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Algo que Elicia pretendía contarle al rubio la noche en que terminaron, era que le había llegado (de nuevo) una solicitud para formar parte de la agencia de Enji Todoroki. Si bien es cierto en un inició cuando estaba por terminar la UA declinó de aceptar dicha invitación, ahora no tenía ningún motivo para volver a hacer de lado esa oportunidad; es más, pensaba que era cómo un regalo para su corazón roto. ¿Qué mejor que poner unos cuantos de cientos de kilómetros para poder sanar heridas y no recordarlo con facilidad? Sin duda alguna en su oprimido corazón, esa noche Elicia dejó Tokio.
Avisar al mayor del clan Todoroki que había aceptado su solicitud y que estaba ya en Kyoto, le dio el empujón que le faltaba para poder avisar a su antigua agencia que por motivos personas se retiraba de la ciudad y por ende presentaba su renuncia, no tuvieron objeciones; ser sobrina de Aisawa Shouta tenía ciertos beneficios.
- Pensé que de nuevo rechazarías la solicitud de mi agencia.
El hombre de casi dos metros de altura se encontraba en su oficina un tanto sorprendido por la repentina visita de la ojiverde, fue una grata sorpresa, pero sabía que algo no andaba del todo bien.
- Esta vez no tuve motivos para negarme a aceptarla, además mi particularidad es similar a la suya, Endeavor. Pretendo aprender de usted, si me lo permite.
Clara y directa, eso le gustaba.
- Aprenderás, sí, pero antes tienes que hablar con alguien.
Y sin esperar respuesta levantó la bocina del teléfono que estaba en su escritorio y marcó un número.
- Ella está aquí, deja de preocuparte y ven a mi oficina. - El héroe colgó el teléfono y de nuevo de se dirigió a la pelinegra - Solo tienes esa mochila contigo, tampoco tienes dónde quedarte, ¿no?
- Así es... - Avergonzada, la voz de la fémina sonaba como un suave susurro mientras solo miraba aquellas zapatillas que compró de manera improvisada en el aeropuerto - Pero pretendo buscar un lugar donde quedarme, solo quería reportarme con usted primero.
La muchacha había levantado la vista y por fin el héroe pudo descifrar qué no andaba bien, sus ojos aún tenían los parpados algo rojizos, debajo de ellos dos pequeñas bolsas que hacían de ojeras oscureciendo todo su semblante y claro, esa mirada de quien ha perdido alguien que amaba. Podía reconocer esa mirada, él en algún momento de su vida también llegó a tenerla.
Aquellos minutos de silencio se hicieron eternos para Elicia, no sabía si había hecho bien en declararle sus intensiones a Endeavor pero tenía claro que si no lo hacía en ese momento, hacerlo más adelante se complicaría las cosas. Aparte de eso, ¿a quién había llamado? De pronto y sin aviso, la puerta de la oficina del héroe se abrió dejando ver a un Shouto con la respiración agitada, viendo primero a su padre y luego a Elicia, se encaminó hacia ella y sin que pudiera decir nada solo la abrazó.
Esa fue la gota que rebalsó el vaso.
Todas las lágrimas que Elicia no había derramado en el trayecto a Kyoto se hicieron presentes, el dolor afloró y las fuerzas que la mantenían en pie se desvanecieron dejando que el bicolor la sostuviera con el mayor cuidado que podía tener. Y lloró como cuando niña perdió a sus padres, pero esta vez no era su tío el que la calmaba, era aquel muchacho al que una vez llamó mejor amigo y del que se había separado por los celos de quien ahora causaba sus lágrimas.
Decir que sabía en qué momento dejó la oficina de Endeavor sería mentir pues a la mañana siguiente, la pelinegra ni siquiera sabía cómo es que se encontraba en aquella amplia habitación y mucho menos qué hacía compartiendo la misma cama que Shouto. Solo pudo sonreír al verlo dormir tan tranquilamente y al saber que después del tiempo transcurrido, aún podía contar con él.
<< Tal vez nunca dejé de contar con él >>
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En muchas ocasiones el tiempo puede ser tu enemigo, como cuando estás apurado por salir de la escuela o el trabajo, pareciese que el tiempo sabe de tu prisa y transcurre con suma lentitud, sin embargo, en otras ocasiones como en esta, transcurre de manera justa, sin prisa ni lentitud, dándote espacio suficiente para analizar todo de manera tranquila, con el corazón menos emocional y con la cabeza fría.
