El silencio se apoderó de la habitación. Estabamos ahí, sentados frente a frente sin decir una sola palabra, viendo en direcciones diferentes. Me pregunto en que momento lo nuestro se volvió así, incómodo, sin decir nada más, cuando en un principio eso no era un problema. Siempre hablábamos de todo, desde lo más serio, hasta lo más tonto que se nos ocurría. Pero ahora era distinto. Ahora eramos distintos.—Por favor. No me dejes —Dije, trantando de romper él silencio. Mi voz se escuchaba destrozada, con ganas de no hablar y solo llorar. Pero no podía verme más débil de lo que ya.
—Rebeca, no podemos seguir con esto. Nos estamos destruyendo cada vez más y más —Se notaba que esto le dolía tanto como a mi.
—Más bien yo soy la que esta destruyendo esto. Te estoy lastimando a ti, cuando no debería ser así. Una relación consiste en hacerse felices mutuamente, no provocarle lágrimas a la persona que dices amar.
—Tú no eres la del problema...
—¡Claro que lo soy! —Interrumpí —yo te estoy involucrando en mis desastres, yo soy la arruina esto. Se que no soy perfecta, y que hago estupidez y media. Que cometo error tras error. Trato de cambiar, por ti, por mi, por lo nuestro. Solo que no es fácil cambiar de la noche a la mañana. Así me conociste.
—Eres una chica perfectamente imperfecta. ¡Te amo carajo!, lo eres todo para mí. Jamás había sentido esto por nadie... —Gael se detuvo, sus ojos estaban llenos de lágrimas. Trataba de hacerse él fuerte, como siempre. Pero ahora parecía que ya no podía más —eres él amor de mi vida. Joder, no tienes una idea de lo que significas para mi. Pero no puedo más con esto, ¿crees que me es agradable él ver que bebes, que fumas, que incluso te has llegado a drogar? ¿crees que eso me gusta Rebeca?
—No...
—¿Entonces por qué lo sigues haciendo? —Interrumpió
—No me es fácil dejar eso. Se que tengo problemas Gael...
—Y demasiados —Volvió a interrumpir y colocó su rostro en sus manos, cubriéndose totalmente —hermosa, no soportó ver él que estés arruinando así tú vida —Alzó su rostro y me miró fijamente —no te dejaré, siempre estaré contigo, apoyandote en lo que sea, ayudándote para que tú estés bien. Pero necesitamos separarnos por un tiempo, para pensar. Para que tú pienses en lo que realmente quieres, para que dejes tú inmadurez. Para que pienses si quieres cambiar o seguirás con esta vida loca que llevas.
—¿Esta será la última vez que nos veamos? —Susurré y me agache, las lágrimas cayeron sobre mis mejillas.
—No cariño —Levantó mi cara, me miró directamente a los ojos y sonrió. Esa sonrisa tierna, con la que me daba a entender que siempre me cuidaría —nos volveremos a encontrar. Y cuando eso pase, tú y yo volveremos y todo será diferente. Te lo prometo —Se acercó a mi y me abrazó. Recargue mi cabeza entre su hombro y el cuello, y de igual manera, lo abracé.
—Te amo loco —Comencé a llorar, abrazándolo más fuerte.
—Te amo mucho más loca —Me apretó contra el, acerco sus labios a los míos. Y nos besamos.Fue nuestro último beso. Hasta entonces.
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La historia, ¿continuará?
Romance¿Serías diferente por la persona que amas? ¿hasta donde eres capaz de llegar?