Notas de piano

1

Estaba solo y devastado en aquel tétrico lugar, la verdad le había dado un golpe duro, y no sabia que hacer. Nada estaba a su favor, mas bien parecía que el mundo se había puesto de acuerdo para que ese fuese el peor día de su vida.

El viento helado de aquel triste atardecer le golpeaba el rostro y desde sus ojos gruesas lágrimas amenazaban con hacer acto de presencia, nunca pensó que el conocerle cambiaría tanto su vida y el hecho de solo pensar en el día que todo comenzó, le destrozaba el alma.

Tenia aquel recuerdo tan presente en su memoria que parecía que había sido apenas ayer y no hace años.
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-"Tienes que mejorar tu manejo con el balón, porque si no, me tendré que ver obligado a sacarte del equipo"

Ésas habían sido las palabras de su entrenador que aún seguían presentes en su memoria, causando que apretaba sus puños hasta encajarse las pocas uñas que tenía por la frustración que le causó debido a que por culpa de esas palabras se quedó entrenando hasta más no poder que perdió la noción del tiempo y ahora ya era tarde, tan tarde que el único sonido que había era el de sus pasos, estaba cansado y algo sudoroso, algo que para el era una de las peores combinaciones que podrían existir.

De repente una bella y cautivadora melodía se escuchó sonar, interrumpiendo sus pensamientos. intrigado por la canción y su procedencia empezó a seguirla hasta llegar a la sala del auditorio, al entrar a esta se encontró un chico de aspecto asiático, de hermosa y fina figura, un chico que despertó una sensación extraña en el.

Este se encontraba practicando lo que parecía una rutinas de ballet, los movimientos que ejecutaba eran hermosos y perfectos.
Sin prestar demasiada atención, cautivado e hipnotizado por los movimientos tan delicados y finos que veía, se quedó embobado en mitad de camino al escenario. No fue hasta que el peli-negro de nombre desconocido, dejo de moverse al sentir su presencia y la música había dejado de escucharse que se dio cuenta de sus actos y de que muy probablemente parezca un idiota hay parado.

-¿Hola?- saludo en todo de pregunta al  desconocido que interrumpió su entrenamiento.

El español intentó corresponder el saludo sin embargo no pudo debido a que las palabras todavía no salían de su boca.

-Amm...- el cuerpo del joven se tenso un poco por los nervios debido a la presencia del inprevisto  "espectador" que lo observaba desde lejos.
Javier pudo notar los nervios del japones, causados por su tan inesperada aparición, así que obligándose a salir de su pequeño shock, contestó:

-Hola- lo único que sus nervios le permitieron hacer fue corresponder el saludo, pero después de eso, el fue el que se tenso por el in como momento que estaba pasando.

Pudo observar como el cuerpo del nipol se relajaba debido a que, por lo menos había devuelto el saludo.

-¿Puedo ayudarte en algo?- preguntó con intriga por saber el motivo de su interrupción.

-he no, bueno si pero...- las palabras le salían con un leve tartamudeo por ello hizo una pequeña pausa para intentar fórmulas bien la respuesta a la pregunta pero los nervios no lo dejaban pensar, y la mirada intrigada que se posaba en el no lo ayudaba mucho. Presa de los nervios, optó por la opción, que para su parecer era la mejor

-Lo siento tengo que irme- sin más explicaciones salió huyendo dejando a un joven peli-negro confundido por su extraño comportamiento.

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Mil ocho cientos años
Esta historia la pensé e incluso este fragmento lo escribí alrededor de los 13/14 años y decidí dejarlo ya que pensé que era una mierda, pero ahora años después lo leo y me digo: bueno, no es tan malo.
Así que estoy pensando en volver a retomarla, lo bueno es que había dejado notas de eventos y de partes de la historia por lo que recuerdo vagamente de que iba a tratar, sin más que decir me despido y espero poder publicar pronto.