Había pasado casi dos años desde que Katsuki vio a Elicia por última vez, luego de que ella no llegara al departamento en el que vivían, avisó a Aisawa de la situación y obviamente este se encargó de ubicarla; sabiendo ya que se encontraba con los Todoroki, ni se molestó en avisarle al rubio, no valía la pena hacérselo saber. Meses después y por noticias de un ataque de villanos, logró saber que había dejado Tokio y que ahora pertenecía a la agencia de Endeavor, verla rodeada del fuego que emanaba de sus manos le hacía recordar la calidez que sintió la primera vez que tocó sus manos, sin duda extrañaba muchas cosas de ella. Verla sin acercarse a ella era lo que él mismo se había buscado.
- Katsuki-kun, vendrás, ¿cierto? - La voz emocionada de Ochako hizo volver a la realidad al rubio-
- No molestes cara redonda, ese es mi único día libre y no planeo pasarlo encerrado en una estúpida fiesta de compromiso - con pesadez el rubio sostenía el vaso de té helado que habían puesto frente a él-
- No digas esas cosas Kacchan, todos confirmaron su asistencia, es importante para nosotros que también estés ese día - Izuku trataba de convencerlo mientras se debatía si hizo bien en decir que todos irían, aún había dos personas que no habían podido confirmar su asistencia -
- ¿Todos? - intentando mostrar desinterés y sintiendo como su corazón se aceleraba, el rubio preguntó, necesitaba que reafirmaran lo que había oído -
- Todos, Katsuki-kun - sin saber si hizo bien o no, la castaña respondió -
El compromiso de Ochako e Izuku se celebraba en una cálida noche de verano en un salón adornado para la ocasión, ambos muchachos recibían a cada uno de sus invitados, se alegraron de que Katsuki decidiese ir, aunque ambos pensaban que tal vez no lo hacía por ellos.
La noche transcurría tranquila y sin pormenores, desde una esquina Katsuki analizaba a cada uno de sus ex compañeros observando qué tanto habían cambiado... Alguno de ellos, como Denki, habían asistido con sus esposas o novias, Kirishima era uno de estos últimos. Sin embargo, ella no estaba - o eso era lo que él creía - y por fin calló en cuenta de cuanto deseaba que estuviera a su lado sonriéndole a pesar de que tuviera esa cara de enfado.
Cuando por fin Izuku llamó la atención de los invitados atrayéndolos al centro del salón para hacer el gran anuncio, Katsuki pudo ver a Elicia. Estaba ahí, elegante y hermosa como solo ella podía estar, sonriendo por la felicidad de su mejor amiga como su se tratase de la suya.
Con toda intensión de acercarse empezó a caminar en su dirección, el corazón de Katsuki latía con tanta fuerza y su nerviosismo era tal que con un rápido movimiento se quitó la corbata que llevaba puesta y cuando parecía que por fin podía tocarla de nuevo, pudo ver como unos fornidos brazos rodeaban la cintura de la fémina, las mejillas de esta se tomaban un tierno carmín, girando un poco el cuerpo y empinándose, con cuidado depositó un beso en la mejilla del varón heterocromático que estaba tras ella.Estando lo suficientemente cerca pudo ver como las manos de la ojiverde se posaban en los brazos del bicolor resaltando en una de ellas el brillo de un anillo de compromiso. Sí, un anillo de compromiso como aquel que nunca compró para ella; un anillo de compromiso que le hizo entender que el no seguirla aquella noche, fue el peor error de su vida.
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Realmente no sé si este escenario ha quedado como debía quedar, de todos modos agradezco la espera y sus comentarios.
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► є ѕ c є η α я ι σ ѕ ◊ вσкυ ησ нєяσ αcα∂ємια ◄
Historia CortaAtreviéndome a publicar algo, presento pequeños escenarios entre ____ (Tú) y los personajes de BNHA, espero no morir en el intento ♡ Los personajes no me pertenecen y pueden encontrar faltas ortográficas y/o gramaticales. La imagen de portada y lo...