Parte 1

295 18 3
                                    

—quiero hablar contigo

—¿Para qué?

—es algo muy importante, en serio, necesito esto

Entre los dos hubo un pequeño momento de silencio, pero ese momento bastó para llenar de incertidumbre a la chica quien tiene su mano derecho apretando con fuerza su pecho.

—si es tan importante...

—¡bien! Nos vemos mañana a las seis de la tarde —dice, y corta la llamada.

Escorpio mira su teléfono y suelta un suspiro.

—entonces mañana...

El escorpión dirige su vista para un costado y presta atención al calendario que cuelga de su pared.

—¡pero mañana es...

—¡san valentin! Por mi dios, estaba esperando este día por todo el año ¡yeiii!

—¿Por qué tan contenta por mañana, Libra? —pregunta, Piscis, quien está sentado en el cordon de la vereda con su cabeza apoyada en sus brazos.

—porque Aries tiene planeado una sorpresa para mí esta noche ¿Recuerdas que hoy festejamos un año de noviazgo?

—ohh —dice, mirando a su amiga quien está parada al lado suyo—. Sí. —El pez mira para abajo con cierta tristeza.

—¿Uh? —suelta, ni bien se percata de su estado de animo—. ¿Qué sucede?

La chica balanza se agacha y acaricia la espalda de su amigo.

—Libra... n...necesito tu ayuda, yo ya no puedo ocultarlo

—¿Te refieres a tus sentimientos por él?

El signo de agua afirma con la cabeza.

—entiendo y te apoyo —dice—. La verdad es que nunca está mal intentarlo y deberías ¿Qué tal si hay un milagro de San Valentin?

El pececito suelta una risa y mira a su amiga con una ligera sonrisa.

—me encantaría —contesta, con un poco de animo—. Solo que no tengo el valor de decírselo en la cara

—tal ves necesites una ayudita —dice, y suelta una risa—. ¿Qué tal si le digo yo lo que sientes?

—es muy personal y prefiero darle yo mismo la noticia. —Piscis inclina un poco su cabeza—. De todas formas gracias por querer ayudar

—o... —Libra deja de agacharse y se truena los dedos— puedes darle un regalo para confesarte

—¡¿Un regalo?! —dice, con sus ojos bien abiertos.

Piscis, con mejor humor, se levanta del cordón y agarra los hombros de Libra.

—¡que genia! ¿Por qué no se me ocurrió antes? —dice, y abraza a la signo de aire quien correspondió su gesto—. Pero... ¿Y qué le regalo? Escorpio es muy exigente y tan difícil de complacer

Libra se separa del pez y retrocede unos pasos.

—ay dios ¡Piscis! ¡Eso no me lo tienes que preguntar a mí! —exclama, en un tono agudo—. Tú más que nadie sabe la respuesta, estas cosas se hacen con el corazón ¿Y quién es mejor en eso que tú? Cada vez que muestras un gesto de cariño siempre lo haces con todo tu corazón y sé que conseguirás el regalo perfecto para él

—gracias lib —agradece, con una sonrisa de punta a punta.

—sé que te lucirás pi —dice, y retrocede unos pasos más—. Tengo que irme, debo estar espléndida para esta noche ¡nos vemos! —dice, y se va corriendo.

—¡hasta luego, Libra! ¡Muchas gracias y suerte con tu cita!

Piscis entra a su casa y con rapidez entra a su habitación. El signo de los peces agarra su alcancía y saca toda la plata que tiene.

—ciento diez pesos —habla por lo bajo—. Creo que va a bastar

El chico pez sale de su habitación y corre hasta la puerta.

—¡mamá regresaré más tarde! —grita, y abre la entrada para irse al centro de la ciudad.

Piscis se pone muy exigente con el regalo, no se va por lo fácil.

¿Chocolates? No, ¿Flores? Menos, ¿Alguna taza o algo así? tampoco.

Las prendas de vestir y los cd's también se le cruzaron por la mente, por desgracia estos salían más de cuatrocientos.

De aquí para allá, en cada lugar y en cada tienda. El tiempo pasa y nada encuentra, la tarea se vuelve cada ves más complicada pero Piscis no se ira con las manos vacías.

El doceavo signo entra en una tienda de regalos. Aunque sea de tarde el calor se apodera del ambiente y la gran cantidad de gente no ayuda a que el lugar sea muy agradable.

Restándole importancia, Piscis decide fijarse estante por enstante hasta encontrar algo bueno y que pueda pagar.

Después de un tiempo abrumador el chico pez sigue sin encontrar nada. Con pocos ánimos dirige sus pasos hasta la salida.

La hilera parece interminable, al igual que las pequeñas cosas que hay tanto en los estantes que están detrás del cajero como en el mostrador de vidrio que esta pegado junto al marco derecho de la entrada.

"Que objetos tan bonitos". Piensa, mientras camina.

En una de esas sus ojos se toparon con algo interesante y él dejo de avanzar.

"que linda cosa". Piensa y retrocede unos pasos.

Sus ojos no se despegaban del objeto. Algo de eso le despertaba el interés.

"no es algo que cualquiera regalaría, es una cosa muy presiosa en realidad ¿Será que es lo que estoy buscando? ¿Puedo depositar todo mi amor en eso? ¿Cómo?".

Piscis sigue retrocediendo hasta que choca con la esquina de un estante. El pez acaricia su cabeza y avanza un poco para ver el objeto con mayor atención.

Nuestro protagonista sonríe al encontrar las respuestas para su pregunta, todo ya estaba claro.

"Ya lo encontré, conseguí el regalo perfecto".

El regalo perfecto (piscorpio) especial San ValentinWhere stories live. Discover now