10. Empezar de cero

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—Te voy abrir la puerta pequeña demonía, pero no te besare, no aún— empieza abrir la puerta lentamente y la perfecta luz de la luna ilumina su perfecto rostro,— Si vamos a besarnos, vamos a hacer que ese beso valga la pena, o si no ¿para qué hemos esperado tanto?—se acerca, me ofrece su mano y nos alejamos de ese pequeño cubículo lleno de amor y tensión.

Una vez en el auto de Marvin, acomodo mi asiento hacia atrás mientras él paga el parqueadero, me acuesto tratando de conciliar sueño pero llega Marvin y aprieta mi rodilla.

–Quedamos en conocernos, o ¿estoy loco?— me da una sonrisa complaciente y enciende la calefacción del auto.

—Podemos hacer eso mañana, además ahorita me estás poniendo calientita justo para poder dormir— vuelvo a acomodarme  en mi lugar pero Marvin me lo impide tomándome de la barbilla obligándome a mirarlo.

—El que está caliente aquí soy yo, ¿Sigues sin brassier cierto?, — su mirada junto a la mía recaen sobre mis pechos, me había olvidado por completo de eso,— pero no estamos hablando de eso—, lame su labio inferior y continúa:— vamos, sigámonos conociendo, peor será que me quede dormido en el camino.

—Está bien— respondo de mala gana poniendo mi asiento de vuelta a su estado normal.

—Juguemos a esto, yo digo un tema y decimos juntos lo primero que se nos venga a la mente—enciende el carro y comienza el mendigo juego,— uno, dos, tres ¡Tu color favorito!.

—Negro.

—Blanco.

No puedo evitar soltar una carcajada, nos gustan dos colores completamente diferentes.

—Está bien eso no significa nada— ríe junto a mi Marvin y continúa su juego,— tipo de música.

—Rock pesado.

—Todo tip...— se detiene Marvin—¿En serio te gusta el rock pesado?.

—¿Tienes algún tipo de problema con eso?—arqueo mi ceja derecha mientras él juega nerviosamente con sus dedos en el volante.

—No no, solo que te gusta el negro, escuchas rock pesado, ¿alabas al diablo y haces esas brujerías también?.

—Si, de hecho por decir eso ahora te haré un hechizo, te convertirás en sapo por la noche.

—Ya es de noche diablilla.

—Puede ser cualquier noche mi ángel— guiño un ojo y continuo con este jueguito—  ¿tu primera vez?

—Fiesta.

—Fiesta— respondo junto a él,—Wow por fin tenemos algo en común—río pero esta vez Marvin no me sigue,—¿Como fue? Tu primera vez.

—No recuerdo claramente, tenía catorce años fui a una fiesta universitaria con mis amigos y después de los dos primero tragos no recuerdo lo demás claramente.

—Pero, ¿Cómo estás seguro de que lo hiciste con alguien?.

—Porque cuando te levantas en la cama de alguien desnudo, no significa que hiciste algo bueno—, responde al mismo tiempo que entramos al garage de la casa, justo cuando me estaba gustando este juego se tiene que acabar,— llegamos guapa.

Entramos a la casa en completo silencio tratando de no despertar a nadie, son alrededor de las cuatro de la mañana y todos deben estar durmiendo aquí. Al pasar por delante del cuarto de Fabián recuerdo todo lo sucedido, había olvidado por completo eso, es que mierda cuando estoy junto a Marvin me olvido de absolutamente todo, el es como una clase de vicio para mi. De igual manera, volviendo al tema de Fabian, espero arreglar las cosas con el y quedar como amigos o hermanos, lo mismo da.

—Te dejó en tu habitación por si acaso te vayas a desencaminar— Marvin se arrima al marco de la puerta mientras yo hago lo mismo al otro lado.

—Oh que caballero, muchísimas gracias— respondo, le doy un beso en la mejilla y tomo la perilla de la puerta para abrirla.

—Espera,—Marvin toma mi mano,— ¿Esto cuenta como nuestra primera cita?.

Me río inevitablemente y lo abrazo.

—¿Tu que piensas?.

—Mmm no, mañana iremos a la mejor cita de tu vida— me abraza aún más fuerte, esto es tan relajante podría quedarme dormida aquí,— ¿aceptas?.

—Claro que si— depositó mi segundo beso en su mejilla— ¿a qué hora pasas por mi?.

—Estaré por aquí a las once de la mañana, duerme bien.— Marvin se aleja y yo vuelvo a mi habitación.

Este día, bueno en si, estos días han sido demasiado fuertes para mi pequeño corazón y ser. Junto a Marvin estamos dando un gran paso en nuestra "relación" y termine otra relación con Fabián, quien necesito averiguar aún si es gay o no, tengo que lidiar con las personas que se hacen llamar mi familia y por último pasado mañana es lunes y no he hecho ningún trabajo de investigación, genial.

Nunca he sido del tipo de persona que deja las cortinas abiertas, siempre me he sentido espiada, pero debido al tremendo sueño que me poseía en la madrugada las he dejado abiertas y ahora me cargo un arrepentimiento tremendo, la luz extremadamente  penetrante del sol es la única y principal causante de que mi sueño se acabara.

Me despego muy tristemente de la cama y comienzo otro día de locura, me baño, arreglo mi cuarto y bajo a desayunar. No hay nadie en el comedor, supongo que he sido la última en bajar a comer, preparo mi desayuno y pasa por el umbral Fabian.

—Buenos días— digo mientras empiezo a comer, de verdad quiero llevarme bien con el.

—¿Qué tienen de buenos?— toma una manzana del estante y se sienta al frente mío,— escuche tu conversación ayer con mi hermano.

—Lo siento de verdad, pero te portaste realmente grosero la última vez que hablamos y no podría tener en una relación con una persona  que me trata como si fuera basura.

—No cariño, no te disculpes,— soba su sien, da un gran respiro y continúa:— el que debería disculparse soy yo linda, nunca te fui honesto y tienes todo el derecho de salir con Marvin.

—¿Ser honesto?— me levanto de mi asiento y llevo mis platos al lavabo.

—Buenos días familia,— entra Marianne y se sienta junto a Fabián.

—Olivia acabamos de hablar después— Fabián sale de la sala dirigiéndose escaleras arriba.

—¿Y a ese que le pasa?— pregunta Marianne mientras comienza a arreglar la cocina junto a mi.

—No tengo idea, permiso iré a mi habitación— salgo del comedor para poder arreglarme para la primera cita con Marvin.

No tengo idea de que ponerme, estoy invadida de nervios, si utilizo algo muy elegante podríamos ir a algún lugar informal y si estoy vestida informal podríamos ir a algún lugar formal, se lo preguntaría a Marvin pero solo faltan trece minutos para las once y no estoy para nada lista.

Finalmente me decido por una blusa campesina con rayas verticales junto con un blue jean y unas sandalias blancas, minutos después tocan a la puerta y mi estomago comienza su show de volteretas.

Me doy un último vistazo en el espejo y abro la puerta, para mi gran alivio Marvin está igual de    casual que yo, de hecho hasta esta con unos shorts que no le quedan para nada mal.

—¿Estas lista para el mejor día de tu vida?—golpeó su pecho y reímos juntos,— lleva tus gafas de sol, las necesitarás guapa.

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Instagram: fangirl_21072016

El Caos PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora