Sasuke se miro al espejo, se arreglo el cabello, se humedeció los labios y guiño un ojo a su reflejo — Dios, necesito ir al spa de inmediato, me urge un masaje y una buena mascarilla para refirmar mi piel, aunque... —con sus pálidos y largos dedos apretó un poco de piel que sobresalía de sus caderas — estás necesitan algo más que una mascarilla — un ligera mueca con sus labios se instalo en sus rostro — mhp, con que mi esposo me ame así es suficiente, además no es que yo quiera estar así de "gordo" es su culpa qué yo este así.
—¿Qué cosa es mi culpa, mi amor?— Naruto salio del baño, con un traje azul marino y camisa blanca con pequeños detalles de rombos azulados, dándole mas elegancia al atuendo se coloco uno de sus mejores relojes, un Rolex, obsequio de su amada suegra,el traje se amoldaba perfecto a su figura varonil resaltando aquellos frondosos y redondos glúteos.
—aquellos que me encanta amasar con mis manos mientras me...
—Cariño ¿te sientes bien? — Naruto agito la mano frente al rostro del azabache
—Sí, ¿por? — Sasuke le dio un manotazo y frunció el ceño, molesto por ser arrancado de sus memorias pervertidas y compartidas con su marido.
—Es que llevo rato pidiéndote que me ayudes con esta molesta corbata — el rubio señalo el trozo de tela diabólico, odiaba usar esas cosas que solo conseguían hacerlo sentir incómodo y asfixiado.
Sasuke rodó los ojos y se acerco para hacer el nudo de forma correcta.
El Uzumaki aprovecho para amasar las nalgas del mas bajo. Verlo vestido solo con la camisa que el día anterior él había llevado le calentaba de sobre manera. Entonces Sasuke gimió provocando que una oleada de placer viajara desde la columna hasta su entrepierna.
—S-sasu, cariño, tengo una junta muy importante, si no llegó tu hermano me corta las pelotas, ¡oh, dio..! —Sasuke había bajado el cierre del pantalón y a la velocidad de un rayo se había dejado caer de rodillas para sacar el duro falo y meterlo de una sola a su boca, recogiendo con la lengua las pequeñas gotas del fluido preseminal.
Naruto apretó los ojos, negándose a abrirlos y mirar lo que su esposo hacia allá abajo, están seguro que de hacerlo cometería una locura y terminaría por echarse un mañanero y no, no podía permitirse ese pequeño gusto, el tenia una junta muy importante con su querido cuñado Itachi y su adorado suegro, ellos ya lo habían "prevenido" para que faltara a tan importante reunión.
—S-Sasu, gatito, detente no podemos — el plop y el rebote de su miembro al ser sacado de su calentito alojamiento le provocaron casi, un orgasmo
—¿Por qué? — le preguntó Sasuke con los ojos lagrimosos
Naruto trago saliva de forma dolorosa ante la imagen.
—Hoy es el día de dar amor, Naru —refuto el azabache aun de rodillas y con el miembro entre sus delicadas manos
—¡ay, dios santo! — exclamó el rubio, aquella imagen lo estaba en verdad, alejando de sus planes — pues por eso mismo mi amor, tu papi y tu hermanito me dijeron que si hoy faltaba sabrían por qué y que no debía caer ante tus encantos o se encargarían de hacerme pasar un infierno por la eternidad, así que deja que vaya y en la tarde tu y yo terminamos con esto ¿te agrada la idea?
—No — respondió sincero, odiaba que aun estando casado lo cuidaran de esa forma tan posesiva su padre y hermano.
—Gatito...
—Pero tu gatito quiere lechita calientita meow, ¿no me la darás?
Naruto dejo de pensar en lo malo que podría ser el infierno.
ESTÁS LEYENDO
Chocolates, flores, peluches y mucho amor.
Short StoryEl día de San Valentin es mejor cuando estas casado con el amor de tu vida.