Cuando salió del estudio por segunda vez en el día, Liam dio un respingo. No había rastros de su novio, así que Tommo torció el gesto, poniéndose su chaqueta de cuero bajo la atenta mirada de su pálido y tenso ayudante.
—Liam.
El mismo pareció ahogarse al oírlo. Salió de detrás del mostrador y se colocó delante de su jefe.
—Y-yo...
El tatuador bufó y lo interrumpió. En ningún momento había planeado lo que diría.
—Lo que dijo ese capullo es cierto.
—Oh. —Liam se atragantó—. Quiero decir, bien. Que qué bien, ¿no? Se le ve... Es... Tiene...
Tommo puso los ojos en blanco.
—No es nada serio, y... —Resopló—. No existe ningún primo. Bueno, sí existe pero hace años que no lo veo. Cuando te pregunté sobre el bar era para mí.
Liam volvió a hacer otra mueca y a Tommo eso le comenzó a exasperar. Ya sabía que su ayudante se olía algo desde el principio, sin embargo eso no justificaba que viera aquella situación como surrealista, y por supuesto incómoda.
Liam había conocido a la jodida Alice y a otras chicas con las que estuvo en momentos puntuales. Liam no era más que su ayudante y no tenía por qué darle explicaciones, pero tras aquel número en la entrada del estudio sentía que debía. Sobre todo para cortar de raíz cualquier cuchicheo...
—Está bien, Tommo. No tienes por qué dar explicaciones. Lo entiendo.
Él asintió despreocupado.
—Bien. —Metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y vaciló mientras se decidía a caminar hacia la salida. Antes de hacerlo volvió a mirar a Liam—: Ah, no te voy a echar.
Realmente estudió que salía perdiendo si lo hacía. Su ayudante tuvo que sonreír.
—Gracias. —El tatuador asintió de nuevo y dio media vuelta, dispuesto a salir—. Tommo —llamó y este se giró, justo antes de empujar la puerta—. Si necesitas algo, hablar o lo que sea, puedes contar conmigo. Yo pasé por algo parecido. Empecé a salir, me di cuenta de las cosas y me llevó un par de años aceptarlo. Casi pierdo a Niall por eso y no te estoy diciendo que tu situación sea la misma, para nada, pero si necesitas...
—Gracias, Liam —cortó Tommo, haciendo que el otro por fin tomara aire. Ambos optaron por apartar la vista—. Hasta mañana.
—Hasta mañana.
Se dijo que era lo que le faltaba cuando al fin pisó la calle. Era lo que jodidamente le tocaba aguantar... Preocuparse por las películas que su ayudante se armara en la cabeza. Normalmente le daría igual lo que pensara la gente, pero si se trataba de alguien que veía a diario el asunto cambiaba ligeramente. La mala pata del payaso de Harry ya no tenía remedio, así que asumió que lo mejor era que fuera de frente. Siempre consideró a Liam su trabajador. Nunca se había ido a tomar algo con él y tampoco sabía mucho de su vida, más que mantenía una relación sentimental con el insufrible dependiente de la tienda surfera de al lado y que tenía problemas con su casero. Tommo fingía hacerle caso cuando alguna vez le habló de ruidos y humedades. De resto, lo más serio que habían vivido fue cuando Liam apareció golpeado, con un Niall tremendamente histérico después de que ambos sufrieran una agresión homófoba. Tommo no se lo pensó dos veces y cerró el estudio para luego pedir un taxi y acompañarlos a denunciar, mostrando en todo momento, con vocablos malsonantes, lo que le indignaba que hubieran sido víctimas de aquella situación. Tras eso, Liam le agradeció infinitas veces el gesto, hasta el punto de asumir por sí mismo más trabajo del que debía.

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PASSIONFRUIT
Fanfiction«Cariño, si lo que te gusta es dar por detrás, quizás deberías probarlo con un hombre. Tú también deberías probarlo, al menos así disfrutáis los dos». La prostituta le mandó un beso y guiñó un ojo antes de salir de la habitación de hotel. La jodida...