capítulo 15

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*en la plaza*

/12:03/

-¡Lebra, por aquí!-grito José agitando su mano para que Leyvin lo viera. Cuando se acerco le dio un fuerte abrazo como saludo- ¿estas lista para buscar a tu amiga Jangry?

-es Angie-dijo riendo, pensando en que cuando la volviera a ver la llamaría así- por cierto... aun no la podemos buscar je je je-rio nerviosa – perdí el libro con el que podíamos volver a nuestro mundo

-¿Qué? ¿Y ahora como planean volver? Eso fue muy irresponsable de tu parte-dijo en forma de reproche, pero aun así ella prefería eso a tener que enfrentar a unas de sus amigas-bueno, me calmo. ¿Dónde fue la última vez que vistes el libro?- le pregunto

-antes de que...-no pudo terminar de hablar porque una voz la interrumpió

-nos volvemos a ver, Lebrarije o mejor dicho Leyvin-dijo la vampira con una gran sonrisa dejando ver sus colmillos mientras sus ojos tomaban un fuerte color carmesí

-tu...-dijo caminando hacia ella molesta- ¿Por qué sabes mi nombre y donde está el libro?

-por que debería decirte-dijo mientras Leyvin le intentaba propinar un golpe en la cara pero Briyeith fácilmente lo esquiva dándole un patada en sus costilla mandándola lejos, asustando a muchos pueblerinos que andaban por ahí, haciéndolos correr y ahuyentando a los caballos llevando lejos de ese lugar los carruajes - bueno, esto será más fácil de lo que pensé

José corrió hacia dónde estaba Leyvin preocupado intentando cargarla y llevársela lejos. No iba a enfrentar a alguien como ella, a simple vista se puede ver lo monstruosamente fuerte que es. Escucha unos pasos acercándose e intenta ir más rápido pero es inútil cuando siente como le clavan una daga en el hombro haciendo que caiga

-si no quieres morir junto con ellas será mejor que no interfieras-dijo arrebatándole a Leyvin amarrándola con una cuerda. Cuando estaba a punto de irse siente una mano agarrándole el tobillo impidiéndole a la vampira que siga caminando- se ve que no lo entiendes a las buenas, pues entonces lo entenderás a las malas-dijo sujetándolo del cuello levantándolo

-¡espera!-grito Leyvin-déjalo en paz, es a mí a quien quieres, solo déjalo...

-qué lindo... pero ya me molestó-dijo volviendo a poner su mirada en Jose- me los llevare a ambos-dijo mientras que estampaba a José fuertemente contra el piso dejándolo muy herido y causando una gran grieta en el suelo haciendo que todo se estremezca mientras escucha los gritos en el fondo de Leyvin pidiéndole que se detuviera. Cuando lo termino de amarrar lo coloco al lado de Leyvin

-¡José! Oh baya, estas muy herido todo es por mi culpa, te involucre en todo esto, lo siento- dijo cerrando los ojos fuertemente mientras dejaba salir sus lagrimas

-no te disculpes, fue mi culpa, no te protegí... si yo...hubiera hecho algo, no estarías en esas condiciones, lo siento-dijo empezando a toser sangre

-¡ya cállense de una buena vez!-dijo molesta Brilleith soltando un bufido fastidiada mientras pateaba el suelo dejando salir un aura negra donde dejo la pequeña grieta -solo falta una. Ya debe haber llegado-dijo caminando nuevamente hacia la fuente dejándolos tirados y amarrados cerca de un callejón

Al llegar vio a una gordita muy desorientada con medio pan en la mano. Se acerco lentamente con una sonrisa

-hola, Angie-dijo Brilleith con sus brazos cruzados- te estaba esperando

-¿nos conocemos? Espera, ¡¿Cómo sabes mi verdadero nombre?!-dijo señalándolo con su dedo tembloroso ocultando inútilmente su miedo

-eso no importa ahora. Será mejor hacer esto rápido, me estoy retrasando- dijo ya cansada de tanto drama, quería acabar con esto de una vez por todas. Sus ojos se tiñeron de un rojo brillante mientras corría a toda velocidad hacia Angie, mientras que la campesina intentaba cubrirse para no salir lastimada pero de un momento a otro ya Briyeith no estaba en su campo visual, cuando baja los brazos extrañada sintió un golpe en su cabeza que apenas y si pudo ver mientras caía inconsciente en el suelo con su frente sangrando. La amarro y la llevo arrastrada por su pie

Llego donde estaban Leyvin y Jose forzando la cuerda, cuando voltearon, lo primero que vio Leyvin fue a Angie siendo arrastrada con sangre en su frente mientras estaba inconsciente

-¡Angie! ¡¡¿¿Qué le hiciste bruja??!!-grito leyvin llena de ira

-tranquila, no está muerta...aun. No le quitare toda la diversión al rey-dijo riendo mientras los agarra llevándoselos a rastras hacia Filpans.

*en la entrada de Filpans*

Se encontraban Brilleith, Jose, Leyvin y Angie al frente de una gran puerta de madera con un guardia en la entrada. El guardia al ver a la vampira corrió rápidamente a abrir las gigantescas puertas. Al terminar se posiciono a un lado de la entrada cediéndole el paso a la vampira con sus tres individuos amarrados. Al entrar había una gran plataforma de madera, de un metro de alto con una palanca al lado izquierdo con tres cuerdas colgando desde arriba

-¡oh, Brilleith hasta que alfin llegáis!-dijo el rey acercándose a la vampira, luego mirando a la vendedora-nos volvemos a ver Lebrarije-dijo tomando a Leyvin del mentón

-¡¡suéltala!!-grito enojado Jose

-y vos quien sois- dijo enojado el rey

-un sujeto que quería interferir en mi trabajo, hay que matarlo también-dijo la vampira con serenidad

-hoy el centro de atención serán estas tres señoritas, a él llevadlo a una celda hasta que se pudra

-¡¡mi rey!! ¡¡El capitán llego con la hechicera y los demás soldados!!-grito un soldado mientras se escucha a los caballos llegando hacia donde están ellos

-perfecto

Había aproximadamente ocho caballos, primero se bajó el capitán de la tropa de soldados, luego bajaron a Oscary y de ahí todos se fueron bajando hasta que armaron dos filas al frente del rey dejando un espacio en el medio, cuatro a su izquierda y otros cuarto a su derecha, al terminar, el capitán paso junto con Oscary hasta posicionarse al frente de rey

-mi rey, aquí le traje a la prisionera-dijo haciendo una reverencia

-¡¡¡Oscary!!!-grito leyvin emocionada recibiendo a los segundos un golpe por parte de Brilleith

-¿Qué...-dijo Oscary sin poder creérselo-negras...

-haced silencio. Poned ahora mismos a las prisioneras en la orca-ordeno mientras que los guardias las agarraban subiéndolas a la plataforma de madera amarrando la cuerda en sus cuellos mientras Oscary y Leyvin forcejaban intentando desamarrarse y Angie iba apenas recuperando la consciencia

-¡¡¡Ahora!!!-grito el rey dando la orden de jalar la palanca y quitar la parte superior de la madera para dejarlas colgando

Cambiando el DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora