Mi vida es una mierda...parece que todo lo que hago no importa, nadie me entiende. ¡Absolutamente nadie!, ¿como podrían entenderme si no saben lo que siento?
Voces en mi cabeza me dicen que me mate. Que me suicide para dejar espacio al mundo a alguien que si quiere hacerlo. No me importa la verdad. Solo...no quiero existir. No quiero vivir...
(...)
-Nai. - escuche a unos chicos decirle a ¿una chica? La verdad, no podía decir si era chica o chico. Ya que lo estantes lleno de repisas repletas de libros opacaban mí vista.
La banda de Aaron, ese estúpido que diario me molesta, habla alegremente con, ¡oh, ya! Era Nai Vander, el chico de la falda rosada.
Un chico realmente lindo que siempre utiliza faldas de diferentes colores... ¡B-bueno ese no es el punto! El punto es que, parece conversar felizmente. A mí, ni me importa pero nunca pensé que ellos dos, chicos realmente populares y completamente diferentes se conocieran.
Pasaron varios minutos y Aaron se fue, dejando a Nai solo. Tal vez fue el destino...no lo sé...tal vez fue mi mirada inyectada en su persona...ó esas ansias de por fin hablarle al chico que ha iluminado por un momento mi opaca vida.
Estaba decidido. Camine a paso firme casi posicionándome al lado de él hasta qué, gracias a mi estupidez, pise la agujeta de mi tenis y salí disparado, cabeza contra el piso unos metros adelante.
-¡¿Estas bien?! - preguntó una inocente voz. Era Nai, que vergüenza. Me levante lo más rápido que pude y sacudi un poco de polvo que estaba en mi ropa.
-¡Estoy bien! - rechace su mano.
-Oh lo siento. Jeremy, ¿verdad? Vas en mi salón, ¿no? No eres muy sociable que digamos. ¿te gustaría...? - antes de que siguiera lo interrumpi, sé lo que me pedirá, pero tengo tanto miedo que pase lo de hace años.
-No quiero ser grosero pero debo irme. - trató de escapar pero toma mi mano antes de que pueda dar aunque sea un paso.
-¿En serio estas bien? ¿puedo...?
-¡No no puedes! Por favor, ya sueltame. - Su agarre es muy fuerte. No quiero lastimarlo pero tampoco puede saber de mi existencia. Aparto mi brazo de un jalón y lo empujó y haciéndolo caer al suelo.
Tantas ganas que tengo de disculparme pero lo hecho, hecho está y nada ni nadie puede cambiarlo.
-¿Jeremy? - Su inocente voz me rompe el corazón.
Como el cobarde que soy, salgo disparado hasta el techo de la biblioteca. ¡No merezco que gente buena quiera conocerme! ¡Es más, mis padres debieron haberme abortado! ¡No quiero vivir! ¡Solo quiero morir y que la gente no me encuentra jamás!
Al llegar arriba, el viento sopla contra mi cara. La brisa choca con mi nariz, un aire frío recorre mi espalda haciéndome temblar. Camino lentamente hasta el borde del edificio.
¿Realemente lo haré? ¡Si lo haré!
¡no quiero ser como esos cobardes que dicen que saltaran y ni lo hacen! Bueno, no soy nadie para decir cobarde a otros por qué... Mirenme, soy patético.Está alto, muy alto. Mientras más mejor, así no quedará nada de un ser inmundo como yo.
Al ponerme al borde respiro. Silencio, nada suena, solo el conteo en mi mente. Y esas voces que dicen que salte ya.
"¡Te odio!" "¡Si muere ya, no mereces vivir!" "¡Maldito!"
Cada palabra era peor. Aflojó mi cuerpo. Es hora de decir adiós.
¿A quién...? Ah, si... ¡A nadie!
El tiempo se detiene, coloco un pie fuera del borde.
Solo...hazlo...
¡Hazlo...! No lo pienses y salta.
Una lágrima empapa mi mejilla. Está sera la última vez que llorare. Como el cobarde que soy.
-
Me odio...
(... ... ....)
-¡¡NO LO HAGAS!! - grita una voz. Unos brazos tibios y frágiles rodean mi cintura y me empuja al suelo. -¡NO LO HAGAS, NO LO HAGAS!
-¡¿Tú...?!
Esa pequeña lucesita rosada, evitó qué mi vida acabará en un patético choque contra el pavimento.
ESTÁS LEYENDO
El chico de la falda Rosada. [Yaoi/Gay] [Editando]
Novela JuvenilNai Vander es el hijo mayor y cabecilla de la familia Vander, rival de la familia conocida por malas razones como los Evans. Un tanto cliché: Rivalidad convirtiéndose en un amorío juvenil. Combinando la vida empresarial con la vida privada, algo dep...