Capitulo 24

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-Oh mi pequeña,pequeña demonio,estas en un problema muy grande-dijo esa voz ronca,tan fastidiosa para la azabache.

-¿Quieres callarte de una vez?-contesto ya irritada por el comportamiento tan burlesco del contrario.

-Pues perdón-respondio soncarrón.

-Esta bien,solo no debo decirle a nadie y ya,luego se borrara y nadie se enterara de nada-dijo tratando de auto-tranquilizarse.

-Creo que deberías de buscar un mejor "plan"-.

La menor estaba a punto de golpearlo,pero se abrio la puerta dejando ver a un mayor oji-rojo.

-Alex,ve al comedor ya esta servido,antes de que se enfrie-dijo sonriendo dulcemente.

-Claro,te sigo-dijo cerrando la puerta tras de sí.

*~*

-Buenos dias,Alejandro y su hija-dijo el mayor saludando a los mencionados.

-Buenos dias-respondio a ese cordial saludo.

Era un ambiente algo tenso para el joven castaño que se encontraba al lado de su padre.

La princesa Sujey le sonrio amablemente,esta era elegante y su forma de vestir de igual manera,su larga cabellera verdosa combinaba con sus ojos y sus zapatos.

-Hola,Angel ¿cierto?-pregunto acercandose al principe.

-Así me llaman algunas personas,soy Angelo-respondio saludandola con amabilidad.

Se sentía un tanto atado a ella,su padre solo le habia dicho que sería una simple invitación a comer,pero ahora parecía como si quisiera que se casaran o fueran pareja.

Y no necesitaba a un chica en su vida para ser feliz.

O eso creía.

-Bien,mi nombre es Sujey,hijastra del principe Alejandro-dijo soriendo dulcemente,parecía que a ella le habian dicho que sería su pareja.

-¿Entonces eres una princesa?-pregunto curioso el castaño.

-Jeje,me temo que no lo soy-dijo algo nerviosa.

-Oh,ya esta servidos sus platos,adelante pasen-dijo el padre del castaño haciendo un ademan para que se adentraran en el comedor.

-Claro-dijo la peli-verde tomando al castaño por el brazo.

¿Por qué ella estaba comportandose de esa manera?.

¿Por qué nadie hacia nada para alejarla de él?

¿Por qué su dedo meñique estaba doliendo?

*~*

-¿Qué esta pasando?-pregunto el azabache por medio de su celular al rey de las tinieblas,estaba en un cubiculo del baño,para estar seguro de que nadie le escuchara.

-Todo va bien,el mocoso castaño esta dudando sobre ella-respondio el peli-gris observandolos desde una ventana junto con sus dos guardias.

-¿Estas seguro de que funcionara?-volvio a preguntar abriendo la puerta para ver quennadie estuviera allí.

-Claro hombre,nadie se resiste a los encantos de la peli-moco,jaja-dijo riendo de el apodo que le puso a la slime.

-Esta bien,solo espero que no falles-dijo tocando su frente.

-No fallar ¿qué?-preguntó una curiosa azabache asomandose por el marco de la puerta.

-¿Quién es ella?jaja,no me digas que es tu hija,jajaja!¡te atraparón¡-dijo el rey burlandose de el menor-pasamela quiero hablar con ella-.

-Nada princesa,¿ya acabaste de comer?-preguntó a su hija,ignorando olimpicamente al anciano.

-Pff,obvio,¿con quién hablas?-pregunto parandose a un lado de el mayor.

-Con nadie-dijo tapando el celular con su mano.

-¡Con tu tio Joseph!-grito el nombrado logrando su objetivo,ser escuchado por la azabache.

-¿Tengo un tio victoriano?-pregunto emocionada,siempre le habia interesado ese periodo de tiempo.

-Mm,si-respondio de mala gana.

-¿Puedo hablar con él?-dijo estirando su mano para tomar el celular,descubriendo su mano izquierda.

-Wow,wow,wow,¿qué te paso en el brazo?-pregunto alejando su celular y tomando la mano de su hija.

-Me queme-respuesta simple y rapida,sin tartamudear,una muy buena tactica pero siempre quedaba una pisca de duda.

-¿Con qué?-pregunto soltandola pero aún mirandola con incredulidad.

-Estaba jugando,con fosforos y acero-respondio sin dar detalles.

-Esta loca igual que tú,¡me encanta!-dijo el mayor de cabellos cenizos quien seguia del otro lado de la llamada escuchando toda la conversación.

-A callar-dijo el azabache-ve a tu habitación luego hablaras con tu tio Joseph-.

-Vale,adios tio victoriano-dijo elevando la voz para que la escuchara.

-Adios princesa-seguido de esto colgo.

-¿Es como yo?-dijo señalandose a sí mismo.

-Al parecer todos estamos locos entonces-dijo otra voz ronca mientras el azabache cerraba la puerta tras de sí y se dirigía al comedor.

Todos estamos locos.

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Hola mis queridos homunculos.

Ya es el capitulo 24 y conocemos más sobre el rey de las tinieblas.

En realidad no es tan malo.

Perdonen los errores ortograficos.

Nos leemos luego.

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