CAPITULO 4: Quidditch

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Aún recuerdo ese día, era la primera vez que festejaba mi cumpleaños sin mi padre y yo no era el alma de la fiesta como solía serlo. Los amigos de mi primo habían venido y ninguno de ellos había conseguido al menos sacarme una sonrisa hasta que a mi primo se le ocurrió un plan que no podría fallar, así que con sus amigos me subieron al auto y salimos a pasear.

Al llegar a destino yo solo deseaba en que el día terminara pero al entrar al estadio con los chicos y ver las escobas en los estantes sabía que la situación estaba por mejorar. Mis ojos brillaron de emoción y los chicos sonrieron sabiendo que habían dado con su objetivo, al llegar a donde estaban las escobas todos habían elegido todo tipo de diferentes escobas y yo al no tener experiencia en esto decidí elegir la misma que mi primo, una NIMBUS 2000.

Al ponernos el equipamiento salimos ya listos para montar pero me olvidaba de una cosa, yo no sabía cómo rayos hacer eso, así que estuve un rato con mi aprendiendo lo básico de montar escobas y después de 20 minutos de chocarme las paredes y casi morir hecho puré contra el suelo, lo logre y no se puede ni comparar esa sensación.

Al volver a casa mi madre vio algunos de los moretones y casi mata a Jose pero al contarle como habían sucedido los golpes ella solo podía reír pero después de unas risas ella me menciono que había encontrado "algo" junto a la estufa y si quería que se lo mostrara a todos. Sin darme cuenta de lo que ella hablaba le dije que sí, luego me arrepentiría ya que en una pequeña jaula ella trajo al pequeño Vipertooth peruano al que yo había llamado Morty, este había estado incubado por mucho tiempo y había decidido salir cuando yo no estaba presente.

Al verlo todos nos sorprendimos, excepto mi madre quien irradiaba furia ya que nadie tomaba en serio la peligrosidad de tener un dragón en la casa, al parar de reír el pequeño Morty voló a mis hombros y al parecer reconocía mi voz ya que solía ser la única que escuchaba a excepción de la de mi madre. Tras habernos relajado un rato decidimos hablar sobre qué hacer con él, yo quería conservarlo pero no estaban permitidos en las escuelas mágicas así que para el año siguiente tendría que ocuparme de este tema ya que ni mi madre ni mis primos querían/podían ocuparse de él ya que a su edad adulta este mediría 4 metros de alto y su dieta de carne sería difícil de saciar así que deberíamos encontrar una forma de liberarlo.

Tras haber revisado en EL QUISQUILLOSO y no haber encontrado ayuda decidimos llamar al CONSEJO ARGENTINO DE MAGIA donde por suerte nos avisaron que para cualquier tipo de problemas de dragones debíamos llamar a madame L, ella era una dragonologa que había sido contratada desde RUMANIA por el consejo de magia para encargarse de este tipo de asuntos. Por suerte su "consultorio" estaba a unas horas de donde vivíamos así que decidimos salir mañana sin falta hacia la residencia de L.

Antes que nada decidí llamarla para saber que debería darle de comer a Morty y avisarle que mañana iríamos para allá, cuando me contesto charlamos un rato ya que quería conocer la historia del dragón y al terminar la historia me dijo que le diera pollo crudo sin hueso o alguna manzana ya que estos alimentos le darían energías hasta que lo llevemos para allá, Le agradecí por la información y me despedí ya que se acercaba la cena.

Esa fue una noche rara porque Morty necesitaba calor para dormir así que estuve obligado a acompañarlo a dormir junto a la estufa. Además por miedo a que incendiara el lugar o a que mordiera a alguien,mi familia decidió ponerle un pequeño bozal el cual le provocó molestias toda la noche pero a las 3 de la mañana el pequeñín logro dormirse.

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