Celebración, jolgorio, risas, alegría desbordante, esas eran las palabras con que se podía describir el ambiente en el Bosque de las Almas Perdidas. Al fin, la difícil batalla que libraron Amy y sus amigos contra la malvada reina hada oscura, Diana, y sus maquiavélicos Guardianes de Sombras había finalmente terminado. A pesar de ello, gran parte de los árboles, almas y criaturas que habitaban los dominios de la bruja Sanaél, habían sido eliminados sin misericordia por la maligna hada tras la invasión, y como si fuera poco, el imponente portal de piedra, símbolo de enlace entre el enigmático bosque y el mundo de Amy, había sido destruido producto del último Necrorus creado por Diana.
Sin embargo, a pesar de los daños causados, la magia que rodeaba al bosque era ilimitada, y con el rápido pasar de los minutos, aquellos árboles que habían sido destruidos por la malvada Diana comenzaban a restaurarse nuevamente. Todo ello gracias al árbol milenario, el hogar de Sanaél, que poseía un extraordinario poder, capaz de restablecer cualquier daño que pudiese provocarse a todos los seres del bosque, por cualquier causa.
Amy y sus amigos contemplaron maravillados como brotaban, de las resecas ramas del árbol, millones de semillas mágicas, que a través de un cálido viento provocado por el resto de los árboles, volaban hacia los lugares donde sus homogéneos habían sido destruidos o calcinados. El resultado era el rebrote de pequeños tallos, que comenzaban a crecer lentamente y que, con el paso del tiempo, se convertirían en nuevos árboles. Las almas del bosque, que llegaban por primera vez a este lugar después de morir, comenzaron a circundar a estos pequeños brotes de árboles, los cuales cobraron vida al instante, como si hubiese ocurrido...un milagro.
— ¡Vaya! —Exclamó Travis—. Jamás, en todos mis años, había presenciado algo tan maravilloso como esto.
— Travis, tú jamás habías visto esto, ¿verdad? —Le preguntaba Lilian.
— No, claro que no. —Respondía Travis—. Pero a pesar de ello, me da gusto saber, que puedo ver esto con la mujer que más me importa en esta vida.
— Travis... -Se ruborizó Lilian- ...pero yo soy una bruja, yo... no puedo corresponderte a esas palabras.
— ¡Qué importa si eres una bruja! —Exclamaba Travis—. ¿No entiendes que quiero estar a tu lado? Aunque yo sea un ladrón y tú una hechicera, eso no cambia las cosas. Eres mi mejor amiga y... bueno...
— ¿Sí? ¿Qué es lo que quieres decirme Travis? —Preguntaba Lilian.
— Lo que quiere decir este idiota es que tú le gustas mucho y quiere corresponder a tus sentimientos. —Interrumpió Troy.
— ¡Troy! –Decía enojada Amy- ¡No era necesario que dijeras todo eso, arruinaste el momento de ambos!
— ¡Qué! ¡Solo trataba de darle un empujón a este ladrón indeciso! —Exclamaba justificándose el guerrero.
— ¡Celosín, no metas tus narices en esto, porque a ti no te va lo romántico! —Exclamaba irónico Travis.
— ¡Qué te dije yo sobre llamarme de esa manera, ladrón! —Dijo furioso Troy.
Lilian y Amy se reían de la discusión que tenían Travis y Troy, y es que era lógico que había un ambiente de armonía entre los cuatro. Habían derrotado a una enemiga muy poderosa, juntos, como un equipo.
— ¿Oigan? —Preguntó Travis de repente—. ¿Creen que esa bruja quiera vengarse de nosotros después de todo esto?
— ¡Pero qué pregunta más tonta! ¡Claro que no! Además, le hemos demostrado que no puede vencernos a los cuatro mientras estemos juntos —Decía Troy.
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El Bosque De Las Almas Perdidas
FantasiAmy, una inocente joven de Ciudad Cuadrada, descubre un misterioso portal de piedra que la transportará, desde el mundo humano, hasta un misterioso y enigmático bosque, donde los árboles se comunican y las almas perdidas que los circundan, manifiest...