- VII -

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Magnus

En serio no estaba lejos la casa de Ragnor del edificio, si hubiéramos ido en cuatro patas, hubiéramos llegado antes.

Ver el interior de la casa totalmente llena sangre, fue algo impactante. Olíamos que era sangre de algún animal que cazaron por ahí pero aun así era espeluznante.

– Sí que se llevaron un gran festín. – Dije tratando de minimizar la situación.

– Pobre Cat, ella no se merecía ver esto, sigue siento una omega sensible. – Sé a lo que se refería.

Mi cachorro también lo era, a pesar de que nosotros les ayudemos a ser fuertes, siguen siendo omegas.

– Buscaremos al culpable Ragnor, por ahora deja a Cat en tu cuarto de oficina.

Mientras le daba un ligero apretón en su hombro en forma de apoyo, escuchamos y hasta alcanzamos a ver, una gran explosión enfrente de mi edificio.

Después de no escuchar la respuesta de Alec mediante la conexión, supe queno se iba a esconder y los iba a enfrentar. Mis guardias le darían tiempo en lo que llegábamos.

– Vámonos, están ahí, sabía que Valentine no se iba a esperar a nada. – Íbamos a subir al coche pero Ragnor me detuvo.

– Llegaremos más rápido siendo lobos. –

Escuche sus huesos crujir para después ver la transformación de mi amigo. Un lobo fuerte y grande con ojos verdes limón, del tamaño de una camioneta, gruñó y empezó a correr en dirección al humo.

Hice lo mismo y lo alcancé rápidamente.

Mi lobo es más fuerte y rápido, desde lejos podía escuchar los balazos y ver pequeñas bombas que iluminaban algunos pisos. Escuchaba a los betas tratando de llevarse a los omegas a los sótanos mientras otros eran sacados a la calle para llevárselos o ser violados en el momento.

Traté de comunicarme por la conexión con Alec, pero nunca me respondió. Cuando llegue al lugar, maté ferozmente a cuatro alfas enemigos. Ragnor me ayudó con más para que subiera los pisos siguientes.

Escuche varios gruñidos y aullidos, varios de mis guardias estaban convertidos, se defendían o defendían a omegas, deduciendo que eran sus parejas. Pero un aullido lastimero resonó en mi cabeza, estaba cerca y sabía que le iban a matar.

Ragnor llegó a mi lado después de unos minutos, fuimos hasta el final del pasillo corriendo. Las paredes estaban llenas de sangre, tanto como con manos humanas dibujas y arañazos.

Todo estaba en silencio.

– Ya la olí. – Dijo Ragnor convertido en humano, mientras que yo olía la sangre de las paredes, esperando que no fuera de mi cachorro.

En el último cuarto estaba una pequeña loba con el pelaje azul casi negro, herida de una pata, un tipo la amenazaba con una pistola. Ragnor lo despellejo en un segundo.

Quería encontrar a Alexander de ya, no lo veía a él o a Valentine, no escuchaba ni olía nada. El modo pánico se me estaba activando y definitivamente quería matar a alguien.

Magnus, tu oficina. – Escuché la débil voz de mi niño en mi cabeza. Llegué en dos segundos a la oficina.

Ahí estaba.

Alec

Le había dado una buena pelea a Valentine, en definitivo era un gran alfa, pero no más poderoso que mí alfa. Traté de esconder a Cat pero supe que le habían herido cuando escuche su aullido pidiendo ayuda.

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