Cuando las luces se apagan

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Joaquín era un joven alto pálido y de bajo peso, un chico que no lo le preocupaba demostrar sus ideales, alegre y desconfiado de quienes no estaban en sus círculo cercano.

Cuando el cielo comenzaba a oscurecerse,los niños jugando,era algo especial,finalmente todos los problemas del protagonista comenzaban a encajar,no habia problemas a su alrededor y por ultima vez sus ojos reflejaban plena felicidad.

Un 14 de febrero una tarde especial para el solo daba pie a continuar su aventura por Chile en una ciudad totalmente acogible,no muy bien moderna si no que con aquellas pequeñas partes en donde se veían el pasado y reducía toda la verdad acerca de su origen.

Cabe destacar que cuando alguien desata su ira,esta totalmente aislado de toda energía negatividad ,donde toda pureza debe ser controlada y ciertamente habrán momentos altos y bajos ,a eso le llama: Guerra, Guerra universal.

Lejos de todo lo malo, el control se toma cada vez más lejano del  cielo oscurecido, llegando al alma dentro del alma del protagonista bajo del hombre Joaquín,un joven de aparente transtorno del sueño;
Quizás pedía atención pero no sé conformaba con su vida,ahora talvez nadie pero daba pie a seguir aislado a tomar una marraqueta y su pan con un te con limón.

Quizás no le bastaba todo el dinero para hacerse sentir desgraciado de vida, que todo lo que lo rodeaba no calzaba con su mala vida, pero ya era hora de remediar todos sus años de juventud y lealtad del mismo, ahora desearía vivír una vida acogedora y tranquila.

Comenzaba a unir sus piezas costará lo que costará para hacerse sentir bien y bueno así lo sintió y ¡Puuff! Lo comenzo.