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¿Pueden creer que conseguí el trabajo? ¡Yo tampoco! Aunque fue cuestión de suerte, como diría Alisha

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¿Pueden creer que conseguí el trabajo? ¡Yo tampoco! Aunque fue cuestión de suerte, como diría Alisha. Según lo que me conto el que es mi nuevo jefe, el de diseño grafico renuncio la semana pasada, y estaban desesperados por conseguir el remplazo, pero nadie venía, hasta hoy. Eso quiere decir que comencé a trabajar directo, y estoy muy cansada, porque tenían un montón de trabajo acumulado.

Llego al apartamento, y antes de entrar escucho un ruido desde el apartamento de Preston, me encojo de hombros y entro. Al hacerlo consigo algo completamente inesperado. Chleo y Mitchell en el sofá, viendo una película.

Los dejo y camino a mi habitación. Me baño y cambio, dándoles tiempo a los chicos.

Quince minutos más tarde camino a la cocina, por un poco de avena. Me sirvo, y me dispongo a ver la película con ellos, aunque no lo saben. Sonrió pocas veces cuando Mitch, comienza a jugar con el cabello de Chleo.

Carraspeo cuando la película termina, y se sobresaltan. Voltean a verme, y si no fuera por el televisor prendido, jamás me hubiera dado cuenta en el rubor de las mejillas de Chleo, y Mitchell. Chleo baja la mirada a sus manos en su regazo, Mitch se rasca la nuca.

—Buenas noche—digo un poco más alegre de lo normal.

—Eh... Hola—dice Mitch.

—Hola Roxy, ¿Cómo te fue?—pregunta normal Chleo.

—Normal, un poco agotador, pero me iré acostumbrando, y creo que cuando baje la cantidad de trabajo que acumularon, ser aun más fácil—respondo, aunque sin quitar mi sonrisa.

—Mmm... Iré al baño—se escusa Mitch, y sale prácticamente corriendo de la habitación.

Le doy una sonrisa socarrona a Chleo, y ella baja la mirada. Me siento a su lado, y justamente llega Mitch.

—Me tengo que ir. Mamá me pidió que realizara algunas cosas, nos vemos chicas—dice Mitch más nervioso de lo normal. Sonrió y asiento.

—Claro adelante—digo, y volteo a ver a Chleo, que no puede ocultar la decepción en su rostro.

—Roxy, recuerda la reunión con mamá.

—Lo recuerdo. Nos vemos mañana idiota—le doy otra sonrisa.

—Hasta luego hermanita. —Mira dudoso a Chleo, para luego decir. — Mmm... buenas noches Chleo—se despide, y sale del apartamento.

Volteo a ver a mi amiga, y ella me da una sonrisa tímida. — ¿Qué hacia Mitchell aquí?—pregunto divertida.

—Eh... Bueno, vino hace unas horas, para avisarte sobre la cena con tu madre, y como no estabas, se quedo. Lo invite a ver unas películas conmigo eso fue todo, nada del otro mundo—responde tranquila.

— ¿Te gusta Mitch?—No aguanto en preguntar. Veo sorpresa surcar su rostro, y niega frenéticamente.

—Oh Dios, no. Es tu hermano, ¿Cómo crees?

Vuelve a AmarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora