Esto es demasiado.

1.3K 169 157
                                    

Maratón 2/4.

Dejé en visto el mensaje de Noah y seguí pensando en todo, todo estaba bien, realmente bien, y no digo que estemos molestos y no nos hablemos, pero simplemente ahora apareció ella, y no sé, puede que todo esto sea sólo un comienzo.

Bajé a la cocina por algo de comer, ya que no había comido nada. Habríamos comido en la cafetería junto a Noah felices de la vida si no hubiera sido por la aparición de esa chica.

Escuché cómo tocaban la puerta, probablemente sería Millie o... Noah.

-Hola.

¿Cómo sabe que esta es mi casa?

-¿Q-Qué haces aquí? -respondí con un tono de nerviosismo.

-Necesito hablar contigo.

-Lo siento, pero ni siquiera te conozco y... -me interrumpió.

-No tomará mucho tiempo, soy Daniela -sonrió.

Dudé unos segundos, pero no perdería nada con escucharla, ni siquiera sabía qué es lo que quería hablar conmigo. La dejé pasar al interior de mi casa, y sí, esto era muy incómodo. Es decir, estoy con la ex novia de Noah, es obvio que es incómodo.

Ninguna de las dos decía nada, así que supuse que lo mejor era tomar la iniciativa y romper el silencio.

-¿Qué me querías decir? -puse un mechón de mi cabello detrás de mi oreja mientras tomaba asiento al frente de ella.

-No sabía que Noah tuviera novia -rió- Nosotros teníamos una maravillosa relación, ¿Sabes? Era todo muy perfecto, él era como mi príncipe azul. Lástima que se tuvo que mudar aquí.

-No estoy entendiendo por qué me dices esto a mí.

-Porque quiero que sepas la hermosa pareja que hacemos nosotros dos -fingió una sonrisa.

-¿Qué? -reí sarcástica- Escucha... Sé que para ti puede ser difícil superar una relación, pero eso ya es pasado, ¿Entiendes? Para Noah no tuvo importancia, y para mí tampoco. No entiendo qué quieres conseguir diciéndome algo así.

-Porque quiero recuperar todo lo que tenía con mi chico.

Esperen... ¿Había dicho MI chico?

-¿Disculpa?

-Tal y como escuchas, ____.

-Esto es muy raro, no sé cómo llegaste a mi casa y sabes mi nombre -suspiré- Pero te quiero dejar en claro que Noah no volverá contigo. Te recomiendo que lo superes, porque él ya lo hizo.

-¿Crees que ya lo superó? -soltó una carcajada- Por favor, él no lo ha hecho.

-Él mismo me lo dijo.

-Eso es lo que te dice así, de seguro también tee dice que eres lo más importante para él, que está muy enamorado de ti y miles de cosas más, pero nada es cierto.

-Lo es.

-¿Y cómo lo puedes saber? -me miró de pies a cabeza- ¿Crees que él se fijaría realmente en alguien como tú?

-Ya lo hizo -sonreí sarcástica- Y a diferencia de tu relación con él, la mía es mucho más seria y verdadera.

-¿Estás segura de eso? Porque Noah no opinaba lo mismo cuando estábamos juntos en Tokio.

No dije nada, simplemente me quedé callada, me quedé pensando en lo que ella había dicho, ¿Ellos estuvieron juntos allá?

-Vete ahora -me levanté de mi asiento y abrí la puerta.

-Okey, okey -rió y se acercó a mí- Pero te aconsejo que te alejes de él. Te lo advierto, no quieres saber lo que soy capas de hacer.

-Tú tampoco sabes lo que soy capas de hacer querida -dije con sarcasmo- Así que lárgate de aquí ahora.

Le di un pequeño empujón y cerré la puerta en su cara. No sabía que pensar, si le preguntaba a Noah si era verdad lo de Tokio es muy obvio que me lo negaría, y debía hacer algo para saber si eso es verdad.

Observé un papel en el sofá en donde estaba Daniela hace un par de minutos, al parecer era de ella y lo olvidó.

No lo dudé dos veces y lo abrí. Allí estaban muchas fotos de mí y de Noah. La única diferencia era que ella había dibujado en mi cara una cruz y habían muchos insultos que iban para mí.

No lo voy a negar, me sentí mal y asustada. ¿De dónde pudo haber sacado tantas fotografías de nosotros?

Le di varias vueltas al asunto, y la idea de que ella era una psicópata no se me iba. Lástima por ella, es muy joven como para empezar a hacer algo así.

Llamé a Noah, era lo único que se me ocurrió en ese momento, sé que ignoré su mensaje, pero necesito decirle sobre esto.

Él no demoró ni 5 segundos en contestar.

Sólo le dije que lo necesitaba y que era una emergencia. Prefería hablar todo esto en persona.

Noah tampoco se demoró en llegar a mi casa, a los 10 minutos ya estaba conmigo.

No dije nada y sólo le pasé el papel que había encontrado. Se quedó observándolo, al parecer estaba igual de sorprendido que yo.

-¿Qué se supone que es esto? -me miró.

-Daniela estuvo aquí, me amenazó y me dijo que quería recuperarte, aparte de algunas cosas más -me crucé de brazos- Encontré eso en donde ella estaba sentada.

Él me quedó mirando con una sonrisa de lado, no dijo nada, no sé por qué tenía esa sonrisa. No era un momento para estar sonriendo. Yo tampoco diría nada más. Él es el que debería hablar ahora.

-____ -suspiró- Sé que estás celosa, pero no puedes hacer esto y culparla a ella.

-¿Qué? -fruncí el ceño-.

-Esto es demasiado, y sé que ella no sería capas de hacer algo así.

-¿Crees que yo lo hice? -me acerqué a él- ¿Es en serio Noah?

-Te lo repito, sé que ella no lo hizo -bajó su mirada.

-En serio no puedo creer que digas eso -me estaba alterando- Se supone que me conocías bien, pero al parecer la conoces más a ella.

-No es así.

-Lo es Noah. Si me conocieras sabrías perfectamente que yo no haría eso -suspiré- ¿Sabes qué? No me importa si me crees o no, créele a esa psicópata.

-____..... -no lo dejé terminar.

-No te quiero aquí, y tampoco quiero que me hables -abrí la puerta haciendo una seña para que saliera de mi casa- Vete.

-Yo...

-¡Vete de una vez! Eres un completo idiota Noah.

Nos miramos por unos segundos y sin decir más él salió de mi casa. Era increíble cómo le creía a ella y no a mí, creo que me equivoqué demasiado al confiar en él y pensar que en verdad me conocía.

Subí a mi habitación, no pude evitar llorar una vez dentro de esta. Sentía mucha rabia por todo lo ocurrido hace unos par de minutos, jamás habría pensado que él se pudiera comportar así, ni mucho menos que la defendiera.

Creo que después de todo, la sospecha que tenía de que todo esto terminaría en algo malo, era verdad.

I like you -Noah Schnapp y tú- PAUSADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora