Capitulo 1.

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Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su pareja heló sus soñados niñerias de novio. Él la amaba mucho, sin embargo, aunque a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la estatura de Raven, muda desde hacia una hora. Ella, por su parte, lo amaba profundamente, sin darlo a conocer.
Durante tres meses-se habían casado en abril- vivieron una dicha especial. Sin duda hiciera él deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor; más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su esposa lo contenía siempre.

La casa en que vivían influía no poco en sus estremecimientos. La blanca cura del patio silencioso- frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el mas leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.

En ese extraño nido de amor, Raven paso meditando en el patio de la casa. Habia concluido, no obstante, por echar un velo sobre sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil sin querer pensar en nada hasta que llegaba su amado Chico bestia.

No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza, que se arrastró insidiosamente días a días. Al fin, una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de su amado. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto, Chico bestia, con Honda ternura, le pasó muy lento la mano por la cabeza, y Raven rompio en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente, todo su espando callado, redoblando el llanto a la mas leve caricia de Chico Bestia. Luego los sollozos fueron retardandose, y aun quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni pronunciar una palabra.
Fue ése el unico día que Raven estuvo levantada. Al dia siguiente, amanecio desvanecida. Chico bestia llamo a Cyborg para que la examinará con suma atencion, ordenandole cama y descanso absoluto.

Cyborg: No sé.- Le dijo a Chico bestia en la puerta de la habitación.- Tiene una gran debilidad que no me explico. Y sin vomito, nada... Si mañana se despierta como hoy, llamame en seguida.

Al dia siguiente, Raven amanecía peor. Constantose una anemia de marcha agudisima, del todo inexplicable. Raven no tuvo mas desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el dia el dormitorio estaba con las luces encendidas y en pleno silencio. Pasabanse horas sin que se oyera al menor ruido. Chico bestia vivia casi en la sala, tambien con toda la luz encendida. Paseabase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinacion. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, deteniendose un instante en cada extremo a mirar a su mujer.
Pronto Raven comenzo a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacia sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche quedo de repente con los ojos finos. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.

Raven: Chico bestia! Chico bestia!.- Clamo, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
Chico bestia corrio al dormitorio, y al verlo aparecer, Raven lanzo un alarido de horror.

Chico bestia: Soy yo, Raven, soy yo!.

Raven lo miro con extravío, miro la alfombra, volvio a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontacion,volvio en si. Sonrio y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciandola por media hora, temblando.

Entre sus alucinaciones mas porfiadas, hubo un antropoide apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.

Los titanes volvieron inútilmente. Habia alli delante de ellos una vida que se acababa, desangrandose día tras día, hora tras hora, sin saber absolutamente cómo. El la última visita, Raven yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio, y siguieron al comedor.

Robin: Es un caso inexplicable... Poco hay que hacer...

Raven fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día, no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía livida, en síncope casi. Parecia que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas oleadas de sangre. Tenia siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millon de kilos encima. Desde el tercer dia, este hundimiento no la abandonó más. Apenas podia mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aun que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaban ahora en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama, y trepaban dificultosamente por la colcha.

Perdio el conocimiento. Los dias finales deliró sin cesar a media viz. Las luces continuaban funebremente encendidas en el dormitorio y en la sala. En el silencio agónico de la casa, ne se oía mas que el delirio monótono que salia de la cama, y el sordo retumbo de los eternos pasos de chico bestia.

Raven murio, por fin. Starfire, cuando entro entró a deshacer la cama, sola ya, miro un rato extrañada el almohadón.

Starfire: Amigos!...- Dijo en voz baja.- En el almohadon hay manchas que paecen sangre.

Chico bestia se acercó rápidamente y se doblo sobre aquel. En efecto, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Raven, se veían manchitas oscuras.

Starfire: Parecen picaduras.- Murmuro, después de un rato de inmovil observacion.

Robin: Levantalo a la luz.

Starfire lo levanto; pero en seguida lo dejo caer, y se quedo mirando aquel, livida y temblando. Sin saber por qué, Chico bestia sintio que los cabellos se le erizaban.

Cyborg: ¿Que hay?.- Le pregunto

Starfire: Pesa mucho.- Le respondió sin dejar de temblar.

Chico bestia lo levanto; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, sobre la mesa del comedor, Chico bestia corto la funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, Starfire dio un grito de horror, mientras se ponía detras de Robin. Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, habia un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba hinchado, que apenas se le pronunciaba la boca.

Noche tras noche, desde que Raven habia caido en cama, habia aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquella, chupandole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remocion diaria del almohadon sin duda habia impedido al principio su desarrollo; pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco dias, en cinco noches, habia el monstruo vaciado a Raven.

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El almohadón de plumas- (BBRAE) 💚💜 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora