— ¡Te quiero tanto, tanto, tanto, tanto, tanto! Cada día un poco más~. Te quiero tanto, tanto, tanto, tanto, tanto, tanto! Para mi no hay nadie igual~, no lo hay~. ¡Te quiero tanto, tanto, tanto, tanto, amor! Que ya no puedo más~— Desafinas mucho —se burló de mí. Oh, no sabes como me encantaría que entendieras que estoy cantando para ti—. Además, esa canción es algo vieja, pero linda.
— Las canciones viejas son las más bonitas.
— Concuerdo contigo —bajé de la banca—. Ahora las canciones solo hablan de sexo y... eso —puso cara de asco, a lo que yo reí.
— Algunas son pegadizas, ¿haz escuchado la de mujer tan bella, yo con una botella~?
— ¡Shh, Shh! No me gusta esa canción para nada.
Nota mental: no cantarle, ni dedicarle esa canción a Clemont.
— Bueno... —me quité la sudadera—, creo que ya debo irme, Clemont. Gracias por escucharme.
— Cuando quieras, Ketchum.
Me quede estático unos minutos, esperando a que él dijera algo.
— ¿Qué? —preguntó.
— ¿No me pedirás mi sudadera? —respondí—. Digo, siempre lo haces —recibí un empujón.
— Solo te la pido cuando hace frío. ¡Es verano, amigo! —Uh... de nuevo el término prohibido.
— Me la pediste ayer.
— A...ah... fue por molestarte. Por cierto, toma, aquí esta —rebuscó entre su mochila y sacó mi sudadera—. Papá agradece que me cuides tanto.
— Te cuidas tú solo, yo no hago nada —reí con sarcasmo—, en fin. Gracias, Clemont.
— No hay de qué, supongo. ¿Nos vemos mañana?
— Eh... —¡rápido Ketchum, hazte el interesante!—. Tendré que revisar mi agenda...
— Oh, si. Entiendo. ¡Claro! Por cualquier cosa... voy a estar en el Arcade.
— ¿Toda la tarde? —cuestioné.
— Toda la tarde —afirmó.
— Lo consultaré con la almohada. Adiós, Clemont.
— ¡Hasta luego Ash!
Comencé a pedalear en mi bicicleta. No iba a mi casa, en realidad, iba a las clases de regularización.
No era un buen estudiante en el colegio... y lo peor de todo es que eran en vacaciones. Qué molestia.
Aunque... podría pedirle ayuda a Clemont, él es mi amigo, y seguramente accedería. ¡No, no, no, no! ¿Qué cosas digo? No quiero avergonzarme frente a él, no quiero que me vea como un idiota que no sabe de matemáticas, mejor me quedo en las clases de regularización.
[...]
— ¡Qué aburrido! —susurré, pues apenas habían pasado 15 minutos de la clase. Comencé a pintarrajear la mesa, dibujando garabatos, y escribiendo letras al azar.
— Yo también estoy aburrido... —habló el chico que se sentaba a mi lado—. Oh, perdón. Tengo la mala costumbre de escuchar conversaciones ajenas... Me llamo... —giró la cabeza, como si estuviera negando—. Dime Galleta, o Galle, Clemont.
— ¿Clemont? —por alguna razón, sudé en frío. ¿Este chico conocía a Lem?
— ¿Ese no es tu nombre?
— Eh... no.
— Ah... es que... como lo escribiste... —señaló mi mesa. Mis mejillas se tornaron de un color cereza.
— ¡A..ah! ¡E...es que!
— ¡Ketchum! —cerré los ojos con fuerza... el profesor—. Última vez que lo escucho gritando, ¿entendido?
— S..si, profe...
Me quedé en silencio unos cuantos minutos, mirando a la mesa. ¿De verdad había escrito su nombre de manera inconsciente? Algo anda mal conmigo, estoy seguro, no, no, estoy segurísimo. ¿Qué me está pasando? Creí que solo tenía un pequeño crush en él.
Una libreta se deslizó en la mesa, golpeándome el codo. "¿Entonces cómo te llamas? Seguramente Ketchum es solo tu apellido", venía escrito en la libreta deslizante. Miré a "Galle", me sonrió, y giró su cabeza hacia el pizarrón.
Sin dudarlo dos veces, tomé una de mis plumas, y escribí en aquella libreta: "Me llamo Ash, asumo que no te llamas Galleta, ¿o si?", le di la libreta de vuelta y fingí prestarle atención al profesor, igual que él.
Así nos la pasamos toda la clase, hablando por medio de la libreta.
No había prestado mucha atención a la apariencia de Galle hasta ahora. Era un chico de cabello rubio, ojos... ¿rosados? Nah, seguramente eran lentes de contacto. Y juro por Arceus que no dejaba de sonreír.
Al terminar la regularización, nos quedamos aún un rato en el salón. Hablamos de cosas variadas, intercambiamos números y nos conocimos un poco más.
Me contó que era hijo único, que sus padres estaban separados, y que solo tenía Pokémon por compañía, y no por entrenamiento. También me contó algo que nunca había escuchado de alguien, era asexual.
Asexual: Que no siente atracción sexual por nada, ni nadie. Sea hombre o mujer.
¡Nunca había escuchado de una condición así! Este chico me sorprende mucho, eh.
— Será mejor que nos vayamos, Galle. Tarde o temprano vendrán para limpiar el salón.
— Nah, tu vete. Me quedaré un rato más aquí —amplió su sonrisa, estaba por irme, pero habló por última vez—. Por cierto, suerte con Clemont, amiguito —y me guiñó un ojo.
¿Qué?
〰️〰️〰️
¡Hola, hola! (Joder, como me encanta complicarme la vida, ¿no?)
En fin, bienvenidos a una historia nuevecita, nuevecita. Escrita en apenas... media hora:D
Well, tenia muchas ganas de escribir esto, pero no me decidía. Espero que disfruten esto tanto como yo.
En multimedia Galle 🌚💕
¡Se les quiere!
Buenas madrugadas ❤️
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𝐊𝐢𝐬𝐬 𝐦𝐞, 𝐛𝐫𝐨 │ 𝒟𝒾𝑜𝒹𝑒𝓈𝒽𝒾𝓅𝓅𝒾𝓃𝑔 【 Pokémon XY 】
Fanfiction⇢ Es que mira su sonrisa... ⇢ ¡No es que me guste! ⇢ ¡Somos chicos! ⇢ Solo somos muy amigos, los mejores diría yo. ⇢ No quiero separarme nunca de él. ⇢ ¡Por favor no te vayas! ⇢ Te necesito, bobo. ⇢ No esperaba eso de ti... ⇢ Al parecer mis exp...