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La noche anterior en la cena con mi madre, pude sentir un poco la incomodes entre Chleo y Mitch, aunque creo es porque sienten algo el uno por el otro, sabré luego

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La noche anterior en la cena con mi madre, pude sentir un poco la incomodes entre Chleo y Mitch, aunque creo es porque sienten algo el uno por el otro, sabré luego.

Como era de esperarse mamá fue todo, abrazos y mimos. Y un millón de frases como "Estas hermosísima hija" "Estamos orgullosos de ti" y muchas cosas.

Aunque llegamos tarde a noche, no pase por alto el grito furioso de Preston, y eso me llamo mucho la atención. Tuve la tentación de acercarme, y preguntar que ocurría, pero luego recordé que no era asunto mío, sus problemas. Ya no.

Me levanto por el fastidioso pitido de la alarma, y gruño. No actuaria de esta forma, si no fuera, porque me acosté tarde, y que mi carro sigue varado y seguro tendré que ir en un colectivo.

Me baño y visto para el trabajo, y cuando estoy lista salgo de mi habitación.

Como es de esperarse Chleo estaba en la cocina comiendo su cereal, y escuchando música por su IPod. La saludo y camino por mi avena.

—Buenos días—me dice y yo asiento.

—Buenos días, no tan buenos para mí—digo tomando una cucharada de mi desayuno.

— ¿Y eso?

—Me acosté tarde y me siento todavía agotada. Y me tengo despertar más temprano por el auto.

—Te acostumbraras. Lo hiciste con el ejercicio, lo lograras con esto. Solo es cuestión de tiempo. —Me dice y asiento.

—Eso espero.

***

Hoy estuve de suerte, por así decirlo de conseguirme a Preston justo antes de salir. Y de nuevo se ofreció a llevarme, y acepte ¿Por qué no? Odio el colectivo, hay gente sudorosa, y mal oliente en ese lugar. Si me proponen ir en auto, a pesar de que no sea mi persona favorita en la historia, lo aceptaría.

El viaje no fue incomodo, aunque a Preston lo llamaron más de una vez, y tres de ellas era una chica. No sé si la misma, o diferentes. Solo sé que se trataba de una chica. Una repentina sensación de celos me invadió en ese momento, o era rabia. Si creo que fue rabia. Esperaba. O una pequeña parte de mi esperaba, que Preston sentara cabeza. Pero no lo hizo.

Cuando llegamos me despido, y camino hacia el gran edificio de veintiún pisos.

Marco mi entrada en recepción, y camino hacia mi puesto de trabajo. A noche cuando llegue adelante un poco de ello, y es una de las razones porque estoy tan cansada.

***

En la hora del almuerzo, salgo de mi respectiva oficina, y me dirijo a la cafetería del lugar.

Pido una ensalada cesar, y un vaso de té helado. Aunque quisiera devorar más comida, estoy trabajando, y si como demás puede que me cause indigestión.

Vuelve a AmarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora