San Valentín

1.

Bill Cipher tenía un plan, y un objetivo fijo. Conseguir una cita con Dipper Pines. No podía ser tan difícil, y tenía la excusa perfecta... ¡San Valentín!

Un par de semanas antes, Bill le había pedido ayuda a Mabel para que ese día, el codiciado día de los enamorados, Bill finalmente sea capaz de acercársele a su adorado Pino; y sí tenía suerte conseguir una cita con él.

Bill y Mabel compartían una clase y desde que se habían conocido se habían vuelto inseparables. No es de extrañar que un día Bill haya ido a casa de Mabel... y demonios, desde que conoció a su hermano gemelo, Dipper, Bill ya no tuvo vuelta atrás.

Estaba loco por ese chico.

Había hablado un par de veces con él, y siempre que lo hacía sentía como su estómago se alborotaba, por eso había decidido que San Valentín era su oportunidad para conseguir una cita, pero para eso necesitaba la ayuda de Mabel y claramente la de Cupido.

Ella había aceptado con tal vez, demasiado entusiasmo. 

Y así, durante semanas, ambos chicos idearon el plan perfecto, era casual, pero al mismo tiempo era tierno.

—Entonces... —dijo el rubio mientras les enseñaba las notas a sus dos ayudantes—, repasemos todo, una vez más.

—Dipper y yo saldremos de mi casa a las 8:20, y llegaremos a la esquina de la florería como a las 8:30 —habló Mabel.

—Que es donde los interceptare "casualmente", Mabel se adelantará por algo, como una tarea de último minuto o algo así y me dejará solo con Pino —dijo Bill.

—Entonces una vez que estén llegando a la escuela, cómo por... aquí —la castaña señaló una calle cercana a la escuela—, Will saldrá con su traje de cupido.

—Y yo le preguntare a Dipper si quiere salir conmigo en la noche.

—¿En serio tengo que usar el traje de Cupido? —preguntó Will con un puchero.

—¡Por supuesto que sí! —gritó Bill—, es lo que le da magia a todo el momento.

—¡Pero Bill!

—No te preocupes, tenemos el tiempo calculado para todo, llevaré tu ropa en una mochila y te cambiarás en la escuela antes de que alguien te vea, claro... una vez que Dipper haya aceptado.

—Todo esto es estúpido, ¿por qué no simplemente se lo preguntas? Será exactamente igual, sólo que yo no haré el ridículo.

—¡Porque quiero que haya un cupido que simbolice que nuestro amor es el destino! —se quejó Bill—, además de que te verías adorable en un traje así, ¿o no, Mabel?

—¡Así es Willcito! —gritó emocionada—, serás la cosa más linda en el traje, además de qué tenerte ahí hará que Bill se sienta más seguro, y de que por fin deje de acosar a mi hermano.

—Supongo que no tengo otra opción.

Will no estaba seguro de como es que siempre se dejaba arrastrar por las tonterías de su hermano.

—No, no la tienes —Will soltó un suspiró frustrado antes de que Mabel continuará—. Bien, el plan es simple, el único problema que habría es sí Dipper decide tomar alguna ruta alternativa.

—Por suerte estuve analizando los caminos que toma y las razones... —respondió Bill.

—Eres un verdadero acosador.

—Prefiero el término, romántico empedernido, Will —respondió el rubio dramáticamente—, en fin tomando en cuenta que se desvíen y no vayan por la ruta de siempre, hice muchos mapas con un número cada uno, dependiendo del camino que tomen, es el mapa que usaremos, Mabel —se dirigió hacia la castaña—, tienes que avisarnos apenas sepas por donde se van a ir, ¿está bien?