Mi Principe Durmiente

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Auradon finalmente gozaba de una paz extraordinaria, los pájaros cantando en cada ventana, los rayos de sol a través del cristal, el aroma dulce en el aire, ya faltaban pocos días para que fuera catorce de febrero, día del amor y la amistad, y en la preparatoria todos estaban emocionado, Mal y Ben la pareja mas popular y amorosa, Evie y Doug una pareja muy diferente pero que aun así luchaban por su amor, pero Jay y Carlos, bueno ellos no tenían a nadie hablando amorosamente.

-¿pensé que salias con Jane?- preguntó el castaño al menor.

-Larga historia, resulto que no eramos el uno para el otro- comentó el peliblanco - ¿y Loonie?-

-Uff esa chica es increíble pero no, no somos más que amigos- respondió suspirando.

Estaban en su habitación, cada uno en su respectiva cama, mirando el techó.

-Carlos...- el mayor miro de reojo al pequeño, el cual movió su cabeza para verlo directamente, esos orbes cafeces hipnotizaban al mayor volviendo su rostro a un color carmín- yo...- comenzó a tartamudear.

-¿que ocurre?- se levanto de su cama y se acercó a Jay quien de igual forma se levanto.

El mayor lo miro atento, cada facción de Carlos era hermosa, desde sus ojos y pestañas, sus adorables pecas, sus rizos de dos colores, esa piel que le gustaría tocar y explorar, y claro que esos labios, rosados y delgados labios que se moría por saber si eran tan dulces como se lo imaginaba, estaba por decir lo que  esperaba con tanto entusiasmo pero cayó de golpe al pozo de la cobardía al notar lo cerca que se encontraba del pequeño De Vil.

-Nada, oye voy a buscar algo para comer vuelvo luego- salio despavorido de la habitación y corrió hasta el campo detrás de la escuela, se recargo en un gran árbol dejando salir todo el aire en sus pulmones- soy un cobarde- se dijo a si mismo sentándose en las raíces  del gran roble.

El menor se quedo sentado en la orilla de la cama preguntándose que era lo que Jay iba a decir que lo dejo muy nervioso hasta tal grado en que salio corriendo. Acaso seria que...

-No, imposible- negó esos pensamientos-  él no siente lo mismo que yo- se levanto de su cama y se sentó en la cornisa de la ventana.

-El no te ama y nunca lo hará, eres muy poco, no vales nada-

Una voz susurro a su lado, no era la primera vez, ya hacia varios días que ocurría lo mismo, siempre diciendo que era su subconsciente que le hacia ver la verdad.

-Lo se...- murmuro sintiendo un pinchazo en su dedo índice.

...

-Eres un idiota Jay- le repitió Mal.

-Deberías decirle antes de que alguien mas lo haga, varios chicos están interesados en Carlos, Azis, Mark (el hijo de Gruñón), Cedric (Hijo del Rey Arturo), hasta Jullian (hijo de la Odette princesa cisne)- Evie estaba atenta a la conversación.

-Ni los menciones, haré lo posible para que nadie se acerque a Carlos- murmuro golpeando con su puño la pared.

-Suerte con eso- dijeron ambas mientras el castaño salía de la habitación.

Durante varios minutos se la paso caminando por los pasillos ya vacíos, eran cerca de las once de la noche y la mayoría estaban dormidos.

-Gracias por todo Azis- escucho la dulce voz de Carlos, corrió hasta el lugar de donde provenía la voz, y ahí estaba Carlos junto al hijo de Aladin.

Mi Principe Durmiente (Jaylos)(One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora