta donde estaba mi chica apunto de besar a un imbécil.
-¿Interrumpo algo?- comenté fríamente.
Ambos se separaron y noté por un momento como Dana se tensaba. Tony me miró furioso y entonces comenzamos a "discutir". Pero entonces fue cuando ella dijo la palabra "pareja" y mi mundo se derrumbó. Ellos no pueden ser pareja, Tony no puede tener a MI chica, ¡no puede mierda! Gritaba una y otra vez para mis adentros. Esto no podía ser verdad, no podía...
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El "Salvaje" de mi corazón
RomanceSINOPSIS: Siempre he obedecido las cosas que mis padres me exigen. Pero estoy tan cansada de todo, que decido irme a estudiar a Australia con mis mejores amigas, Cler y Jane. Allí...